Meloni exime a médicos y enfermeros de vacunarse: «Basta de ideologías sobre el Covid»

En el primer Consejo operativo del Gobierno de Giorgia Meloni ha aprobado un decreto que supone una discontinuidad con la política sanitaria del Ejecutivo de Mario Draghi en relación con el Covid, al rehabilitar, antes de lo previsto, a 4.000 sanitarios que no se habían vacunado. Además, aprueba una serie de decretos que marcan la nueva etapa de ley y orden en la nueva era Meloni. Así, persigue la celebración de las fiestas ‘rave‘ con duros castigos. Por otro lado, endurece también la normativa para que los condenados por mafia y terrorismo no reciban beneficios penitenciarios si no colaboran con la justicia. «La lucha a la mafia es un objetivo del Gobierno», dijo la primera ministra en rueda de prensa.

Ante la necesidad que tiene Italia de sanitarios, el Gobierno Meloni ha anticipado en dos meses la vuelta al trabajo de 4.000 sanitarios que no se habían vacunado. Además, desde el primero de noviembre los médicos y enfermeros no tendrán la obligación de vacunarse. La medida ha sido muy criticada por el líder del Partido Democrático, Enrico Letta, en Twitter: «El gobierno de Meloni hizo su primera elección en su debut del Consejo de ministros. Ha premiado a los antivacunas. Era difícil un peor inicio». Las mascarillas se mantendrán en los hospitales. La primera ministra ha destacado la discontinuidad con la gestión anterior de la pandemia, cuya lucha se había enfocado de una forma ideológica, según Meloni. «El tema de la ciencia no se afronta con un enfoque ideológico, sino con evidencias científicas que sustenten las medidas. En el pasado se han tomado innumerables medidas que no estaban basadas en evidencia científica», manifestó Giorgia Meloni en rueda de prensa tras el Consejo de ministros. «Vamos a proceder -añadió- con medidas efectivas, con una información mucho más clara. Italia es la nación que ha adoptado las medidas más restrictivas, pero ha tenido las tasas de letalidad más altas. Algo no funcionó. El Covid se ha convertido en un tema de campaña electoral, se ha vuelto ideológico y esto no nos ha ayudado a tomar medidas efectivas y al que decía otra cosa se le señalaba como un monstruo».

Giorgia Meloni también anunció algunas medidas para contrarrestar las fiestas «rave» ilegales, a la luz de la muy comentada que se ha organizado durante el fin de semana. Unas 3.000 personas procedentes de diversos países europeos se reunieron en una nave industrial abandonada de Módena. El Gobierno ha decidido introducir un nuevo delito, el de «Invasión para reuniones peligrosas», que contempla, entre otras, penas de prisión de 3 a 6 años y multas de entre 1.000 y 10.000 euros. Con este decreto urgente, cargado de simbolismo, Giorgia Meloni ha explicado que se ha querido enviar el mensaje de que a Italia no se puede venir a delinquir: «Esperamos, con la regla de las fiestas rave, no ser diferentes a otras naciones europeas».

«En el pasado -añadió Meloni- la impresión que ha dado Italia es de laxitud en el tema del respeto de las normas y la legalidad«. Ahora »la voluntad política hace la diferencia« y »la señal es que uno no puede venir a Italia a delinquir« porque »hay reglas que se aplican«. »Es un buen factor disuasivo para aquellos que vienen de toda Europa pensando que tienen una vida fácil en Italia«, dijo la primera ministra Meloni.