El Ejército ruso se desmorona en el este de Ucrania y acelera la contraofensiva ucraniana
«Unas cuantas victorias más y saldrán corriendo», dice el ministro de Defensa de Kiev sobre las tropas de Putin
El avance de las tropas ucranianas en su empeño de echar a los rusos de la región de Járkov está siendo mucho más rápido de lo que habían vaticinado los especialistas en asuntos militares. El Ejército de Kiev, que el viernes izó la bandera de Ucrania en los principales edificios oficiales de la localidad de Balakleya, este sábado se ha hecho también con Kupiansk, importante nudo de transporte ferroviario, vital para la logística del Ejército ruso, e Izium, ciudad situada un poco más al sur y bastión principal del dispositivo bélico ruso en la zona. El Ministerio de Defensa ruso ha llamado a esta retirada de sus tropas «reagrupamiento de fuerzas».
Las autoridades ucranianas confirmaron esta mañana la captura de Kupiansk. Lo anunciaba la asesora del jefe de la Administración regional de Járkov, Natalia Popova, que ilustra su comunicado en Facebook con una fotografía de soldados ucranianos en el centro de Kupiansk agitando banderas de su país. Por su parte, el exministro de Defensa de los separatistas de Donetsk, Ígor Guirkin (Strelkov), ha ratificado a través de su canal de Telegram que las fuerzas rusas «se han retirado de la parte occidental de Kupiansk, aproximadamente los dos tercios de toda la ciudad».
Guirkin deplora que el mando ruso se ampare en que el abandono de Kupiansk «es la decisión táctica correcta para organizar la defensa en las afueras», pero considera que no es más que una justificación infundada. El antiguo jefe militar prorruso estima que «estamos ante una crisis operativa aguda –de las tropas rusas– en un amplio sector del frente, que se ha convertido en una gran derrota».
Guirkin cree que «de nuestra parte ahora, sólo podemos hablar de cómo detener la profundización del enemigo y evitar que la derrota operativa se transforme en estratégica». «Aunque, de hecho, ya lo es. El enemigo ya ha ganado la batalla de la iniciativa y ahora deberíamos plantearnos cómo evitar que las fuerzas ucranianas rodeen y destruyan grandes formaciones de nuestras tropas», que han quedado cercadas y sin suministros, se lamenta Guirkin.
Cortar suministros
La Inteligencia británica cree que el Ejército ucraniano «está bloqueando a las unidades rusas cerca de Izium y se están preparando para privar a Rusia de la línea de suministro con destino a Donbass». Los canales de Telegram ucranianos sostenían ayer que las tropas rusas efectivamente abandonaron Izium. El asesor de la Presidencia de Ucrania, Oleksiy Arestóvich, ha declarado en un vídeo publicado en Youtube que los rusos en Izium están prácticamente aislados, cientos de ellos perecieron en los últimos combates y varios cientos más fueron hechos prisioneros.
Avanzada ya la tarde, el mando militar ucraniano informaba que sus unidades habían tomado ya Izium. Han aparecido vídeos en las redes sociales de la entrada en la ciudad de las tropas ucranianas. En declaraciones a la agencia rusa TASS, el responsable de la Administración prorrusa de Izium, Vladislav Sokolov, había dado cuenta poco antes de la evacuación de los civiles. Tanto allí como en muchas otras localidades de la zona, bastantes civiles huyen por miedo a que los soldados ucranianos puedan arrestarlos y acusarlos de colaborar con las fuerzas rusas.
Según la agencia ucraniana UNIAN, el servicio de prensa de Rusia Unida, el partido del Kremlin, informó este sábado del traslado del personal de sus sedes en las zona de ocupación rusa y de algunos de los dirigentes designados por Moscú en estos centros de población a la ciudad de Volchansk, situada a 10 kilómetros de la frontera con Rusia, pero, a última hora de la tarde, el Ejército ucraniano se encontraba ya en las inmediaciones.
«Unas cuantas victorias más y los rusos saldrán corriendo», ha manifestado durante las últimas horas el ministro de Defensa del Gobierno de Kiev, Oleksii Réznikov, en una entrevista a la edición ucraniana de RBK. Como había adelantado Guirkin por la mañana, las fuerzas ucranianas han llegado realmente hasta Limán, en la región de Donetsk, y a Lisichansk, en la de Lugansk.
Lo corroboran el líder prorruso de Donetsk, Denís Pushilin, y el jefe de la Administración ucraniana de Lugansk, Sergiy Gaidai. En un vídeo en su canal de Telegram, Pushilin reconoce que «la situación en Limán es muy difícil (…), se están produciendo además combates en otras localidades cercanas».
Limán fue arrebatada por el Ejército ruso a las fuerzas ucranianas a finales de mayo. Días después, el 3 de julio, Ucrania perdió Lisichansk, la última población que les quedaba a los rusos para completar la ocupación de toda la región de Lugansk. Ahora parece que podrían cambiar las tornas.
La versión de Moscú
Sin embargo, el portavoz el Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, ha sostenido en su comparecencia de hoy mismo que el repliegue de las tropas de Moscú ante el empuje ucraniano es una «reagrupamiento» de fuerzas. Según sus palabras, «para lograr los objetivos declarados de la Operación Especial Militar de liberar Donbass, se tomó la decisión de reagrupar las tropas rusas estacionadas en las regiones de Balakleya e Izium, a fin de intensificar los esfuerzos en la dirección de Donetsk».
Pero lo cierto es que bajo el control de las tropas rusas, solo quedan las áreas más orientales de la región de Járkov, situadas junto a la frontera rusa. Se trata del mayor avance de las tropas ucranianas desde que el Ejército ruso abandonó las regiones de Kiev, Chernígov y Sumi en marzo.
Las tropas ucranianas lanzaron la contraofensiva en el sureste de la región de Járkov el pasado martes, logrando avanzar en un profundidad de 50 kilómetros, lo que parece indicar que fue una sorpresa para las fuerzas rusas. En realidad, el anuncio de la contraofensiva en Jersón debió ser una estratagema de Kiev para obligar a Moscú a desviar allí tropas y dejar desprotegidos los frentes en las regiones de Járkov, Donetsk y Lugansk.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó este viernes que «más de treinta zonas de la región de Járkov fueron liberadas». Dijo tener la esperanza de que su Ejército siga «avanzando gradualmente» para recuperar las localidades ocupadas por Rusia desde el 24 de febrero, cuando el presidente Vladímir Putin ordenó el inicio de la invasión.
En su discurso, Zelenski instó a los habitantes de estos territorios a informar a los militares ucranianos de los crímenes cometidos por los «ocupantes», con el objetivo de recabar el mayor número posible de pruebas.