El PP de Feijóo
«Hay que derogar el conjunto de leyes que configuran el programa de adoctrinamiento social del PSOE y Podemos»
Una de las cosas que ha caracterizado al Gobierno socialista comunista ha sido su firme voluntad de no legislar para todos. Es una realidad objetiva. Ha roto con el socialismo tradicional, como consecuencia de que su socio es una formación comunista y antisistema como Podemos y de tener unos aliados que odian a España, como sucede con los independentistas y los filoetarras. No se ha buscado el consenso, sino la confrontación. Ha sido la recuperación del espíritu guerracivilista que tanto gusta a una parte de la izquierda política y mediática. La llegada del populismo y la demagogia al gobierno ha sido una catástrofe para la convivencia. Por ello, es acertado que Feijóo quiera legislar «sin sectarismo y para todos», como explicó Borja Sémper en su entrevista en LA RAZÓN. Esto no significa que tenga que ignorar su programa electoral y abandonar la ideología para lograr el aplauso efímero de la prensa de izquierdas. El centro derecha no quiere un gobierno de fríos tecnócratas. Hay que derogar inmediatamente el conjunto de leyes que configuran el programa de adoctrinamiento social del PSOE y Podemos.
Es bueno recordar lo que hizo Zapatero nada más llegar al Gobierno. Rajoy tuvo indudables aciertos, pero se equivocó dejando de lado la ideología, aceptando los enfrentamientos entre los miembros de su gabinete y no actuando con dureza en el tema de la corrupción. En este caso, no era suficiente con pedir perdón e introducir cambios, tenía que haber sido más contundente. Fue ingenuo al pensar que la izquierda mediática, política y judicial no aprovecharía la oportunidad para acabar con su gobierno. Feijóo acierta no renunciando a la defensa del medio ambiente, el feminismo, las políticas para los jóvenes y los sectores más desfavorecidos, porque no es algo que sea propiedad de la izquierda y los pijoprogres. Los socialistas y los aliados quieren la radicalización de la sociedad para movilizar a sus votantes y esconder las cesiones a independentistas y filoetarras, así como la realidad de la situación económica y el desastre de las leyes, como la del «solo sí es sí», que han aprobado. El fuerte crecimiento del PP, que se confirmará en las autonómicas y municipales, podría permitirle gobernar en solitario, aunque no tenga mayoría absoluta. Por ello, la propaganda de la izquierda centra su estrategia en la confrontación y el guerracivilismo.
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)