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En medio de la peor crisis del siglo en Cuba, el Gobierno invierte en campos de golf, delfinarios y centros de buceo

Las inversiones inmobiliarias relacionadas con el golf incluirán 'actividades turísticas y el comercio de propiedades para extranjeros'.

Campo de golf en Varadero.
Campo de golf en Varadero. MINISTERIO DE TURISMO / FACEBOOK

 

 

A menos de 24 horas de que las autoridades del Ministerio de Energía y Minas de Cuba reconocieran que la solución para la crisis de generación de energía eléctrica y, por consiguiente, para los apagones, tomará tiempoel Grupo Empresarial Cubasol anunció inversiones para la creación de nuevos parques acuáticos, delfinarios, campos de golf y otras atracciones para los turistas que visiten el país.

De acuerdo con un reporte de la oficial Prensa Latina, esa entidad estatal, que se encarga de la administración de la infraestructura extra hotelera y de los desarrollos inmobiliarios vinculados al turismo en Cuba, pretende hasta 2030 conseguir los recursos para ampliar sus instalaciones, incluyendo en ello el empleo de capital foráneo.

Según Alex Mulet, vicepresidente de Cubasol, en los próximos ocho años el grupo tiene alrededor de 150 proyectos que aspira a concretar, entre ellos parques recreativos, de aventuras y la ampliación de las actividades náuticas.

Unos 40 deben estar terminados antes de 2026, varios de ellos en Cayo Coco, así como en Cienfuegos, Sancti Spíritus, Varadero y Holguín.

A esas inversiones se suman otras en parques acuáticos, delfinarios, infraestructuras para la realización de excursiones en bote y la visualización de atractivos naturales, además de la práctica del cable ski y buceo, dijo la directora comercial del grupo, Yudaysi Lazo

Otra área de desarrollo para Cubasol es la inmobiliaria, vinculada a los campos de golf. Sobre ello, el director general de Cuba Golf, Rubén Forés, comentó que hoy existen empresas mixtas dedicadas a ello: Carbonera S.A., en Matanzas; El Salado S.A., en Artemisa; y Punta Colorada, en Pinar del Río.

En tales inversiones se establecerán proyectos inmobiliarios relacionados con la práctica del golf, así como «actividades turísticas y el comercio de propiedades para extranjeros», dijo Forés.

Pese a que los cubanos sufren una dura escasez de productos básicos, como alimentos y medicinas, el Gobierno no cesa de invertir en hoteles y otras atracciones, pese a que la recuperación de la industria del ocio tras el parón a causa de la pandemia del Covid-19 va más lento de lo esperado.

Según datos oficiales, entre enero y junio de 2022 llegaron a Cuba 987.008 viajeros internacionales, lo que representa un incremento del 557,3% con respecto al mismo período de 2021.

Esa cantidad, equivalente a 567.972 visitantes internacionales más que el año pasado o, lo que es lo mismo, a un aumento del 596,3%, no alcanza para que el régimen cubano cumpla su meta de recibir 2.5 millones de turistas en 2022.

Aun si esa cifra correspondiera solo a turistas internacionales y no incluyera además los viajes de negocios o por motivos personales, de mantenerse ese ritmo durante el segundo semestre de 2022, a Cuba le faltaría poco más de un millón de turistas para cumplir el plan gubernamental.

El turismo representa la segunda mayor partida del producto interior bruto cubano (PIB), y es además la segunda fuente más importante de divisa extranjera fuera de las «misiones» médicas que exporta el régimen.

El sector turístico estatal prevé concluir este año con 84.906 habitaciones hoteleras, un 5,7% más que el ejercicio previo. Esto, debido a que el Gobierno cubanoinvirtió allí casi 1.500 millones de dólares en los últimos dos años.

Sin embargo, el economista Pedro Monreal afirmó en junio pasado que, incluso si Cuba recibiera los 2.5 millones de turistas planificados para 2022, buena parte de esas nuevas habitaciones serían innecesarias.

 

 

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