(I)
que la junta militar
se ha esforzado en destrozar.
No hay fuego en el crematorio.
No hay diversión, no hay jolgorio
que alivie el pesar que siente
de aquella «empresa estatal
socialista competente».
(II)
Aquella « empresa estatal
socialista competente»
que aterroriza a la gente
por orden del General
que azuza a la policía
no quiere tomar conciencia:
se resiste a la evidencia
de que le ha llegado el día.
(III)
Aquella «empresa estatal
socialista competente»
—propiedad de un delincuente
que se nombró « General«
y le dictó a un tribunal
que no tuviera clemencia
contra el pueblo enardecido—
que agotó nuestra paciencia.
(IV)
Aquella «empresa estatal
socialista competente»
quita en Cuba la corriente,
el hambre del comensal
y el derecho ciudadano,
porque lo ordena un tirano.
Aquella empresa, decía,
tiene una filosofía:
(V)
Aquella «empresa estatal
socialista competente»
no ha brindado un aliciente
contra la hambruna total
que ese régimen brutal
le asignó al pueblo cubano
a sabiendas, de antemano,
que el pueblo estaba obstinado.
Aquella empresa no ha dado
más papas que el Vaticano.
(VI)
para lavar la cochambre
de estas seis décadas de hambre
de esa empresa incompetente,
socialista, delincuente,
maquiavélica, estatal
y su familia han creado.
Suyo es el terror de Estado
Suyo es ese aire imperial.
(VII)
Aquella empresa estatal
de ese régimen tan vil,
según Alejandro Gil
Fernández no va tan mal.
El fracaso colosal
de ese proyecto indecente
en toda Cuba se siente.
Sin embargo, el funcionario
lo celebra en aquel diario
socialista incompetente.