Cuba tiene la legislación más represiva del mundo en materia de libertad de prensa
La Isla obtiene el último puesto de la clasificación de Reporteros sin Fronteras por su contexto legal y el 173 de 180 en la lista general
Cuba ha sido clasificada como el peor país del mundo por su legislación contra la libertad de prensa, según el último ranking de la organización internacional Reporteros sin Fronteras, difundido este martes 3 de mayo. En la clasificación global, la Isla obtiene la posición 173 de los 180 países evaluados, dos posiciones menos que en la anterior lista, correspondiente a 2021.
Es costumbre que la Isla deje un panorama desolador en este índice que elabora y hace público cada año el Día Mundial de la Libertad de Prensa la organización, con sede en París, y cuyo principal cometido es la defensa de los periodistas amenazados por su trabajo. La asociación obtuvo en 2005, casualmente, el Premio Sájarov a la libertad de conciencia que otorga el Parlamento Europeo compartido con las Damas de Blanco.
Habitualmente, Cuba es el peor país de América Latina en el ránking y es raro que no se encuentre entre los diez últimos del mundo. Además, RSF divide en cinco grupos a los países según sus logros: buena situación, situación más bien buena, situación problemática, situación difícil y situación muy grave. Cuba siempre ha estado en el último.
Este 2022 añade un nuevo hito al quedar la última del mundo por el contexto legislativo, por detrás incluso de Corea del Norte, acostumbrada a rematar todos los índices
Este 2022 añade un nuevo hito al quedar la última del mundo por el contexto legislativo, por detrás incluso de Corea del Norte, acostumbrada a rematar todos los índices. En su metodología de este informe, RSF explica que ha subdividido en cinco apartados la clasificación en función del contexto político, legislativo, económico, social y de seguridad.
Así, Cuba obtiene el puesto 177 en el primero (tercera por la cola), 180 en el segundo, 104 en el tercero, 175 en el cuarto y 158 en el último. Es decir, apenas en el apartado económico sale relativamente airosa ya que ni ha empeorado drásticamente la situación para los periodistas desde el punto de vista salarial ni los medios han sufrido grandes cambios de financiación.
El criterio legal, en el que la Isla está a la cola del mundo, hace referencia a la censura, la libertad de acceso a las fuentes y su protección, y la impunidad o no de quienes agreden a los periodistas.
«Año tras año, Cuba sigue siendo el peor país de América Latina en materia de libertad de prensa» , indica el reporte individual sobre la Isla. El informe recuerda que los medios más populares por audiencia son Granma, Radio Reloj, Tele Rebelde y Cubavisión, todos ellos controlados por el Estado, y que «los periodistas independientes están vigilados por agentes que intentan limitar su libertad de movimiento, realizan detenciones y borran las informaciones que poseen».
La organización atribuye al actual presidente la responsabilidad porque «perpetúa el linaje de la familia castrista y mantiene un control casi total de la información».
En cuanto al marco legal, en el que Cuba queda campeona por el final, el informe dice: «Los blogueros y algunos ciudadanos periodistas encuentran un espacio de libertad en internet, cuyo acceso está controlado en gran parte por el Estado, pero lo hacen bajo su propio riesgo: ante el ensañamiento de las autoridades, son frecuentemente encarcelados o se ven forzados al exilio. En 2021, nuevas regulaciones hicieron aún más utópico el principio de un Internet abierto, libre e inclusivo, violando íntegramente el derecho a la libertad de expresión, de información y de asociación en el entorno digital».
El texto también evalúa las protestas del 11 de julio y cómo han dado lugar a una «ola de represión» similar a la de la Primavera Negra de 2003. Por otra parte, en el contexto económico, habla de las sanciones de EE UU como uno de los factores de agravamiento de la crisis, junto con la pandemia, y concluye que está empujando a emigrar «a cualquier precio».
Aunque no obtiene, ni mucho menos, un buen puesto en la clasificación de seguridad, su relativo respiro dadas las circunstancias, en el puesto 158, se debe a la cantidad de países en los que el asesinato de periodistas está a la orden del día. Birmania y México se llevan ahí el 180 y 179 respectivamente.
«Los arrestos, detenciones arbitrarias, amenazas de encarcelamiento, persecución y hostigamiento, registros ilegales de domicilios y la confiscación y destrucción de material, forman parte del día a día de los periodistas contrarios a la línea oficial castrista. Las autoridades también controlan la cobertura mediática de los medios extranjeros, concediendo acreditaciones de forma selectiva y expulsando a aquellos considerados como ‘demasiado negativos’ hacia el régimen», señala el texto.
En el cómputo global, Cuba ha obtenido una puntuación de 27,3192 y quedan por detrás de ella apenas Vietnam, China, Birmania, Turkmenistán, Irán, Eritrea y Corea del Norte.
En el contexto regional, los aliados de Cuba siguen quedando en muy malas posiciones. Venezuela se alza con el 159 y cae once posiciones, mientras Nicaragua, en la 160, ha retrocedido ni más ni menos que 39 puestos, ya que el pasado año estaba en el 148.
Otro derrumbe se produce en El Salvador, que pierde 30 puestos y salta desde el discreto 82 que tenía el pasado año al 112 y ya lleva dos años en caída libre, una situación que la organización califica «extremadamente preocupante»
Otro derrumbe se produce en El Salvador, que pierde 30 puestos y salta desde el discreto 82 que tenía el pasado año al 112 y ya lleva dos años en caída libre, una situación que la organización califica «extremadamente preocupante», ya que su presidente, Nayib Bukele, «multiplica los ataques y las amenazas contra los periodistas críticos de su Administración, creando así la imagen de una prensa enemiga de la población».
Brasil, en el puesto 110, y México, en el 127, tampoco salen bien parados en una región que tiene a su mejor alumno en Costa Rica, único que, con el puesto 8, se alza hasta la categoría de países en situación buena y es el único no europeo que se mete en el top 10, dominado, como siempre, por los nórdicos.
Estados Unidos levanta dos posiciones con respecto al año pasado y se sitúa en el 42, mientras que Rusia pierde cinco y pasa del 150 al 155. Bajan posiciones, aunque siguen estando en el grupo de más bien buena –excepto Italia, que se mete en problemáticos– un buen grupo de países europeos, entre los que están Francia, Alemania, España o Países Bajos, que se han visto afectados por ataques de manifestantes contrarios a las medidas gubernamentales para frenar el coronavirus.
En líneas generales, RSF se muestra preocupado por la polarización y el caos, que están llevando a la libertad de prensa a peores tiempos en los últimos años.