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Elecciones en Turquía: Erdogan logra un nuevo mandato con el apoyo del 52% de los votantes

Tayyip Erdogan supera a su rival presidencial Kemal Kilicdaroglu al 99% del escrutinio

La mitad de Turquía está de celebración y la otra mitad, deprimida. Después de dos décadas en el poder, Recep Tayyip Erdogan seguirá como presidente otros cinco años tras su victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Con el 98 por ciento del voto escrutado, el líder islamista obtuvo el 52 por ciento de los votos, cifra similar a la que registró en 2018. Erdogan logró una nueva victoria frente a Kemal Kilicdaroglu, líder de la oposición, quien a sus 74 años puede estar al final de una carrera política marcada por los sucesivos fracasos frente a su gran rival.

“La voluntad del pueblo se ha convertido en el poder inflexible e inmaculado de Turquía en las urnas”, dijo Erdogan en el discurso de la victoria que dirigió a la nación desde lo alto de un autobús a las puertas de su residencia en Estambul. En su intervención tuvo palabras de despedida para Kilicdaroglu y dijo estar seguro de que el Partido Republicano del Pueblo (CHP), le diría de una vez “bye, bye, Kemal” (“adiós, adiós Kemal”, fueron sus únicas palabras en inglés). Ante una masa eufórica, el presidente les recordó que “ya os dije que no estaríamos junto sólo hasta el pazar (domingo, en turco), sino hasta mezar (la tumba)”.

El primer mensaje de felicitación desde el exterior fue el del Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, y después llegaron los de Viktor Orban, desde Hungría, e Ilham Aliyev, desde Azerbaiyán.

Incertidumbre en el recuento

Tras una jornada marcada una vez más por una alta participación, un 85 por ciento, el recuento fue tan rápido como emocionante y generó una gran incertidumbre. La agencia oficial Anadolu mostró a Erdogan en cabeza desde el primer momento, pero la agencia Anka, próxima a la oposición, introdujo los datos en otro orden y durante las dos primeras horas Kilicdaroglu apareció en cabeza del recuento, lo que abrió una ventana de esperanza a los opositores.

Fue una sensación efímera porque los bastiones leales al presidente en Anatolia volvieron a brindarle el apoyo que le discuten las grandes ciudades como Estambul, Ankara o Esmirna. Kilicdaroglu mejoró los números de la primera vuelta, pero no fue suficiente para superar a su rival.

“Erdogan sigue siendo bueno ganando elecciones, pero cada vez se le da peor gobernar Turquía”, en palabras de Dimitar Bechev, autor del ensayo ‘Turkey under Erdogan’. En opinión de Mustafa Akyol, analista y escritor, “el problema de Turquía no es la falta de elecciones, es la falta de Estado de derecho, libertad de expresión, el derecho de cada ciudadano a vivir sin la intimidación del estado”, según compartió en redes sociales.

Imdat Omer, investigador del Instituto Jack D. Gordon de la universidad de Florida, destacó que “a pesar de aprovechar ampliamente los recursos estatales, manipular los medios, difundir desinformación y noticias falsas, emplear la intimidación, la violencia política y participar en la represión política, Erdogan sólo ha podido obtener el 52 por ciento de los votos”. Tal y como reflejó el informe de los observadores de la OSCE en la primera vuelta, estas son unas elecciones “injustas” porque Erdogan goza de la ventaja que le da el control de todo lo que rodea al proceso, desde la comisión electoral a los medios de comunicación.

 

Turcos celebran la victoria de Erdogan

Tensión en las urnas

Fue la primera vez en la historia del país en la que se realizó una segunda vuelta electoral y el día de elecciones volvió a mostrar la completa división en el país entre los sectores pro y anti Erdogan. Lo que unió a ambos bandos fue el llamamiento de sus líderes a proteger las urnas hasta conocer el resultado final. Se palpaba la tensión y en algunos centros de voto llegaron a las manos, incluso se produjeron agresiones a periodistas por parte de simpatizantes del Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP).

La seguridad estuvo a cargo de 600. 000 agentes y se activó además una unidad especial para combatir el cibercrimen y “perseguir la desinformación y los comentarios provocativos”, según el ministerio de Interior. A media tarde el canal TRT informó de que se ordenó la detención para los responsables de varias cuentas de Twitter.

Kilicdaroglu lo intentó hasta el último segundo y aprovechó la jornada de voto para anunciar que uno de sus primeros decretos en caso de victoria sería para permitir la retransmisión de los partidos de fútbol en abierto a través de canal público TRT. Ni el fútbol, ni el endurecimiento de su discurso en estas dos semanas para acercarse a la ultraderecha y prometer la expulsión de 10 millones refugiados le sirvieron para alcanzar la meta y Erdogan seguirá al frente de Turquía.

El presidente celebrará la victoria como lo hacían los sultanes después de cada batalla, con una oración en la reconvertida iglesia de Santa Sofía, ahora Gran Mezquita. El destino ha querido que estrene este nuevo mandato el mismo día en el que se conmemora la captura de Constantinopla a manos de los otomanos.

 

 

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