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Francia Márquez no admite que Cuba es una dictadura, pero dice que Colombia sí lo es

La vicepresidenta asegura que la responsabilidad de lo que se vive en la Isla es de Estados Unidos.

Francia Márquez con Miguel Díaz-Canel durante su visita a Cuba en febrero de 2023.
Francia Márquez con Miguel Díaz-Canel durante su visita a Cuba en febrero de 2023. PRENSA LATINA

 

Francia Márquez, la vicepresidenta de Colombia, no quiso reconocer que en Cuba hay un Gobierno dictatorial, pero aseguró que en su país sí ha habido dictaduras.

En entrevista con la revista Semana, la segunda del Gobierno de Gustavo Petro se negó a aceptar la afirmación de Vicky Dávila, directora de ese medio, quien enfatizó que el pueblo cubano no ha podido elegir su Gobierno.

«¿Pero por qué? O sea, ha sido una dictadura bloqueada, dictadura como usted dice, pero no envía armas. Envía médicos. ¿Eso no es de admirar?», respondió.

«¿Para usted es dictadura Cuba o no?», insistió la periodista. A ello, Márquez terció: «Usted ha puesto el calificativo, yo no lo pongo así. Yo respeto la autonomía de cada pueblo y la soberanía de cada pueblo. Cada pueblo decide cómo se organiza políticamente».

Echando mano a la narrativa reiterada por La Habana, la vicepresidenta aseguró que la responsabilidad de lo que se vive en Cuba es de Estados Unidos: «No ha podido decidir porque ha estado bloqueado, ha estado bloqueado por potencias. Por Estados Unidos ha estado bloqueado», enfatizó.

«¿Usted sabe cuánto se quedó Fidel Castro? Eso es una dictadura», volvió a la carga Dávila. «¿Aquí no la hemos tenido, Vicky?», indicó Márquez en respuesta. «No, aquí hemos tenido elecciones democráticas», respondió la periodista.

«¿Pero qué?», casi pierde la tabla la vicepresidenta. «Con resultados donde la inequidad y la desigualdad es la más grande del mundo… la dictadura y la democracia de un país no se mide solo por lo electoral».

Dávila enfatizó: «Si fuera una dictadura usted no sería vicepresidenta y el presidente Petro no sería presidente». Y Márquez insistió: «No se mide solo por lo electoral, se mide por las transformaciones sociales».

La funcionaria, quien fue duramente criticada tras su reciente visita a Cuba, donde dijo que su Gobierno buscaba replicar el sistema de salud de la Isla, aseguró que esas declaraciones suyas «fueron sacadas de contexto».

Según ella, sus palabras fueron pronunciadas durante una visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde hay alrededor de 1.000 jóvenes colombianos estudiando, quienes «están pasando situaciones difíciles por el tema de la alimentación en Cuba, pero con sus sueños, llorando y diciendo: ‘vicepresidenta, aquí estamos, queremos ser los mejores para volver a nuestro país y contribuir en la salud'».

Sobre sus alabanzas al sistema sanitario de la Isla, enfatizó: «Yo dije que lo admiro, yo lo dije. Admiro el sistema de salud, que apoyó profesionalizar, bloqueado y todo, a miles de ciudadanos, incluyendo colombianos. Porque más de 1.000 se han formado allá y aquí no han tenido la oportunidad, en nuestra nación y en nuestro país. Sí la han tenido en otra nación bloqueada, o dictadura, como usted dice».

«Ojalá nosotros pudiéramos enviar misiones de médicos a trabajar y a contribuir a la salud de otros», deseó.

Márquez evitó mencionar que las llamadas «misiones» de La Habana le suponen ingresos millonarios, mientras los especialistas faltan en hospitales cubanos y el sistema sanitario que atiende al cubano simple está en crisis. Los médicos exportados han sido señalados por relatores y expertos de la ONU, así como por grupos de derechos humanos, por explotación laboral.

En su visita a la Isla, además, pidió que EEUU saque a Cuba de su lista negra de estados que apoyan el terrorismo. Asimismo, desoyó una petición del independiente Comité Ciudadanos por la Integración racial (CIR) para que intercediera a su favor y en contra de la violencia política del régimen.

Durante la entrevista, en la que la vicepresidenta abordó distintos aspectos de su carrera política y vida personal, respondió a las críticas que siguieron a la difusión de unas imágenes de su arribo en helicóptero a su lujosa vivienda después de un presunto plan de atentado en su contra.

En su defensa, dijo que «si fuera blanca y de élite, no estuvieran haciendo escándalo, porque es normal. Es normal que a una persona de élite, que nació en cuna de oro, la transporten en esos equipamientos y esas aeronaves, pero no es normal que una mujer que trabajó en una casa de familia y que ahora es la vicepresidenta de Colombia se transporte en eso. Pues de malas, y lo siento».

«Perdónenme los colombianos por decirlo así, pero de malas. Soy la vicepresidenta de este país, y mientras lo sea, el Estado tiene la responsabilidad de brindarme todas las garantías de seguridad necesarias para yo cumplir con mi tarea como vicepresidenta», enfatizó.

 

 

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