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El conflicto ruso-ucraniano, la ciencia y el periodismo

Un connotado científico moscovita, el Dr Mikhail Gelfand, especialista en bioinformática del Instituto de Ciencia y Tecnología Skolkovo, ubicado cerca de Moscú (Rusia), tomó la determinación de escribir una carta abierta ante el ataque bélico de su país a Ucrania. «Nuestros padres, abuelos y bisabuelos lucharon juntos contra el nazismo. Desatar una guerra en aras de las ambiciones geopolíticas de los líderes de la Federación Rusa, impulsada por dudosas fantasías historiosóficas, es una cínica traición a su memoria».

Los firmantes, unos seiscientos, que acompañan al Dr Gelfand en esta manifestación, están convencidos que todos los problemas en las relaciones entre ambos países pueden resolverse pacíficamente. Además, tras desatar una guerra, Rusia se ha condenado al aislamiento internacional, a la posición de país paria. Esto significa que los científicos ya no podremos hacer nuestro trabajo con normalidad: después de todo, realizar investigaciones científicas es impensable sin la plena cooperación con colegas de otros países. El aislamiento de Rusia del mundo significa una mayor degradación cultural y tecnológica de nuestro país en ausencia total de perspectivas positivas. La guerra con Ucrania es un paso a ninguna parte.

Pero las decisiones que el presidente Putin ha tomado, no solo encuentra a los científicos que se oponen a esta política contraria al ordenamiento internacional. Ya que como era de esperarse también los medios culturales  manifiestan públicamente su desacuerdo con una decisión contraria a la paz y al comportamiento de la civilidad.

 Elena Chernenko, la veterana corresponsal diplomática del periódico Kommersant, probablemente la periodista más conocida de los medios políticos e intelectuales de la Rusia actual, y quien no es una acérrima crítica del presidente Putin, tras el anuncio del Kremlin informando que iniciaba la operación militar, escribió una carta abierta condenando el ataque a Ucrania. «La guerra nunca ha sido ni será un método de resolución de conflictos y no hay excusas para ello», escribió.

En este caso se trata de cerca de trescientos periodistas que han firmado esta protesta; entre ellos representantes de medios de comunicación pública. Como represalia, la Dra Chernenko ha sido expulsada del grupo de periodistas que cubren la información diplomática, tarea que en su caso lleva a cabo desde hace once años y según la portavoz del ministerio de exteriores ruso la expulsión fuepor «falta de profesionalidad».

Si bien la periodista Chernenko sigue siendo una firme detractora de la política ucraniana sobre la región del Donbás, precisa que no puede justificar el tipo de operación militar que Rusia lleva a cabo. «No fue complicado de decidir para mí», afirmó la veterana corresponsal en relación a la carta que ha escrito. «Fue una reacción espontánea. Mi país ha iniciado una operación militar contra otro Estado pero estamos a favor de la diplomacia, de la carta de la ONU, de los valores morales, de los pueblos hermanos y de todos los principios afines. Y tengo la sensación de que hemos tomado el camino equivocado».

Pareciera que el nuevo Zar se queda sin dinero, sin países aliados y lo que es peor sin el sostén del pueblo ruso. No parece un buen momento para Vladímir Vladímirovich Putin.

 

Raúl Ochoa Cuenca, en Anfi del Mar el 28 de febrero del año 2022.

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