Literatura y LenguaPsicología

Beatriz Pineda Sansone – La fantasía: un barco ebrio

Todos los pueblos, en todas las épocas, han sabido lo importante que es soñar. Sin embargo, hay quienes se burlan de los sueños y los consideran una pérdida de tiempo y quien sueña es considerado un iluso.

La mente es un jardín fértil lleno de riquezas ilimitadas. Tanto el sueño como la fantasía representan un faro que orienta nuestros objetivos. No puede haber éxito externo si antes no se produce el éxito interno. Mediante la práctica continua de auto superación, mejoramos nuestro mundo interior. El sueño y la fantasía se pueden clasificar como procesos psíquicos de suma importancia para los seres humanos. Ellos expresan todo lo que ansiamos ser y saber y dan sustancia a la convicción instintiva de que hay otros mundos más allá del nuestro.

Los sueños o la fantasía son nuestro único escape de la realidad. Y, no obstante, existe solo un velo entre la realidad y la fantasía. El universo que nos habita contiene a todos los dioses y demonios inventados por la humanidad. Podemos utilizar sus poderes para obtener alegría y libertad en tiempos de crisis y desolación o para difundir la devastación física y espiritual que vivimos.

En 1903, H. G. Wells escribió un libro titulado Los primeros hombres en la luna, y sus contemporáneos lo disfrutaron como una delirante fantasía. Pero muchas personas nacidas en 1903 tuvieron la fortuna de contemplar, a través de las pantallas de televisión, hombres caminando sobre la luna. El 20 de julio de 1969 la misión norteamericana Apolo 11, colocó a los primeros hombres en la Luna. Apolo 11 fue la quinta misión tripulada del Programa Apolo de los Estados Unidos y la primera de la historia en lograr que un ser humano llegara a la Luna.

Si nos referimos a las principales actividades del espíritu, encontraremos que la literatura es un acontecer imaginario, integrado por elementos de la realidad, único material de que disponemos para nuestras creaciones. Si agregamos el valor semántico o de significado y el valor formal o de expresiones lingüísticas, encontraremos un común denominador: la intención. La intención semántica se refiere al suceder ficticio, que absorbe su materia prima de la fantasía. Esto es, al añadir un nuevo orden o estructura, probable o improbable a los que ya existen, traducimos una realidad subjetiva, que solo nosotros somos capaces de expresar.  El cambio es la fuerza más poderosa que tenemos y quienes están abiertos a nuevas ideas son siempre los que alcanzan niveles más altos de realización. Alfonso Reyes en La experiencia literaria (1952), lo expresa de la siguiente manera: la literatura, mentira práctica, es una verdad psicológica.

La mitología de todas las razas nos habla de seres cósmicos que usaban los elementos como armas, y esa fantasía se hizo terrible realidad en Hiroshima. Los seres del pasado legendario se desplazaban en carros sin caballos, hablaban entre sí de un extremo a otro del mundo, utilizaban el fuego curando enfermedades. En la actualidad tenemos automóviles, radio, aviones, electricidad, rayos láser, drogas milagrosas y submarinos. Nuestros antepasados pudieron haber considerado todos estos avances como fantasías.

Existimos en las incontables luciérnagas de la bóveda celeste, en cada ola del mar, en todo lo que hay encima o debajo de la tierra. Vivimos dentro del corazón de una esmeralda y la brisa más ligera nos recuerda que existimos. La mayoría de los seres creados por la fantasía humana vive en nuestros corazones, tanto como los seres que podemos ver y tocar. Tal vez, resulte difícil creer en ellos. Si es así, debemos pensar en las palabras de uno de nuestros sabios, que dijo: Si apuestas por los dioses y no existen, no pierdes nada; pero si apuestas contra ellos y existen, lo pierdes todo.

 

Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.

Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.

Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.

En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura. 

 

 

 

Un comentario

  1. Gracias estimada Beatriz por recordarnos el importante papel q cumple en nuestras vidas el sueño, la fantasía y la utopía que en su dialéctica con la realidad, cabalgando sobre la sensibilidad y el entendimiento, nos permite crear, recrear y concebir la realidad de una manera diferente. Sería imposible vivir, convivir y sobrevivir en este mundo y en esta cotidianidad q por momentos nos ahoga sin una utopía. Creo en la fantasía como elemento guía de desarrollo espiritual, de creatividad en el arte y en la ciencia, pero también como sentido de vida que guía nuestros objetivos y proyectos -y como elemento determinante en la concreción del deber ser. Abrazo cordial!

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