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Isabel Díaz Ayuso: «Mi gobierno muestra a toda España que Sánchez no es el camino»

La política madrileña se muestra optimista ante el 28M y asegura que la «inmensa mayoría» que la apoyó en 2021 «volverá a hacerlo»

 

Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 1978) se enfrenta en 30 días a sus terceras elecciones en cuatro años. «Con más ganas que nunca», asegura. Desde la Comunidad de Madrid, actúa como contrapeso de Pedro Sánchez y sus políticas, y se fija como objetivo «mostrar a toda España que ese no puede ser el camino».

—Ha prometido más bajadas fiscales, ¿por dónde van a ir?

—Vamos a aplicar otras muchas, por ejemplo, una deducción por contratación de personas en el hogar, del 25% de la cotización, que llega al 40% en el caso de las familias numerosas.

—¿Por qué hay que cambiar la Ley Trans regional, si funciona desde 2016 y no ha dado problemas?

— Lo importante aquí es que una persona que ha nacido con cuerpo equivocado, pueda cambiar de sexo, y necesita sobre todo respeto y que no se sienta discriminado. El problema es cuando muchas personas, especialmente las adolescentes, empiezan a pensar que cambiar de vida puede darles un enfoque diferente. Y hay aspectos generales de esta ley que nosotros nunca quisimos, como es invertir la carga de la prueba, o invisibilizar a la mujer en aspectos como el deporte.

—¿Oponerse a esta Ley también en parte es oponerse a las políticas de Pedro Sánchez?

—No tiene que ver con él sino con que la ideología está causando perjuicio a muchos adolescentes confundidos.

—Han anunciado un nuevo contrato de comedores en residencias de mayores, después de todas las críticas sobre ese tema.

—A ver, la ley de contratos obliga a elegir siempre el contrato más económico, por ley nacional, y nosotros estamos buscando todas las alternativas posibles para, sin dejar de cumplir la ley, que se mejore la alimentación de la residencias. Lo que no quiero es que por una cuestión económica, mercantilista, los mayores no tengan la mejor alimentación.

—Pedro Sánchez ha ofrecido en las últimas semanas varias soluciones al problema de la vivienda ¿Cuál cree usted que sería la fórmula mejor?

—La vivienda solo ha sido una supuesta preocupación para Sánchez desde que yo he anunciado que la próxima legislatura en Madrid será la de la vivienda. Él no ha hecho absolutamente nada, ni ha construido ni ha puesto el marco regulatorio para fomentarlo. Nosotros llevamos años trabajando para reducir trámites burocráticos y fomentar la colaboración público-privada, incluso con esas empresas que el gobierno expulsa del país y se alegra por ello. Estamos en contra de la intervención del mercado de la vivienda, y del fomento de la okupación, que es lo que buscan Sánchez y sus socios.

—Ustedes tienen en marcha el Plan VIVE, pero va un poco lento todavía.

—Por los trámites burocráticos, por el encarecimiento de materiales que ha habido, han sido muchas las dificultades, pero hoy en 12 municipios estamos construyendo esas viviendas, que están a punto muchas de ellas de finalizar. Son el adelanto de otras muchas más que ya vamos a poder poner en construcción.

—Ha soportado la huelga más larga de la historia reciente en la sanidad pública, ¿se ha pacificado ya el sistema sanitario madrileño?

—Es la huelga más larga porque la Sanidad siempre ha estado fuertemente sindicalizada y politizada, y porque a lo mejor no interesa hablar de una huelga mucho más extensa y perjudicial, la judicial, que paraliza los trámites de todos los españoles en todos los juzgados del país. Durante muchos años el personal sanitario en Madrid concatenaba contratos; me comprometí a eliminarlo y así está siendo: el 84% de la plantilla es estable y va a ser fija. Pero la labor sindical es esa, a veces con razón, a veces de manera exagerada: mejorar las condiciones de las personas a las que representan.

—Ha hecho una renovación enorme en las listas locales. ¿Y si sale mal?

—No puede salir mal desde el momento en que pones como candidatos a los mejores, y a personas que empiezan. Cuando no salen bien las cosas es cuando nos relajamos, nos conformamos o pensamos que, como estamos teniendo amplias mayorías, es el momento de dejar a amigos. Pues precisamente es ahora, para que haya verdaderos contrapesos, cuando hay que poner gente nueva, inconformista.

—¿Cree que el ‘efecto Ayuso’ va a ser suficiente para vencer a los alcaldes socialistas del ‘cinturón rojo’?

—No sé si es el efecto Ayuso o son las ganas, la ilusión, es el saber que estamos uniendo a la sociedad madrileña de izquierda a derecha en torno a mensajes claros, alegres, en positivos.

—Usted ganó en 2021 con mucho voto prestado. ¿Va a mantenerlo?

—No suelo fijarme mucho en las encuestas porque no me gusta titubear ni ser demagoga en las propuestas que hago, pero siempre me fijo en la fidelidad del voto, y veo que la inmensa mayoría de las personas que me dieron su confianza el 4 de mayo de 2021 volverán a hacerlo, y eso es precioso.

—¿Qué queda de aquella mujer que fue nombrada candidata en 2019 y en la que no creían incluso muchos dentro de su partido?

— Pues en el aspecto personal queda la misma, pero a lo mejor a la hora de enfocar el Gobierno de Madrid y los proyectos, evidentemente ya soy otra, he aprendido tanto a lo largo de estos cuatro años…

—¿Es usted la auténtica amenaza de Pedro Sánchez en este momento?

—Creo que Pedro Sánchez tiene un proyecto para España, y su problema es que nosotros lo tenemos muy claro también. Lo suyo pasa por atacar la propiedad, castigar el progreso, desincentivar la prosperidad con burocracia e impuestos, transformar la familia, carcomer las instituciones para que un buen día nada funcione… Eso es Sánchez, y Madrid y mi Gobierno le muestra a toda España que ese no puede ser el camino.

—Ha dibujado un escenario apocalíptico si gana Sánchez. ¿Sería el final de España tal y como la conocemos?

—Ese es el error, pensar que lo mío es lo apocalíptico, cuando lo extremo y apocalíptico es blanquear a Bildu para que decidan sobre nuestra historia, sobre nuestra libertad, las personas que han cometido los más graves delitos contra la libertad y la vida.

—¿Cuántas peticiones ha tenido de su partido por toda España para participar en actos de campaña?

—Me lo han pedido todas las comunidades y todas las provincias.

—¿Está justificado el triunfalismo actual en el Partido Popular?

—No debe haber ningún triunfalismo, no hay nada hecho. Solo veo ahora mismo urnas vacías y muchísimo trabajo por delante.

—¿Va a recuperar el lema de la libertad, que fue clave el 4-M?

—No he dejado de apelar a la libertad en ninguno de mis discursos, es lo más preciado junto con la vida.

—Feijóo ha dado manos libres a los barones para los pactos postelectorales. ¿Sería necesaria una estrategia nacional común para todos?

—No creo. Cada comunidad autónoma y cada municipio es un caso diferente.

—¿Si usted lo necesitara tendería primero la mano al PSOE o a Vox?

—Todo candidato aspira a gobernar en solitario, porque las coaliciones como se está demostrando no funcionan. Ahora tengo un Gobierno de un solo color y es muchísimo más ejecutivo y más ágil que antes. Ahora, ¿con quién no pactaría? Con el Partido Socialista y menos con el proyecto de Sánchez. Sí conozco a grandes alcaldes socialistas y dirigentes del PSOE con quienes nos entendemos, pero a la hora de buscar programas es inviable con un proyecto que ha decidido transformar España y donde ya no se sienten representados ni los socialistas de los años 80 y 90, que optaron por un PSOE que se supone que era el del progreso, la apertura, la modernidad. Esto es otra historia totalmente diferente. Con este proyecto no pienso pactar.

—¿Qué le parece entonces la estrategia de la dirección nacional del PP de mano tendida a Sánchez con diferentes ofertas de pactos?

—Ya, pero a mí no se me puede pedir: ha habido un cambio en el PP, tú qué opinas. Yo llevo cuatro años como presidenta del Gobierno de Madrid, defendiendo las mismas políticas, los mismos mensajes y con las ideas claras. Con quien me han de comparar es conmigo misma y no con los demás, porque claro que van a encontrar matices y diferencias.

—¿Y le parece oportuno tender la mano a Sánchez con pactos de Estado?

—El presidente del PP sabe lo que es mejor para la estrategia nacional. Yo lo que no pienso es blanquear ni ayudar a que el sanchismo se mantenga en La Moncloa un solo minuto, porque considero que es letal para España. No pienso ayudar un solo minuto al proyecto de Sánchez.

—¿Qué problema tienen en el PP con Vox, para negarse a aceptar posibles pactos en el futuro?

—Hace falta un cambio en España y unir todas las fuerzas posibles, pero Vox se ha instalado en ser un proyecto que va contra el PP. Lo hace todo muy complicado y Sánchez necesita que esto exista. Yo en Madrid he trabajado buscando lo que nos une, aunque al final de la legislatura ha sido inasumible y es mejor que cada uno tome su camino.

—¿Si su Gobierno dependiera de los votos de Vox aceptaría una coalición como la de Castilla y León?

—No estamos en ese escenario. Madrid es el motor económico y político de España, aquí se juegan demasiadas cosas, no somos una política subvencionada ni adormecida. La economía del país depende de Madrid y tumbar unos presupuestos, paralizar desarrollos urbanísticos y proyectos imprescindibles para la prosperidad de Madrid y jugar con eso me parece que hace todo mucho más difícil. Por eso yo solo aspiro a gobernar en libertad y tener una amplia mayoría, gobernar para todos los ciudadanos con unas ideas muy claras.

—¿Cómo ha cambiado el PP en este último año, desde su crisis interna?

—El partido está mucho más unido, más centrado en trabajar, cada uno en sus responsabilidades y bajo un manto de confianza que es fantástico.

—Uno de los empeños de Feijóo está siendo colocar al PP en la centralidad y la moderación. ¿Se siente cómoda en ese espacio?

—Yo me siento cómoda en mi espacio, que es el de decir la verdad, trabajar mucho para dar todas las batallas, desmontar todas las mentiras del Gobierno y ser un contrapeso a sus políticas.

—¿Usted se sitúa en la centralidad?

—Todas mis políticas y mensajes siempre han apelado a la libertad, la vida, las causas comunes, el mestizaje, el entendimiento… Que me digan otros si eso no es centralidad. Si te dicen que por ser valiente en esta política tóxica de la cancelación eso no es ser central, a mí que más me da eso. No tengo un complejo en eso.

—¿Qué le falta a Feijóo para acercarse a la mayoría absoluta?

—Tiempo, lleva muy poco tiempo. Y confianza. Y pasar por las urnas el 28 de mayo, que son fundamentales para toda España.

—En la campaña no podía falta el Valle de los Caídos, con exhumación incluida.

—Es un clásico. Cada vez que la izquierda sabe que va a perder aparecen tópicos, sustos y novedades muy bien calculadas. No deberíamos remover la historia, sino mantenerla para conocerla. Lo letal es que van a promover al ambiente preguerracivilista, abrir heridas y reescribir la transición. Van contra la transición, la Corona, la Constitución y Madrid, porque somos unidad e igualdad de todos los españoles.

—¿Usted derogaría la ley de Memoria Democrática?

—Sería de lo primero que haría. Hay que deshacer muchas leyes ideológicas y empobrecedoras.

 

 

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