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Encuesta: Los bloques de derecha e izquierda se mantienen estables ante el 28-M

El PP ganaría las elecciones generales, con un 32,4 por ciento y hasta 143 escaños, y sumaría mayoría absoluta con Vox. El hundimiento de Unidas Podemos deja al PSOE sin opciones de alcanzar una mayoría para gobernar

Si las elecciones generales se celebraran en este momento, habría cambio político en España. El PP ganaría en las urnas, sumaría mayoría absoluta con Vox y Alberto Núñez Feijóo sería, previsiblemente, presidente del Gobierno, según el último barómetro de GAD3 para ABC. El PSOE se quedaría sin opciones, lastrado por el hundimiento de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, a pesar de la transferencia de votos que se produce entre ambos.

Esta foto fija apenas refleja cambios en los últimos meses, en una situación de estabilidad entre los bloques de la derecha y la izquierda que contrasta con la virulencia del debate político diario y con las críticas que ha recibido el Gobierno, dentro y fuera del Parlamento, por alguna de sus acciones, como la ley del ‘solo sí es sí’ y las más de 750 condenas reducidas a agresores sexuales.

El PSOE lograría un 27,6 por ciento de estimación de voto, solo cuatro décimas menos de lo que consiguió en las últimas generales, en noviembre de 2019. A pesar de todo lo ocurrido, Sánchez se mantiene en pie, aunque el PSOE se quedaría con menos escaños: entre 107 y 111, frente a los 120 de 2019.

Más significativo aún: el PSOE no solo no está cayendo en picado, por el supuesto desgaste de la acción del Gobierno de coalición, sino que ha subido un punto en estimación de voto desde noviembre. Una circunstancia que llama la atención por todas las polémicas que han sacudido al Ejecutivo de Sánchez.

En el reciente debate sobre la moción de censurala portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, dedicó parte de su intervención a relatar todas las «barbaridades», según las calificó, del gobierno de Sánchez. Por una cuestión de espacio no se pueden reproducir todas aquí, pero estas son algunas que subrayó: la ley del ‘solo sí es sí’, la ley Trans, la supresión del delito de sedición, la rebaja de la malversación, el acercamiento del cien por cien de presos etarras al País Vasco por un pacto con Bildu, el pacto con Otegi de la ley de Memoria Histórica, el indulto a los golpistas independentistas, el precio creciente de la cesta de la compra, el caso EREel caso Tito Berni, la utilización de las instituciones de forma partidista, los barómetros del CIS de Tezanos, «clamar contra la prostitución, pero callar y proteger a sus diputados cuando van a los prostíbulos con el dinero de sobornos», «tratar, desde el Gobierno, a los hombres y niños de este país como potenciales violadores y maltratadores», gastarse 250 millones de euros en trenes que no caben por los túneles y «ocultar esta chapuza durante un año», pegar un volantazo en la posición de España respecto al Sáhara… La lista era mucha más larga y sigue creciendo. Puede añadirse ahora, por ejemplo, la dimisión de la directora de la Guardia Civil tras ser imputado su marido por corrupción.

«Cualquier punto de estos que les he leído podría hacer caer a un gobierno, cualquiera», advirtió la portavoz de Ciudadanos. Y, sin embargo, el PSOE de Sánchez sigue ‘vivo’ y al acecho de un PP que se puso por delante tras la elección de Feijóo como presidente nacional.

Las ayudas del Gobierno

En realidad, a esa lista de ‘barbaridades’ que dijo Arrimadas habría que enfrentar otra con las medidas que ha tomado el Gobierno para hacer frente a la crisis y a la situación complicada de muchos españoles. A la vista de los resultados del barómetro, puede interpretarse que esas ayudas e iniciativas han tenido buena acogida y han logrado frenar un mayor desgaste del Ejecutivo de Sánchez.

Una de las últimas de esas medidas sería la revalorización de las pensiones en un 8,5 por ciento este año, y la reforma del sistema, avalada por la Unión Europea y criticada por la oposición, con la advertencia incluida de la Airef. Pero también podrían incluirse otras ayudas y bajadas de impuestos, como el IVA de alimentos, la bonificación de los combustibles, el bono cultural para jóvenes o las ayudas a familias vulnerables, entre otras.

El balance al final se refleja en este barómetro, realizado entre los días 22 y 24 de marzo, justo después de votarse la moción de censura, que salvó Sánchez con la mayoría del Parlamento.

El PP es el primer partido con un 32,4 por ciento de estimación de voto. Su crecimiento desde las últimas elecciones generales es evidente: en 2019 obtuvo el 20,8 por ciento de votos en las urnas. Pero si el foco se fija en la tendencia de los últimos meses, desde el verano pasado, se ve cómo ha ido bajando desde un 36,4 por ciento. A pesar de eso, tendría ahora mismo entre 139 y 143 diputados. Quedan lejos de la mayoría absoluta en el Congreso (176 escaños), pero podría gobernar con los votos de Vox.

El partido de Santiago Abascal consigue un 14,9 por ciento de estimación de voto, muy parecido al 15,1 por ciento de las generales de 2019, con una horquilla de 43-45 diputados, más que suficientes para sumar mayoría absoluta con el PP.

Entre el PP y Vox alcanzan los 182-188 diputados. En el bloque de la izquierda, el PSOE y Unidas Podemos obtendría entre 125 y 131 escaños. Pero ya se ha visto esta legislatura que Sánchez estaría dispuesto a pactar con otros partidos populistas, nacionalistas e independentistas. Con la duda de lo que haría el único diputado que obtendría Coalición Canaria, los otros 33 diputados podrían sumarse al PSOE. Su bloque podría llegar entonces a 164 diputados como máximo, aún 12 por debajo de la mayoría absoluta. Ciudadanos, con un 1,7 por ciento de voto, desaparecería del mapa político.

Transferencias de voto

Por la izquierda, el mayor desplome se produce en Unidas Podemos, que ahora tiene una estimación de voto del 8,9 por ciento, con 18-20 diputados. Está muy por debajo de lo que consiguió en las generales de 2019: 12,8 por ciento y 35 diputados. Más País, el partido de Íñigo Errejón, también retrocede y pasará de tener tres diputados a solo dos.

Las transferencias de votos que se están produciendo dan una buena pista para explicar la fuerza de los bloques políticos. Según el cruce de datos de recuerdo e intención de voto, el PSOE mantiene una fidelidad del 67 por ciento. Un 5 por ciento de sus antiguos votantes se va al Partido Popular, un 8 por ciento votaría en blanco, un 7 por ciento, no acudiría a las urnas y otro 7 por ciento no sabe qué hacer en este momento. Pero, al mismo tiempo, el PSOE recibe el 12 por ciento de los votantes de Unidas Podemos y el 7 por ciento de los que apoyaron a Ciudadanos en las últimas generales.

La fidelidad de voto del PP llega al 75 por ciento, pero recibe un 33 por ciento de los antiguos votantes de Ciudadanos, un 13 por ciento de Vox más ese otro 5 por ciento del PSOE. Los populares perderían, por su parte, un 10 por ciento que iría a Vox.

Ficha técnica

  • Universo: población general mayor de 18 años con derecho a voto

  • Ámbito: nacional

  • Cuotas: por sexo, edad y ámbito geográfico según la distribución del censo electoral

  • Procedimiento de recogida de información: entrevista telefónica asistida por ordenador (CATI) 492 entrevistas a fijos y 519 a móviles

  • Tamaño de la muestra: 1.011 entrevistas

  • Error muestral: 3,2% (n=1001) para un grado de confianza del 95,5% (dos sigmas) y en la hipótesis más desfavorable de P=Q=0,5 en el supuesto de un muestreo aleatorio simple

  • Duración de la entrevista: cuatro minutos

  • Fechas del trabajo de campo: 22 a 24 de marzo de 2023

  • Responsable de la estimación: Narciso Michavila

El voto procedente de Ciudadanos se distribuye de manera plural: además del que va al PP y PSOE, un 40 por ciento de su total, otro 14 por ciento iría a parar a Vox. Un 6 por ciento se decanta por el voto en blanco, un 8 por ciento no votaría y otro porcentaje similar se declara indeciso. El partido de Patricia Guasp y Arrimadas mantendría fiel el 21 por ciento de sus votantes, según los datos del barómetro de GAD3.

 

 

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