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Putin aprobó la entrega a los separatistas prorrusos del misil que derribó el vuelo MH17 en 2014, según los investigadores

El presidente ruso les proporcionó el Buk Telar que provocó la muerte de 298 personas

                                   Restos del vuelo MH17 que fue derribado en Ucrania. REUTERS

 

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, autorizó personalmente la entrega de sistemas de defensa aérea a los separatistas ucranianos, incluido el sistema de misiles Buk que terminó derribando el vuelo MH17 en el este de Ucrania. Sin embargo, su inmunidad impide demandarle judicialmente por el asesinato de las 298 personas que murieron en esa tragedia.

Estas son las conclusiones a las que ha llegado el Equipo de Investigación Conjunta (JIT, por sus siglas en inglés), el grupo de investigadores de Holanda, Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania, tras casi nueve años de investigación sobre las últimas causas del derribo del avión de Malaysia Airlines, que tuvo lugar el 17 de julio de 2014. El contexto de la investigación es el caso en el que los Gobiernos de los Países Bajos y Ucrania han llevado a Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por el derribo.

«Hay sólidos indicios de que la decisión sobre la provisión del sistema de misiles Buk a los separatistas del autoproclamado R.P. de Donetsk (DPR) fue sido tomada directamente por el presidente de Rusia», ha informado el JIT en una conferencia de prensa en La Haya. Como indicio de peso, citan una conversación telefónica intervenida a un asesor del Gobierno ruso sobre las entregas de armas retrasadas a los separatistas en Ucrania. Putin estaba en Francia en ese momento. En la conversación, quedó grabada la afirmación: «El retraso se debe al hecho de que solo hay una persona que toma la decisión (…) y la persona se encuentra actualmente en una cumbre en Francia». Sin embargo, aunque «se ha encontrado mucha información nueva sobre varias personas involucradas, la evidencia no es lo suficientemente concreta como para iniciar nuevos procesamientos», ha concluido la valoración fiscal.

Los investigadores añaden que Moscú se niega a cooperar, los testigos temen por su vida y el propio Putin tiene inmunidad presidencial. «Esto impide continuar más allá la investigación», ha declarado David McLean, en representación de la Policía federal australiana. Con el sumario publicado, el equipo de investigación internacional ha suspendido la investigación penal por el derribo del MH17. Se encontró «mucha información nueva» sobre las personas que jugaron un papel en el tiroteo. Sin embargo, la evidencia actualmente no es suficiente para un nuevo proceso penal, según los fiscales.

Condenas

El pasado mes de noviembre, un tribunal holandés condenó en rebeldía a dos ciudadanos rusos, Igor Gironin y Serguéi Dubinski, junto con el ucraniano Leonid Khanchenko, por el asesinato de las 298 personas que volaban a bordo del MH17, aunque ninguno de ellos está acusado de haber tomado la última decisión de disparar. Todos ocupaban posiciones de liderazgo con los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania en ese momento y ninguno de los condenados estuvo presente en el juicio. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia acusó entonces al tribunal holandés de ceder ante la presión de los políticos, fiscales y medios de comunicación occidentales.

Los investigadores añaden que Moscú se niega a cooperar, los testigos temen por su vida y el propio Putin tiene inmunidad presidencial

El JIT también ha establecido, a través de conversaciones interceptadas, que el misil procedía de la brigada 53 de Kursk, ciudad rusa cercana a la frontera ucraniana y desde la que se enviaron tres convoyes con vehículos y personal militar a Ucrania en junio de 2014, según ha informado la agencia Reuters. «El JIT ha llegado hasta tres oficiales de la brigada 53, pero su participación en el derribo del MH17 no ha podido ser confirmada por fuentes alternativas, por lo que no harán públicos sus nombres» informan los investigadores, «las autoridades rusas no responden preguntas formuladas, alegando que no había ningún sistema Buk ruso presente en el este de Ucrania».

«Hemos hecho todo este trabajo para encontrar la verdad: qué pasó, por qué y quiénes son los responsables, sobre todo pensando en las familias […] En nuestro trabajo sabemos que hay inmunidades, pero el poder de la investigación es que vamos adelante, paso paso a paso , y si el mundo cambia, podríamos tener opciones nuevamente», subrayó Digna van Boetzelaer, procuradora general adjunta de los Países Bajos. En representación de la Policía Nacional de Holanda, Andy Kraag ha agregado: «En este momento hemos llegado a nuestros límites […] las siguientes respuestas están en Rusia, y mientras no haya cooperación rusa, esas preguntas permanecerán allí». «Hemos llegado a nuestros límites», ha lamentado, con la esperanza de que en el futuro se abran nuevas posibilidades para la investigación que por ahora permanecen vedadas.

 

 

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