Feijóo anuncia su decisión de concurrir a presidir el PP
Alberto Núñez Feijóo ha anticipado esta mañana que concurrirá al congreso extraordinario del PP en Sevilla, en abril, para presidir el partido. Ha indicado que, si bien «la precipitación de los acontecimientos de las últimas semanas» le «obliga a adoptar una decisión», no prevé dejar Galicia «en un mes», una previsión temporal que ya avanzó ABC la semana pasada. «He dicho que no me iba de Galicia en un mes. Lo he dicho en el año 18 y, evidentemente, en el año 22 no voy a cambiar de criterio», ha reivindicado.
Feijóo anunció este martes, desde Madrid, tras asistir a las reuniones del comité ejecutivo nacional y la junta directiva del PP, que hoy, miércoles, convocaría a la junta directiva de los populares gallegos en el Multiusos Fontes do Sar, en Santiago, y que sería en este marco donde desvelaría sus planes.
Su intervención, en abierto, está programada para las 18.00 horas. Será en ese escenario donde formalice el anuncio que se ha venido aguardando en las últimas jornadas, siempre escrupuloso con los tiempos y las formas. Pero ya ha avanzado sus intenciones durante el acto de presentación del Plan Estratéxico 2022-2030, en la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre en A Coruña.
A su llegada no ha efectuado declaraciones y posteriormente ha comenzado sorteando la cuestión al señalar que no tendría «sentido» dar «una noticia que no se ha producido». Ha hecho hincapié en que hablará por la tarde ante sus compañeros, con los que ha indicado que se reunirá «previamente». Pero a partir de ahí ha permitido leer entre líneas, hablando de una «decisión» en la que «meditación y precipitación» van de la mano, «aunque parezca contradictorio».
Por un lado, ha reconocido que se trata de «una decisión meditada», pero «que nunca pensé que iba a tener que tomar», la de coger el tren (ya el AVE) a Madrid. «Puedo asegurar que ni ha sido buscada ni ha sido ambicionada», ha enfatizado. Pero la ‘guerra civil’ desatada en el PP ha hecho saltar por los aires cualquier plan. Es lo ocurrido durante las últimas semanas en el seno de su partido lo que le «obliga» a posicionarse. «Hay momentos en la vida en los que uno ha tenido que tomar decisiones. Y cuando solo tiene una, tómala, y tómala rápido», ha subrayado. Lo que no sucedió en 2018, ocurrirá en este 2022.
También se le ha preguntado, durante el acto en Arteixo, por las apelaciones de la oposición a que dimita ante su previsible salto a Génova. El líder gallego ha rebatido que «es perfectamente posible presidir una comunidad y ser presidente de un partido». «Soy perfectamente consciente de cuál es mi responsabilidad y actuaré con esa responsabilidad», ha zanjado.
Respaldo de los barones
Núñez Feijóo ha ido recabando a lo largo de las últimas fechas el apoyo, tanto en público como en privado, del resto de barones autonómicos del PP, incluida una de las grandes protagonistas de la crisis, Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña no solo ratificó que no concurrirá para liderar el partido, sino que, de forma explícita, respaldó a su colega gallego. Este le ha correspondido agradeciendo su espaldarazo; y, en declaraciones a los medios este martes, en la capital, subrayando que confía plenamente en su honorabilidad.
También el presidente saliente, Pablo Casado, tuvo palabras de elogio para Feijóo, de quien dijo que contará con su «lealtad y amistad», al igual que el presidente de la Xunta le brindó a él mientras permaneció en el cargo. Feijóo ha sido muy respetuoso con los tiempos y no ha movido ficha hasta que se hubo convocado el congreso extraordinario del 1 y 2 de abril y, de esta forma, se oficializó la salida de Casado.
La hora de dar el salto
El guión más previsible situaba el acto de esta tarde en el compostelano hotel Palacio del Carmen, lugar donde Feijóo anunció que concurría a la sucesión de Fraga en 2005 y donde rechazó participar en la de Mariano Rajoy en 2018. Pero el mal tiempo que se espera hoy y la alta afluencia de asistentes -alrededor de quinientos cargos y responsables del PP gallego- han trasladado el escenario al recibidor del compostelano Multiusos Fontes de Sar, donde hace apenas ocho meses revalidó Feijóo la presidencia regional del partido en un congreso ordinario.
Con una puesta en escena que se prevé austera, se dirigirá a sus compañeros para explicar su decisión, que será, en esta ocasión, la de dar el salto a la política nacional. No tomará la palabra nadie que no sea el barón gallego. En abierto, el presidente de la Xunta presentará sus motivos por los que ahora sí da el paso para enfrentarse políticamente a Pedro Sánchez desde el liderazgo nacional del PP, una responsabilidad que declinó en 2018, cuando todos los ojos estaban puestos en él.
Desde el instante en que Feijóo oficialice su candidatura se pondrá en marcha otra cuenta atrás, la que deberá terminar con la elección de su sucesor al frente de la Xunta y el partido en Galicia. De nuevo, el presidente gallego marcará sus propios tiempos en esta decisión, que será consensuada entre las distintas estructuras territoriales del partido, llegado el momento. Y aunque todo apunta al vicepresidente Alfonso Rueda como reemplazo, este debate todavía no se ha abierto en el PP gallego.
Sin precipitarse
¿Cómo será el cronograma de Feijóo a partir de este miércoles? El líder gallego va a exportar a Madrid su particular manejo de los plazos en política, ya conocidos en Galicia. Y su intención pasa por mantenerse al frente de la Xunta, al menos en el corto plazo. «Su salida no va a ser inmediata ni precipitada», asegura su entorno.
La idea es no caer en prisas para gestionar la sucesión en el Gobierno gallego, y demostrar además que «se puede gestionar una administración al tiempo que se lidera un partido, como hace Pedro Sánchez» con el PSOE, ponen como ejemplo. Son conscientes de que antes o después habrán de abandonar las responsabilidades de gobierno en la Xunta y dar el salto a Génova a tiempo completo, pero ahora mantienen la convicción «de que también se puede hacer oposición en la Conferencia de Presidentes».
Una frase habitual de Feijóo es que «también se puede hacer política nacional desde la periferia». Es muy probable que vaya a ponerlo en práctica. La oposición en Galicia, sin embargo, ya ha empezado a reprocharle que tenga pensado ser un presidente «a tiempo parcial» y que anteponga los intereses de Génova a los de la Comunidad.
Cuando se produzca el salto a Madrid –para el que todavía no hay tiempos, pero que no se prevé a corto plazo–, existe la posibilidad de que Feijóo pueda ocupar una de las plazas de senador por designación autonómica representando a Galicia. El PP posee la mayoría absoluta de la Cámara gallega para sacar adelante la elección. Pero tampoco es una opción que obsesione al barón gallego, consciente de que la repercusión real de la actividad de las Cortes en la opinión pública es relativa. Y además, la Cámara Alta apenas permite un puñado de careos con Sánchez a lo largo del periodo de sesiones. Es precisamente ese salto a la Corte y Villa la que Feijóo medita ahora con sus colaboradores. Alguno de ellos lleva más de veinte años a su lado, otros desde que accedió a la Xunta en abril de 2009. Si algo caracteriza al presidente gallego es la confianza en su núcleo duro, una guardia pretoriana fiel y que se debate entre acompañarlo a Madrid o ponerse a las órdenes del nuevo presidente, una sucesión que ya se está estudiando y para la que Feijóo y el PP gallego van a trabajar de manera coordinada.