Eduardo Fernández: Alerta
Alerta Las elecciones presidenciales del año 2018 las ganó la abstención. Nicolás Maduro llegó de segundo. Como la abstención no tenía candidato, el CNE proclamó como presidente a Maduro. |
Esto podría volver a ocurrir en el año 2024. Es lo que el gobierno está buscando. El gobierno sabe que nunca más volvería a ganar una votación con mayoría absoluta. Pretende perpetuarse en el poder con una minoría de votos contando con dos cosas: la abstención de un elevado porcentaje de electores y la división del resto. La abstención viene ganando elecciones desde 1993 cuando superó el 40 % de los electores. Ahora podría volver a ganar por la ausencia de una alternativa democrática, ilusionante, capaz de motivar al electorado para que acuda masivamente a las urnas electorales. Por el gobierno no podemos votar porque es muy malo. Por la Alternativa Democrática tampoco podemos votar porque no existe. En las últimas elecciones presidenciales en Venezuela, buena parte del liderazgo opositor, una vez que comprobaron que no lograban ponerse de acuerdo en una candidatura presidencial de consenso, resolvieron llamar a la abstención. De esa manera, le regalaron 6 años más a Maduro en Miraflores. Ahora muchos de esos mismos partidos se pronuncian a favor de la ruta electoral. Ya no esgrimen el argumento de que no existen condiciones para concurrir. Nada ha cambiado, pero, por lo visto, ahora sí podemos participar en las elecciones. Con Maduro en Miraflores, con el CNE dominado por el gobierno y con la Operación República en manos del mismo General Padrino. El problema es que la credibilidad de esos partidos ha disminuido notablemente. Ahora proponen un mecanismo de Primarias para escoger un candidato de unidad. Misión imposible, por cierto, porque son demasiados los elementos que conspiran contra esa pretendida unidad. Una Alternativa Democrática es mucho más que una alianza de partidos opositores. La Alternativa supone por lo menos cuatro elementos: un programa serio, atractivo e ilusionante. Una organización eficiente, una estrategia inteligente y un candidato capaz de convocar a la unión de los venezolanos. Como lo hemos dicho muchas veces, hay que conjugar tres verbos: ganar, cobrar y luego gobernar. Para lograr con éxito esos tres objetivos hay que pensar en grande, con patriotismo y con inteligencia. Venezuela lo reclama. Seguiremos conversando.
|