Jim Gordon, extraordinario baterista de rock con una vida muy problemática, muere a los 77 años
El batería Jim Gordon en 1971. En los años 60 y 70 grabó con John Lennon, George Harrison, los Beach Boys y otros numerosos artistas. Credit…Keith Morris/Redferns, via Getty Images
Eric Clapton, en su libro «Clapton: la autobiografía» (2007) señala lo siguiente:
«Cuando la gente dice que Jim Gordon es el mejor baterista de rock ‘n’ roll que ha existido, creo que es verdad; ha sido el mejor de todos».
Yo no llegaría tan lejos, pero no hay duda de que Jim Gordon merece estar en cualquier altar de grandes bateristas de rock, junto a los británicos Bill Bruford (King Crimson, Genesis, Yes), Carl Palmer (Emerson, Lake & Palmer) y Ginger Baker (Cream, Blind Faith).
Nos recuerda Richard Sandomir, en el obituario del New York Times, que era «alto y musculoso, con la cabeza llena de pelo rizado; Jim Gordon llamó la atención por primera vez en 1963 en una gira inglesa con los Everly Brothers. Durante los 15 años siguientes trabajó en grabaciones de estudio con artistas de primera fila, como John Lennon («Imagine»), George Harrison («All Things Must Pass»), Mason Williams («Classical Gas»), los Beach Boys («Pet Sounds»), Harry Nilsson («Nilsson Schmilsson»), Carly Simon («No Secrets»), Glen Campbell («Gentle on my Mind»), y Steely Dan («Pretzel Logic»).
El video de la canción «What is Life» del disco «All Things Must Pass», de George Harrison. Jim Gordon toca la batería:
Acompañó a Joe Cocker en su gira «Mad Dogs & Englishmen» y actuó con Alice Cooper y Frank Zappa, que le apodó Skippy por su comportamiento y su aspecto totalmente americanos. Y durante varios meses de 1971 fue miembro de la banda de rock británica Traffic.
Después de que Gordon tocara una temporada con la banda de soul Delaney & Bonnie, con la que Clapton también grabó y realizó giras, Gordon se convirtió en miembro de Derek and the Dominos, la banda que Clapton formó en 1970, junto con el tecladista Bobby Whitlock y el bajista Carl Radle. La banda sólo publicó un álbum de estudio, «Layla and Other Assorted Love Songs«, con Duane Allman como segunda guitarra, en 1970.
La canción que le dio título al disco, «Layla», se convirtió no sólo en una de las grandes canciones de Clapton, sino que es una de las más famosas baladas de rock de la historia.
El mérito de escribir «Layla» recayó en Clapton y Gordon, pero su segundo movimiento, instrumental, llamado «Piano Exit», fue compuesto por Gordon y la cantante Rita Coolidge, su novia por aquel entonces. Ello generó grandes discrepancias y conflictos que no se han superado, ya que la contribución de Coolidge no ha sido nunca reconocida.
Derek and the Dominos en la época en que grabaron su único álbum, en 1970. De izquierda a derecha: Eric Clapton, Bobby Whitlock, Jim Gordon y Carl Radle. Credit…Michael Ochs Archives/Getty Images
James Beck Gordon nació el 14 de julio de 1945 en Elizabeth, Nueva Jersey, y creció en Sherman Oaks, California. Su padre, John, era contable. Su madre, Osa Marie (Beck) Gordon, era enfermera pediátrica.
Destaca también Sandomir que de niño, Jim fabricó una batería con cubos de basura y la tocó hasta que sus padres le compraron una batería. Empezó a actuar profesionalmente cuando era adolescente. En 1963, tocaba con Frankie Knight and the Jesters cuando Joey Paige, el bajista de los Everly Brothers, le descubrió en un club de Sunset Strip, en Los Ángeles. Con sólo 17 años, Jim se marchó a Inglaterra con los Everly Brothers para una gira en la que también participaron Little Richard y Bo Diddley.
Pero por desgracia, en algún momento de los 15 años siguientes, Gordon empezó a oír voces -la más amenazadora e inquietante, la de su madre- y a mostrar un comportamiento errático. Interrumpió una sesión de grabación diciendo a sus compañeros: «Ustedes son el diablo.»
Una carrera musical que prometía todo, fue destruida por una grave enfermedad mental.
El sonido de la insistente voz de su madre en su cabeza le atormentaba, le causaba dolor y le impedía tocar la batería, según un artículo publicado en The Philadelphia Inquirer en 1994. Recibió tratamiento en hospitales. No recibió más ofertas de trabajo, pero pudo salir adelante con los derechos de autor de «Layla».
Los síntomas se hicieron mucho más fuertes en 1975 y 1976. Finalmente, en junio de 1983 atacó a su madre con un cuchillo, causándole la muerte.
Fue declarado culpable de asesinato en segundo grado. A pesar de que se le había diagnosticado esquizofrenia paranoide aguda, no podía acogerse a la defensa por enajenación mental según la legislación californiana de la época.
«Este no es un caso de asesinato«, dijo Scott Furstman, abogado de Gordon, a Los Angeles Times, tras el veredicto. «Este caso es una tragedia».
Grabada en concierto en el Fillmore East, en Nueva York, en 1972, esta es quizá la mejor versión de «Let It Rain», de Derek and the Dominos, con dos excelentes solos de guitarra de Eric Clapton y con un solo de batería de Jim Gordon que les sirve de puente.