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El conservador Mitsotakis logra una amplia victoria en las elecciones griegas

Nueva Democracia obtiene un 40,8% frente al 20,1% de Syriza

Mitsotakis se dirige a sus seguidores desde El Pireo.
Mitsotakis se dirige a sus seguidores desde El Pireo.AP

 

Todas las encuestas se quedaron cortas. El partido del conservador Kyriakos Mitsotakis, Nueva Democracia (ND), ganó las elecciones generales del domingo con el 40% de los votos, frente al 20% de su rival, Alexis Tsipras. El primer ministro obtendría 146 escaños que, sin embargo, no le permiten alcanzar los 151 necesarios para obtener la mayoría absoluta y gobernar en solitario.

La izquierda de Syriza es la gran perdedora de la noche con solo 71 asientos de los 300 que conforman el Parlamento heleno, 14 menos de los que obtuvo en los anteriores comicios.

Con una participación del 56,1%, la misma que en 2019, la tercera fuerza es el Partido Socialista PASOK, con un 11,5% (41 escaños), el doble que en las pasadas elecciones. Este resultado, cuyo líder Nikos Androulakis ha celebrado como «una gran victoria» y con el que recorta distancias a Tsipras, sería más que suficiente para formar un gobierno de coalición con ND, pero ambas formaciones han mostrado su negativa a pactar.

La ley prevé que la presidenta del país, Katerina Sakellaropoulou, otorgue a los líderes de los tres partidos más votados un mandato de tres días cada uno para formar un gobierno. Pero el escenario más plausible es que Mitsotakis convoque unas segundas elecciones el 25 de junio con las que sí obtendría la mayoría absoluta gracias a que se restablecería el antiguo sistema electoral que otorga 50 escaños extra al ganador y que no se han aplicado este domingo en cumplimiento de una ley electoral aprobada por Tsipras en 2016. Así lo ha avanzado desde su sede en El Pireo: «Agradezco a los hombres y mujeres griegos desde el fondo de mi corazón. Los datos de las urnas son catalizadores. Los ciudadanos quieren un gobierno autosuficiente con un horizonte de cuatro años».

Los otros partidos minoritarios de la izquierda son los comunistas del KKE, que han obtenido un 7% (26 escaños), y MeRA25, el partido de Yanis Varoufakis, que con el 2,3% de los votos queda fuera del Parlamento. Solución Griega es el único partido de ultraderecha que ha entrado en el Parlamento con el 4,4% y 16 escaños tras el veto de la justicia a participar en las elecciones a Griegos por la Patria, herederos de los neonazis de Amanecer Dorado.

Tsipras ha tendido puentes durante la campaña para lograr una «gran coalición progresista» con los socialistas que sin embargo resulta imposible matemáticamente. Tendrá que conformarse con seguir siendo líder de la oposición, espacio que le arrebató al PASOK en las elecciones de 2012 cuando se convirtió en segunda fuerza aupado por su discurso populista en los peores años de la crisis económica.

«ND logró un resultado impresionante que superó incluso las estimaciones más positivas de los últimos sondeos. Esto tiene dos explicaciones: la narrativa política preelectoral de los conservadores era clara, desde luego, mucho más que la de Syriza. Además, es una victoria personal para Mitsotakis. Se espera que una segunda votación dé a ND la oportunidad de gobernar en solitario. El resultado ha sido una gran sorpresa para Syriza, que ha perdido cerca de un tercio de su poder con respecto a las elecciones de 2019″, analiza el periodista griego y experto en política europea, John Papageorgiou.

La jornada electoral transcurrió sin incidentes. Las urnas se abrieron a las 7 de la mañana (hora local) en los 22.000 centros repartidos por todo el país para los cerca de 9,7 millones de ciudadanos llamados a elegir un nuevo Parlamento. De los 35 partidos que se presentaban, solo cinco tenían las opciones reales de alcanzar el 3% necesario para entrar en el Parlamento.

Estas son las primeras elecciones en Grecia desde que dejó de estar bajo supervisión económica y las primeras en las que un ‘premier’ es reelegido desde la gran crisis. La gran incógnita era si el país decidiría apostar por cuatro años más de senda conservadora o dar una nueva oportunidad a la izquierda de Tsipras. Otro de los interrogantes era qué votarían los más de 440.000 jóvenes que acudía por primera vez a la cita electoral y si saldrían en masa a las urnas para protestar por el accidente de tren de Tempe a finales de febrero en el que murieron 57 personas, la mayoría universitarios. La tragedia provocó una oleada de protestas contra el Gobierno de Nueva Democracia que cayó varios puntos en las encuestas pero que remontó un mes después.

Alexis Tsipras ha estado buscando el apoyo de las nuevas generaciones desde entonces, pidiendo el «voto de castigo» para Mitsotakis, a quien acusa de no garantizar la seguridad del sistema ferroviario. Los buenos resultados este domingo de los comunistas, que ganaron la semana pasada las elecciones estudiantiles, indican que el voto joven se ha inclinado finalmente por el KKE y por MeRA25 antes que por Syriza.

La campaña electoral griega ha estado muy marcada por la tragedia Tempe, pero también por el escándalo de las escuchas del Gobierno mediante el sistema espía Predator a periodistas, militares y políticos (incluso de Nueva Democracia) pero también al líder de los socialistas, Androulakis, lo que hace aún más difícil un acuerdo. Tanto Syriza como PASOK han rentabilizado el caso de espionaje para arremeter contra Mitsotakis, a quien consideran el cerebro detrás de los pinchazos a los teléfonos y al que acusan de atentar contra el Estado de derecho.

Mitsotakis se ha volcado en la economía durante su primer mandato, en el que heredó un país «traumatizado», en sus propias palabras, por la crisis financiera. Se enfrenta al reto de completar las reformas prometidas durante su primer mandato para modernizar el país y estabilizar la economía, que ha registrado un crecimiento incluso superior al de los socios europeos pero cuya mejoría no se termina de reflejar en el bolsillo de los ciudadanos debido a la inflación y a los bajos salarios. «Los retos del Ejecutivo son la digitalización para adaptar el país a la nueva realidad y facilitar la burocracia a los ciudadanos, completar la gran reforma que necesita el sistema sanitario y mejorar el acceso al sistema judicial», explica Triantafyllos Karatrantos, asesor político del Gobierno.

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