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Periscopio La Habana / Edelberto Díaz: Caprichos que provocan vértigo

Nuevamente pasaré por alto el tema de las fastuosas inversiones en el sector hotelero cubano vs las crecientes necesidades del pueblo, situación antagónica al discurso oficialista que “presume” de un sistema social justo; quizás el significado de “justo” debe tener una interpretación muy parcializada, digo yo, pues a todos les debería asombrar el doble discurso que cada día es considerado tema escabroso, entre otros tantos, del acontecer en la isla.

Hace unos días anuncié en las redes que tenía pendiente un análisis desde mi experiencia profesional a la vociferada y controversial «Torre K» que se construye en el corazón de La Rampa Habanera, más exactamente en la nueva esquina de calle K con la calle 23.

Hoy, al encontrar en AD México un artículo sobre las Torres Forma de Toronto, obra anunciada por el estudio de Frank Gehry con más de 300 metros de altura, condominios de lujo donde intervino el interiorista Paolo Ferrari, y que se comenta que serán todo un espectáculo y después de leer minuciosamente la reseña antes mencionada sobre las torres proyectadas por el maestro canadiense-norteamericano, necesito expresar mi criterio al observar que guardan ciertas semejanzas volumétricas, repito, “ciertas semejanzas”, con la Torre K que se construye como Hotel en la capital cubana, y que cuenta a simple vista con un sin número de desaciertos que la diferencia sustancialmente de sus primas canadienses.

La motivación que me impulsó a expresar mis criterios sobre este particular tema, nace a raíz de leer en las redes un sano comentario del colega Rafael Muñoz sobre el aspecto del hormigón de la estructura en construcción de la Torre K, (probablemente debido al vibrado del hormigón en el momento de las fundiciones), quien sugirió le dedicaran tiempo a este asunto. Él, como yo, estamos ausentes “del barrio”, por tanto, solo podemos alimentarnos de las imágenes que se publican en redes sociales y nuestra experiencia profesional. Para variar no demoraron en salir las hordas leales al oficialismo a descalificar la preocupación expresada por el colega que solo deseaba compartir su impresión sobre algunos detalles observados en las fotos, con el ánimo de alertar sobre algo que podría ocasionar perjuicios a la edificación. Por lo visto no fue bien recibido su comentario de alerta y “para variar” se tomó como una acción de disentimiento, lo que hoy es pecado capital en la isla.

Como experto puedo acotar que “un mal vibrado de hormigón ocurre en las mejores familias”; realmente lo que deberíamos esperar es la cordialidad para poder llegar a aproximarnos y en esta practica profesional lograr hacer lo mas perfectible posible nuestro trabajo. Solo eso, una opinión que apoye nuestra labor debería ser ante nada agradecida. Vale la pena recordarles a aquellos que su incondicionalidad les limita promover cordialidad y así engrandecer una relación profesional que: “Entre bomberos no se pisan las mangueras”.

Enterado de las reacciones que recibieron los comentarios del colega Muñoz y apelando a la responsabilidad profesional que me caracteriza, ampliaré los señalamientos vertidos por el colega y esperaré a las hordas para que puedan rebatirme los mismos con argumentos y no justificaciones que respondan a caprichos que provoquen mas vértigo.

En plan sarcástico sean mis primeros elogios para los especialistas de Planificación Física; acaban de “parir” una nueva esquina, 23 y K, lugar donde se levanta “La Mole”. Trabajo menor será cotejar la calle de servicio de la heladería Coppelia para evitar que la calle K no se vea interrumpida y su extensión sea continua desde el Malecón Habanero hasta la calle 27 de noviembre, prolongación de la antológica calle Jovellar. Contagiado con la emoción de perfeccionar el plan hipodámico de la ciudad, esa capacidad de expansión y sentido de posicionamiento, ya de paso pueden declarar la existencia de 23 y Z, en definitiva después de todo lo que están gastando en la construcción de la Torre K, debemos esperar que los huéspedes de los últimos pisos, después de ver la factura que les corresponderá pagar y descubrir lo invertido por las autoridades de la isla en semejante inmueble, pedirán se les incluya unos binoculares que les permita ver desde su habitación la emblemática boya de Key West. Reconozco que disfruto al hacer una parodia de la anécdota cuando al Rey Carlos III le informaron lo que le había costado a la Corona la construcción de la fortaleza de la Real Cabaña y su expresión fue algo como: “con lo costoso de semejante construcción debería poder verse desde Asturias”.

Así que la idea de 23 y Z va de regalo para que se las ofrezcan a los turistas que alcancen ver el mar sobre el Habana Libre, da igual, en definitiva es una cortina física que impedirá poder mirar hacia el Norte, que es la mejor fachada para orientar las habitaciones ya que no sufrirán ese Sol caribeño que cuesta mucha energía y dinero enfriar. La fachada ideal para orientar las habitaciones queda con visuales exclusivas y directas al más moderno hotel de convenciones en su día, pero no importa, “apuesto que nunca vieron una luna más brillante como aquella”.

Ahora que veo el “chichón monolítico” de 23 y K no me resulta tan anacrónica la Embajada Rusa en la 5ta Avenida, así que puede ser un tema de tiempo la capacidad de adaptación visual. Si en algo sirve de consuelo a los burócratas que deberían preservar la ciudad, una ciudad que no fue concebida por ninguno de ellos y que lamentablemente ninguno ha podido demostrar que sería capaz de hacerlo mejor, solo tienen que entender y hacer respetar las normas, las cuales no se sustentan en caprichos, responden a criterios de movilidad, densidad poblacional, infraestructura, servicios y todo esos aspectos que una vez entre en funcionamiento la Torre K se verán afectados, no porque lo digo yo, sencillamente porque así fue diseñada, y cambiarlo implicaría realizar trabajos que solventen la existencia de semejante edificación, pero ese trabajo no lo han hecho, no lo hacen y no lo harán. Los renombrados especialistas, respetados y que van presumiendo conocimiento, debieron condicionar la realización de esa edificación con ampliaciones de servicios públicos que mañana no terminen por hacerle la vida aún mas difícil a la población capitalina, la cual ya va bastante golpeada, pero para eso no es necesario conocimiento, eso me queda claro.

Hace unos días vi una fachada donde se comenzaron a montar los muros cortina con vidrios insulados, no me queda claro que fueran anti reflectantes, lo que hace que el edificio encandile la vista de conductores y transeúntes, lo que podría ser un efecto preconcebido para lograr el deslumbramiento que se espera produzca esta obra que declara a todas luces un gigantismo pretencioso realizado en la mas autentica vanidad, por lo que sugiero comenzar a medir los riesgos que pudiera provocar semejante deslumbramiento.

Hasta el momento se desconoce el diseñador de la Torre, no sabemos si es nacional o extranjero, lo que si está claro es que obvió las tipologías arquitectónicas que fueron implementadas en su día en las torres que habitan la ciudad capital; claramente se ve la ausencia de aleros que puedan quebrar la luz solar, lo que no fue tomado en cuenta dentro de las premisas del diseño, que más bien parece un proyecto para Toronto, donde hace falta que entre el sol para proporcionar calor a su interior. Pero este engendro tropical contará de potentes sistemas de enfriamiento que seguramente consumirán mucha energía eléctrica, “todo muy sostenible”, muy a la altura de lo que nuestros profesores nos enseñaron que no debíamos hacer.

Pero lo que me resulta aún mas intrépido, por no decir cínico, es plantearse importar muros cortinas, potentes sistemas de aires acondicionados, materiales de última generación, “todo” en medio del sometimiento de un cruel bloqueo impuesto a la isla según el repetido discurso oficialista, lo que debería aumentar sus costos como bien argumentan, todo un reto revolucionario para apostar por una industria que no recibe turistas por encima del 30% de ocupación hace un quinquenio. Increíble, diría yo, tremenda hazaña del gobierno que ha logrado evadir el embargo enemigo, responsable de los problemas que aquejan al pueblo cubano, y priorizan la construcción de semejante edificación en la estrenada esquina de 23 y K.

Sobre los cimientos de este coloso nadie habla, según cuenta la memoria colectiva profesional, el incremento de precio que tuvo la construcción del vecino (Habana Libre) fue de padre y señor nuestro. Resulta que el suelo, dicen que es roca cavernosa, por lo que cuentan que a los vecinos les salía el concreto de los cimientos por los baños y los tragantes de piso. ¿Qué solución dieron a los cimientos en la Torre más alta de La Habana?, es una interrogante de la cual no escucho a nadie hablar. ¿Cómo se comportaron los costos de los mismos en relación a una construcción convencional?, este tipo de información sería de utilidad compartirla para la superación de los profesionales del gremio, alguien de los involucrados bien podría hacer una publicación y así ilustrarnos, igual de pronto al conocer esa información los cuentos de la construcción del Habana Libre serían solo un mito urbano contado con el exceso de colores que caracteriza a todo aquel que se reconozca cubano.

Queda mucho trabajo por desarrollar, aun está la etapa mas compleja para realizar la apertura de un nuevo Hotel, instalación de los materiales de acabados, amueblamientos y decoración de los diferentes ambientes, así como la implantación de todos los sistemas tecnológicos. Creo que Philip Starck no está muy ocupado, ahí se los dejo como una buena sugerencia, igual es francés y no creo que los americanos puedan coartarle ese tipo de colaboración como parte del “bloqueo”. Lo que si podemos asegurar es que los acabados de esa torre llegarán a ser más costosos que la estructura de obra gris que hoy se puede apreciar, incluyo todos los sistemas y sub-sistemas que requiere un hotel de esas características, esto sin contar con los tiempos de ejecución requeridos para la puesta en marcha, los que duraran (según mi experiencia) más de un año, –si no se les ocurre hacer un nuevo “récord revolucionario” y lo terminan antes-, algo que deben tomar muy en serio, no sea que les ocurra lo mismo que cuando inauguraron el Hotel Hilton en la Habana y días después llegó el Comandante y mando a parar.

Otro tema que se puede alegar es el desarrollo de los servicios de hotel en estructuras de gran esbeltez, los que terminan por duplicarse encareciendo la inversión inicial, así como también incide en los costos operativos, los cuales mínimo serán multiplicados por el simple hecho de lidiar con una verticalidad excesiva. Este punto que denota una condición perpetua, es ampliamente conocido para todos los que hemos desarrollado hoteles, tema al que le prestan especial atención los operadores hoteleros que luchan en controlar sus costos operativos. El punto de equilibrio en materia de esbeltez no solo es una imagen descompensada en la silueta urbana –que ya es un tema para poner el grito en el cielo-, sino que en parámetros funcionales produce un incremento en materia de mantenimiento, servicio de ama de llaves, alimentos y bebidas, flujos limpios y sucios, accesos de servicio en áreas de elaboración de alimentos y ubicación de las diferentes cocinas que un hotel de semejante dimensión requiere, todo un reto para quien lo diseña, lo que continuamente en el proceso termina por traspasar sus encrucijadas funcionales a novedosos sistemas tecnológicos y a su vez a la futura operación que incrementará sin dudas la empleomanía. Claro que al no existir referentes, todo el ambiente puede estar plagado de optimismo y novedad, algo lógico, ser autor de semejante obra y estar involucrado en ella es un reto sin duda interesante, mucho más en un país donde a los profesionales les engavetan proyectos que nunca logran ser construidos y por tanto están habidos de una realización personal, lo cual es perfectamente entendible, a tal punto que en mi yo interior dentro de todo lo negativo que tiene el proyecto, se que es un proyecto impuesto al que hay que dar soluciones estructurales, hidrosanitarias, eléctrica, climáticas, mecánicas, corrientes débiles (sistemas especiales), dirección de obra, organización de obra, protección e higiene del trabajo, arquitectura de interiores, etc. Con sinceridad me alegro por ellos, tienen trabajo, tienen un gran reto y están haciendo lo que saben, en su mayoría grandes profesionales muy competentes.  Mis respetos para ellos, aún cuando lamento que la necesidad de desarrollo y realización los haga involucrarse en un proyecto que perdurará en la memoria colectiva como el monumento a la torpeza, pero dentro todo lo malo siempre hay cosas buenas y estoy convencido que contará de innovaciones en su realización, valoradas por un selecto grupo que podrá apreciarlo, personalmente reconozco que yo hubiera preferido estar de la acera del frente vendiendo helados antes de involucrarme en semejante sacrilegio, pero bueno, creo que todos tienen el derecho de elegir sus batallas.

El terreno que estaba reservado para hacer una obra –quizás– de esta magnitud, fue utilizado para desarrollar la heladería Coppelia, una obra de la cual su propio autor no podía creer que se emplearía para vender helados. Solo a modo de cultura general, en ese terreno existía el Hospital Reina Mercedes que era administrado por un claustro de monjas a las cuales un banquero les compró el terreno y como parte del trato, ¿adivinen?, les construyó un hospital con todos los avances de la época en el mismo Vedado, hoy conocido como el Hospital Fajardo, por ahí saquemos cuenta cuánto podría haber costado el terreno del Coppelia. Imaginen ahora, desde el punto de vista financiero, como negocio de bienes raíces, que alguien decidió construir una heladería sobre ese terreno, la pregunta que se impone es: ¿Cómo pretendían amortizar el valor del terreno vendiendo helados? La próxima pregunta que se hizo el diseñador fue: ¿Si diseño una heladería, que probabilidades tengo de terminar preso por malversación?, pues puedo dar fé que estas preguntas se las hizo mi apreciado profesor y amigo el maestro Mario Girona cuando le asignaron la tarea de lo que hoy es un ícono de la arquitectura habanera: Coppelia.

Como arquitecto no puedo acoger con beneplácito una inversión que atente contra la composición urbana de una ciudad que debería ser preservada, la cual hay que recuperar aceptando su naturaleza. Esto lograría controlar gastos excesivos e innecesarios, así como aliviará la sustitución de infraestructuras de servicios que deberán ser remplazados sin mayor dilación, a las que les vendría muy bien no producirles nuevas demandas que las originales, las cuales ya solucionar será un costo importante para la economía nacional. Esto en mi opinión sería lo más cauto para poder desarrollar simultáneamente otros rubros de la economía que requieren igualmente ser tratados para llevarlos a una operatividad y productividad correcta.

Venga de donde venga la inversión de esta Torre, promovida por quien la haya promovido, aprobada por quien la haya aprobado, sea el propósito del bando político que sea, personalmente, no tiene, ni tendrá jamás mi aprobación. Precisamente estos son los horrores que no deberían ocurrir, “vergüenza contra dinero” colegas, la historia de la nación cubana es mucho más que el accidente por el que transita.

 

 

 

 

5 comentarios

  1. Por. Ernesto Fundora
    Muy de acuerdo con tus consideraciones querido Bertin. Esa obra resulta una oda al priapismo revolucionario, tal vez el último suspiro de un cadáver que en medio de su ruina presume virilidad. No hablemos del mal gusto y de la asonancia con el entorno del Vedado. No les basta con rascarle a nuestros bolsillos y a nuestro dolor, también pretenden rascarle al cielo. Invocación de un témpano, sarcófago castigado por la sentenciosa verticalidad, arrogancia desprovista del más ínfimo pudor ante la pobreza que lo ronda. Por fin la desfachatez se pone en evidencia, y la impunidad del estado carcomido por sus mafias obtiene su merecido monumento. Es la hora del desparpajo. Sálvese quien pueda. Quien esté libre de pecado, que tire la primera Selfie.

      1. Su nombre me recuerda un Edelberto Diaz que fué Consul en Holanda hace muchos años…. Su padre?

        1. Es correcto yo soy su hijo.
          Es cierto que fue hace muchos años, para entonces ni siquiera había planes de mi existencia…
          Muy buena memoria la suya.
          Saludos.

  2. -Este es la respuesta que doy al comentario que compartió sobre este articulo mi colega Rafael Muños en mi muro de Facebook. Me gustaría hacerla extensiva a todos los lectores interesados en el tema, ya que abordo lo que entiendo debería interesar mas a la población cubana-.

    Reconozco que eres un gran profesional, ahora con esta nota definitivamente esta mas que confirmado que las inquietudes son irrefutablemente validas. Reconozco que algunas ya las tenia anotadas en mi mente, las situaciones son lógicas que ocurran en una edificación destinada a la función hotelera, una industria muy bien planteada donde hay poco margen de error entre los profesionales que se dedican a trabajar en ella, todo esta calculado a niveles de relojería suiza, cada elemento debe encajar y requerir lo justo para que sea rentable, no hay experimento al respecto; se puede afirmar que no hay nadie mas conservador y ortodoxo que un hotelero, una vez que logra un producto con su sello, no hay quien los saque de allí, algo, que para quienes no han estado vinculados al tema les cuesta mucho imaginar.
    Ahora bien, los principales problemas de este Hotel son: (y esto sí lo someto aquí públicamente y quedo a la espera de que se animen a rebatirlo)
    1. El costo operativo de un hotel debe poder cubrirse como máximo con el 30% de su ocupación, este hotel estará cerca del 50% de ocupación para cubrir sus costos operativos, un parámetro que lo saca del mercado y resultara poco atractivo para ser operado por un una compañía responsable.
    2. La amortización de una inversión inmobiliaria incluyendo todo lo que contiene un hotel, dígase equipamiento, mobiliario, etc…debe estar entre los 8 y 12 años, la inversión de este edificio no estará por debajo de los 20 años para lograr su amortización, lo que indica que esta fuera de los estándares considerados por la banca para realizar un préstamo comercial, ya que no encaja con los estándares del mercado financiero.
    3. El requerimiento de hacerlo un edifico auto suficiente en materia de infraestructura de servicios, entiéndase suministro de agua potable y sus respectivas reserva, suministro eléctrico con sus bancos de transformadores y grupos electrógenos, planta de tratamiento de aguas residuales para evitar verter los sólidos producidos a una red que no tiene capacidad de asimilarlo, sistemas de bombas para distribución de agua (temperatura ambiente, agua caliente y agua fría), con sus controles de fugas regulados por válvulas de equilibrado, calderas de apoyo para cuando los intercambiadores de calor de las torres de enfriamiento no puedan producir agua caliente, el suministro de Gas licuado requerido para el funcionamiento de las calderas y todos los equipos de las diferentes cocinas (distribuidas en diferentes niveles), así como el necesario servicio de lavandería, almacenamientos de insumos y productos inflamables; todo esto sin aun poder ver los planos del proyecto, es obvio que se concentrara en el sótano, -recordemos que el lote fue conocido por años como «el hueco» ya que resulta una notoria depresión en la topografía, teniendo una diferencia de unos 15 metros aproximadamente por debajo de la cota de nieve en que se encuentran las calles aledañas- por lo que el sótano tendría entre 4 a 5 niveles, su losa de entrepiso mas profunda esta sin duda alguna por debajo de la invertida del sistema de alcantarillado actualmente en operación, por lo que requerirá apoyo de un sistema de bombas que achiquen el agua en caso de posible inundación. En esta área soterrada debieron solucionar el anden para la recepción de alimentos e insumos, así como el área destinada a los desperdicios y basuras, todo muy predecible. Pero resulta que las dimensiones de estos sistemas guardan una relación proporcional al riesgo que podrían originar si algo fallase, algo que las empresas aseguradoras toman muy en serio, -y aquí aparece un costo adicional a pagar todos los meses para garantizar las coberturas que imponen cumplir las empresas de turoperadores y así dejar por sentado que sus clientes están a buen resguardo-.
    Sobre el punto concerniente a las regulaciones de la NFPA (o cualquier norma internacional reconocida en materia de prevención , detección y extinción de incendios), aun no me entero que se haya previsto un helipuerto para labores de evacuación, sabemos que las escaleras de los carros de bomberos no sobrepasan los 25 pisos de altura, por lo que ya vemos las escaleras de evacuación (un edificio de estas características debería tener mínimo dos escaleras de evacuación presurizadas) obstaculizando la distribución funcional en cada nivel, en el uso del área por nivel hay que contar las baterías de ascensores, los de alta velocidad para clientes, en los edificios con estas alturas se crean dos baterías de asesores de alta velocidad para clientes, los que podrían ser en total entre 4 o 6 ascensores, ademas de los elevadores para funciones de servicio los cuales tendrán que compartir: Alimentos y Bebidas (A+B), Cocina, Mantenimiento y Ama de Llaves. Todos estos elementos consumen áreas en planta y tienen una naturaleza muy parecida a la de una columna vertebral, no hay escoliosis en materia de circulación vertical mecanica. Pero la realidad es que como bien plantea el Arquitecto Muños unas de las incógnitas de este tema es la extinción y las soluciones previstas para este tema ¿en La Habana agua…?
    Bien, todo esto es lo que da mi imaginación según mi experiencia y seguro que habrá quien ponga en duda que aun no he visto el plano del proyecto, pero esta profesión te entrena la mente para imaginarlo. Otro dilema interesante que deben haber abordado es solucionar el área de piscina, por mucho que quieran va difícil cumplir con la relación normada de galones de agua por habitaciones y lamentablemente será el charco simpático y acogedor donde todos no podrán usarla al mismo tiempo porque no caben ¿todos los clientes dándose un chapuzón a la vez….? Pero bueno es un hotel de ciudad que admite otro tratamiento en estos temas. Imagino que en el SPA se la van gastar, habrá Sala de Cine para clientes que amen la pantalla grande, ¿vamos de 5 estrellas verdad?
    Los restaurantes serán tema serio para encajarlos en un solo nivel, será trabajo complicado, por lo que la cocinas irán en los niveles contiguos, solución que sabemos va encareciendo los costos de servicio y duplica la inversión en equipamiento; y sin remedio todo lejos de las áreas de almacenamiento para hacer mas divertidas las cosa. Así lo imagino -pido a gritos alguien que tenga la amabilidad de hacerme llegar los planos del proyecto-, solo para hacer el ejercicio de cuan equivocado estoy.
    Pero regresando a los 3 puntos vertebrales inicialmente expuestos y que para mi son los que merecen toda nuestra atención, concluyo que esta obra que pretende implantar récord al mejor estilo revolucionario y que a la mirada de una población que en su gran mayoría es incapaz de poder cuantificar estos parámetros, soñaran que las ganancias que se producirán con este coloso, ayudaran a solucionar sus problemas con mayor rapidez. Lo que menos imaginan -esta es la mala noticia- que este gigante es un auténtico espejismo en materia de recaudación financiera, un experimento que lejos de revaluar, devalúa, dejándole sobre la mesa un serio problema a la ciudad y en particular a mi natal Vedado.
    Esta es la verdadera razón por lo que le llamo «capricho», porque no es mas que un irresponsable capricho, que provoca vértigo, asumiendo la definición de vértigo al mejor estilo de Milan Kundera, el cual define «vértigo» como todo aquello que te atrae y seduce, pero que no puedes pagar el precio de tenerlo. La tentación de desarrollar tan ambicioso y descomunal proyecto, debió dar pánico desde el primer momento en que se esbozó la idea, lo que debería haber producido esa sensación de cuando quieres algo y no puedes tenerlo, lo que para Kundera es el auténtico vértigo.
    ¿Cuánto le ha costado producir el dinero que está invirtiendo en este proyecto al gobierno cubano? ¿De dónde salió este dinero que se gasta con tanta ligereza? serian buenas pregunta ¿verdad?.

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