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Nace una ‘mini-OTAN’ para proteger los cielos nórdicos

Han firmado el protocolo, en la base militar de Ramstein (Alemania), Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suecia. Es una fusión transnacional de defensa aérea sin precedentes, inédita en las relaciones internacionales

Aviones de combate tipo F-35 estadounidenses, que forman parte de las Fuerzas Aéreas noruegas

 

Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega han decidido desarrollar una estructura de mando integrada para sus fuerzas aéreas que funcionará bajo directrices de la OTAN y cuyo objetivo es unificar la capacidad de combate. Para mejorar la vigilancia aérea, los cuatro países están dispuestos, además, a compartir datos de sus servicios de inteligencia. Los jefes de las Fuerzas Aéreas de los cuatro países nórdicos firmaron la semana pasada una declaración inicial de intenciones para establecer las bases de esta cooperación, tras una reunión en la base militar estadounidense de Ramstein, en Alemania.

Se trata de una fusión transnacional de defensa aérea sin precedentes, cuyo formato supone una novedad en las relaciones internacionales. El jefe de la Fuerza Aérea de Suecia, el mayor general Jonas Wikman, ha publicado en Instagram que el concepto planificado incluye «entre otras cosas, planificación conjunta, entrenamiento, ejercicios, conciencia situacional conjunta y logística», que permitirán una reacción coordinada y agilizada en caso de tener que responder a un ataque por parte de Rusia.

«El objetivo final es (…) poder trabajar juntos sin problemas como una sola fuerza sobre la base de la metodología de la OTAN que ya se conoce«, afirma el comunicado en el que los cuatro países han anunciado conjuntamente el acuerdo para la vigilancia aérea conjunta y el liderazgo integrado. Islandia queda al margen del acuerdo debido a que el estado insular de menos de 400.000 habitantes, a pesar de ser miembro de la OTAN, no tiene ejército propio y, por tanto, tampoco fuerza aérea, pero ha mostrado su disposición a colaborar en lo que sea necesario.

Nuevos problemas

El coronel Dennis Hedstrom, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Sueca, describe el paso como una continuación lógica de una cooperación a largo plazo. «Este es un desarrollo que ha estado ocurriendo durante mucho tiempo. Sin embargo, con los grandes cambios en la situación de seguridad en las inmediaciones, se ha vuelto cada vez más claro que necesitamos trabajar más intensamente en los problemas», ha dicho. El mayor general Rolf Folland de Noruega ha apuntado más alto y ha sugerido que esta asociación podría formar la base para la creación de un centro nórdico conjunto para operaciones aéreas, que también podría albergar a los Estados Unidos y Canadá bajo una estructura de mando única. De esta forma, el Extremo Norte y la región del Ártico, en los que China también es muy activa junto a Rusia, podrían estar mejor protegidos y monitorizados.

El diario alemán ‘Süddeutsche Zeitung’ se ha referido a esta iniciativa como el establecimiento de una «mini-OTAN» para el espacio aéreo nórdico que contrarrestaría el retraso que Turquía y Hungría están forzando para la entrada de Suecia en la Alianza Atlántica.

En el comunicado oficial no se menciona siquiera a Rusia como amenaza, pero el mayor general danés Jan Dam no ha tenido reparos en declarar que la iniciativa ha sido impulsada fundamentalmente por la incursión de Rusia en Ucrania, que ha hecho conscientes a los países nórdicos de su escasa capacidad defensiva.

La nueva fuerza aérea conjunta corresponderá aproximadamente a la de «un gran país europeo». Contaría con unos 250 tipos diferentes de aviones de combate. Suecia posee alrededor de 70 aviones Saab JAS-39 Gripen C, D y E. Noruega contribuye con 52 aviones de combate F-35 estadounidenses de última generación, Finlandia pronto recibirá 64 aviones F-35 y Dinamarca también ha realizado el pedido a los fabricantes estadounidenses de unas dos docenas de aviones de combate del mismo tipo.

Consentimiento de Estados Unidos

Todo esto sucede con el consentimiento expreso de Washington, que apoya la iniciativa, como lo prueba el hecho de que el acuerdo fuese firmado en una base militar estadounidense en Alemania. A la reunión también asistió el jefe de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Europa, el general James Hecker, que había adelantado en varias declaraciones que Estados Unidos estaría de acuerdo con algún paso en esa dirección. Los socios de la OTAN «deberían depender menos de nosotros, los estadounidenses, y más unos de otros», había afirmado en público recientemente.

Noruega, Suecia y Finlandia habían estado hablando sobre una posible cooperación entre sus fuerzas aéreas desde la década de 1990 y desde 2009 han realizado ejercicios conjuntos de vuelos transfronterizos casi semanalmente, pero el hecho de que Finlandia y Suecia aún no formasen parte de la OTAN había frenado la progresión lógica de esta línea de Defensa. Después de que ambos países renunciaran a su neutralidad, en mayo de 2022, como respuesta a la invasión rusa de Ucrania, la integración ha sido acelerada. Fruto de acuerdos bilaterales, Alemania y Polonia también han dado pasos en esta dirección, con el despliegue de sistemas antimisiles Patriot alemanes en la frontera entre ucrania y Polonia, que son operados por tropas alemanas bajo mando polaco.

 

 

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