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Rafael Cadenas, premio Cervantes 2022: «Trabajo cada día en mis poemas… la lengua es la patria del escritor»

Es el primer autor de Venezuela que recibe este galardón

                                                               Rafael Cadenas EFE

 

Al otro del océanoRafael Cadenas (Barquisimeto, Venezuela, 1930) levanta el teléfono en una habitación ocupada por los libros y dice: «Todavía no me he recuperado de la noticia». Y no es un golpe, aunque también, porque le acaban de comunicar que es el premio Cervantes 2022, el galardón más importante de nuestras letras. «Aún no he pensado en nada, sigo conmocionado. No sé ni si voy a poder ir a España a la ceremonia. Estoy un poco limitado por los años».

A Cadenas le pesa el cuerpo, pero no el espíritu, tal vez porque un poeta siempre es un niño, y porque el tiempo, a veces sí, es relativo. A sus noventa y dos años escribe todos los días. Anda ahora revisando el material que se le ha quedado inédito desde los sesenta, montones de papeles manuscritos, cuadernos, materiales varios. «Trabajo cada día en mis poemas. En cosas que no he publicado por descuido. Y estoy preparando un pequeño libro sobre Rilke, que era checo pero escribía en alemán. Aunque la lengua es la patria del escritor… Estoy en eso», suelta, como si fuera eterno.

Su último poemario, ‘Contestaciones’, lo publicó en 2018. Y el primero, ‘Cantos iniciales’, es de 1946. Entre medias, más de siete décadas y una veintena larga de títulos que se han traducido al francés, al italiano y al inglés. Ahí están ‘Derrota’(1963), ‘Falsas maniobras’ (1966), ‘Intemperie’ (1977), ‘Amante’ (1983), ‘En torno a Basho y otros asuntos’ (2016)… Y ensayos que daban cuenta de su biografía lectora, densa, profunda: ‘En torno al lenguaje’, ‘Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística’, etcétera.

«Yo leo muchísimo, sí, lo sigo haciendo. Poetas de todas partes, de todos los países». ¿Y quiénes le han marcado más? «El gran poeta para mí, aunque algunos no lo reconocen como tal, especialmente los académicos, es Walt Whitman [no en vano lo ha editado y traducido, y fue profesor de poesía norteamericana]». «Y un poeta al que descubrí más tarde, pero que modificó mi estilo, mi forma de escribir, fue Henri Michaux», añade más tarde.

Rafael, ¿cómo ve su patria en estos momentos? «Yo vivo muy al margen ya. Vivo encerrado en mi cuarto. Y hay tantos libros aquí que no sé cómo voy a desocuparlo… Apenas salgo. Solo cuando tengo presentaciones de libros, charlas, conversaciones. En unos días voy a presentar una obra de Eugenio Montejo [uno de los grandes poetas venezolanos, fallecido en 2008]. Y tengo algunos compromisos más».

El jurado, en su fallo, celebró la obra de Cadenas porque esta «demuestra el poder transformador de la palabra cuando la lengua es llevada al límite de sus posibilidades creadoras». «El poeta hace destilar de las palabras su esencia deslumbrante, colocándolas en el territorio dual del sueño y la vigilia y haciendo que sus poemas sean una honda expresión de la existencia misma y del universo, poniéndolas también en una dimensión que es a la vez mística y terrenal», continuaba el texto. Y él dice: «Yo leo sobre todo a pensadores. Algo cercano a la filosofía: la física cuántica, que como dijo Wittgenstein, desemboca en lo místico, pero no en la mística tradicional, sino en una apertura que trasciende el yo».

Entonces, ¿va a venir a España? «Ojalá. Pero esa es una pregunta que no puedo responder».

 

Cinco poemas de Rafael Cadenas, premio Cervantes 2022

 

 

 

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