La ola de protestas contra los apagones y por la libertad sigue creciendo en Cuba
"El pueblo unido jamás será vencido" y "¡Que se vayan!", gritaron este lunes en Bejucal, Mayabeque
«La gente empezó a tocar los calderos desde las casas, con el apagón, luego se sumó más gente y nos reunimos todos frente al Partido«. (Captura)
Los dirigentes del Partido Comunista en Bejucal tuvieron que soportar los gritos de gritos de «Libertad en Bejucal», «El pueblo unido jamás será vencido» y «Que se vayan», que sirvieron de arenga a las protestas de la noche de este lunes en ese municipio de Mayabeque.
«Es demasiado lo que tienen con nosotros», contó a 14ymedio Magalys, que salió a las calles con su hijo pequeño. «La gente empezó a tocar los calderos desde las casas, con el apagón, luego se sumó más gente y nos reunimos todos frente al Partido», dice.
Marchaban en bata de casa las mujeres; los hombres, sin camisa o con un pulóver sirviéndoles de máscara, para evitar la identificación. Toda cautela es poca a la hora de proteger los rostros: varios videos muestran a los agentes de la Policía, celular en mano, grabando de lejos a los manifestantes.
«No reprimieron anoche porque hoy revisarán los videos e irán a buscar a la gente que reconozcan», razona Magalys. «Es la nueva estrategia».
La mujer explica que el pueblo está dividido en dos circuitos eléctricos y que los apagones, por turnos, son de nueve horas. «Quitaron la corriente a las nueve de la mañana y la pusieron alrededor de las seis», afirma, a lo cual la población, aunque inconforme, se ha acostumbrado. Sin embargo, dos horas más tarde volvieron a suspender el servicio eléctrico.
«La justificación es que la Empresa Eléctrica había recibido instrucciones del Gobierno para, después de dos o tres horas, programar otro apagón, porque el déficit de corriente es demasiado grande en el país», refiere.
«Los gritos no eran solamente ‘¡pongan la corriente!’, sino ‘¡libertad, libertad, libertad!’ y ‘¡que se vayan!», asegura Magalys. «En nuestro circuito, que es donde está el Partido, pusieron la corriente enseguida».
«Enseguida cortaron la conexión a internet, claro», agrega. Lo más decepcionante, lamenta Magalys, es que la mitad de Bejucal –que ya tenía electricidad– se quedó mirando la protesta como si no tuviera nada que ver con ellos. «Habría cientos de personas, pero yo esperaba más masividad. Mucha gente estaba parada en las puertas».
Todo terminó sobre las 22:00 horas, sin represión, pero con un registro minucioso de los hechos por parte del Ministerio del Interior.
«¡Vamos, únete, Caibarién!» y «¡Cuba, bótate!», fueron las arengas de la protesta, que se extendió hasta el parque La Libertad, donde está la sede del gobierno municipal
Sobre esa misma hora, en Caibarién, Villa Clara, un hombre gritaba «¡el día de la libertad puede ser hoy!», mientras grababa a duras penas con su teléfono móvil la marcha de los manifestantes. Mujeres, padres con sus hijos sobre los hombros, ancianos, choferes de bicitaxis y motos eléctricas avanzaban por las calles de este municipio de Villa Clara.
«¡Vamos, únete, Caibarién!» y «¡Cuba, bótate!», fueron las arengas de la protesta, que se extendió hasta el parque La Libertad, donde está la sede del gobierno municipal. «¡Sí se puede!», gritaron los vecinos al ganar el punto más céntrico del pueblo.
Quien filmó la manifestación aclaraba una y otra vez que se trataba de una marcha pacífica. «La violencia la ponen ellos», dijo, en referencia a las golpizas de los policías y las «brigadas de respuesta rápida» para reprimir a quienes salen a las calles.
Varias protestas como estas se produjeron este 10 de octubre, fecha significativa por tratarse del día del inicio de las guerras de independencia en la Isla, por todo el territorio nacional. Aunque hay reportes de manifestaciones y cacerolazos en otros municipios de Mayabeque como San José de las Lajas, Güines, Nueva Paz y Jaruco, además de en otras localidades de Camagüey, Las Tunas, Holguín y Santiago de Cuba, la información con la que se cuenta es muy fragmentaria.