La destrucción de 231.000 empleos en dos años en Cuba afecta sobre todo al sector no estatal
La Onei alerta de la situación e indica que es preciso incrementar la productividad y reincorporar a los jubilados
El mayor porcentaje de desocupados lo representan los jóvenes, superando el 50%. (14ymedio)
Cuba perdió casi un cuarto de millón de trabajadores en solo dos años y su población ocupada pasó de 4.912.492, en 2020, a 4.680.928 personas a finales de 2022, un 4,71% menos.
Estos datos, que aparecen en la Encuesta Nacional de Ocupación 2022, publicada este martes por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei), muestran cómo la pandemia y la emigración han desangrado en términos laborales al sector privado, que cae un 13% (194.689 personas), mientras el estatal pierde apenas un 1% (36.675 trabajadores).
Visto en porcentajes, el 84% de los empleos perdidos se produjo en el sector privado, el más nuevo y dinámico que, además, se ha fomentado desde el Gobierno recientemente mediante las mipymes para aumentar la productividad. La pérdida de empleo en este sector ha engordado la cuota estatal, que en 2020 representaba el 69,6% de los trabajadores y ahora emplea el 72,3%. Una de las consecuencias de esto también puede reflejarse en la pérdida de la calidad de vida, ya que los salarios estatales son más bajos, aunque muchos los compensan con algunos privilegios, que incluyen el robo de productos, en particular en las fábricas o el sector gastronómico y hotelero.
La pérdida de empleo en este sector ha engordado la cuota estatal, que en 2020 representaba el 69,6% de los trabajadores y ahora emplea el 72,3%
Dentro de los ocupados, los cuentapropistas suponen el 16,3% del total.
Muy preocupante es también el envejecimiento de la masa laboral. Casi la mitad de los trabajadores (48,5%) tienen entre 45 y 64 años, el 19,8% de 35 a 44 y un 28,7% van de los 15 a los 34 años. Además, si se mira al lado contrario –los desocupados– se observa que supera el 53% el grupo de los más jóvenes. El total de desempleados también creció, un 28%, pasando de 66.196 a 84.700. De ellos, la mayoría son hombres, 11.840, frente a 6.664 mujeres.
Cruzando los datos de población activa e inactiva se puede extraer otra conclusión. Si la primera aumentó en 212.860 personas y la segunda en 155.707, significa que la población mayor de 15 años se redujo en 57.153 personas de 2020 a 2022. El economista cubano Elías Amor resalta otro aspecto introduciendo una variable más, la caída de la ocupación, «personas, que han visto perder sus empleos ante la falta de opciones de trabajo reales en el tejido productivo. En otros términos, en dos años la destrucción de empleo ha afectado a más de 230.000 cubanos», deduce.
La propia Onei no se queda corta al exponer la crítica situación. «Si al envejecimiento se añade la tendencia al decrecimiento poblacional, se puede inferir que en un período relativamente corto disminuirán de manera absoluta las personas en edad laboral y por lo tanto se dificultará la posibilidad de reemplazo de aquellas que salen de la de la Población Económicamente Activa», señala el informe. La institución cree que se está ante una «alerta» y que es preciso incrementar la productividad y reincorporar a los jubilados.
Entre los muchos datos llamativos que deja el documento se encuentra el gran salto en los llamados «desalentados». La cifra sube en solo dos años –en los que, eso sí, la pandemia y la Tarea Ordenamiento han dejado un profundo surco– hasta un 80%, al pasar de 46.494 en 2020 a 83.938 al cierre de 2022. Este grupo lo forman aquellos que, estando en edad laboral y queriendo trabajar, han dejado de buscar empleo porque creen que no lo van a encontrar y presenta un relativo equilibrio por sexos, aunque la mayoría son hombres (54,6%).
Entre los muchos datos llamativos que deja el documento se encuentra el gran salto en los llamados «desalentados»
En cuanto al empleo por sectores, el no estatal despunta en agricultura (446.000), comercio, (198.000), servicios comunales (127.000), construcción (109.000) y transporte (106.000), aunque no se aborda en ningún momento el empleo informal, abundante en la Isla e imposible de cuantificar.
En el sector público, mandan los grandes pilares del Estado, que suponen el 40% de los puestos de trabajo: salud, con más de 560.000 trabajadores; educación, que aporta también más de medio millón; y administración y defensa, que superan los 300.000.
También se nota el efecto centralizador de La Habana en los datos por provincias, ya que es la que más empleos acumula. Sin embargo, la proporción entre población total y personas económicamente activas (quienes trabajan y buscan empleo) está en la media, con un 53,5%, siendo la de Cuba el 50,9%. La mejor tasa es la de Mayabeque, con un 55,6%, y la peor la de Holguín, con un 47,1%.
«El mundo laboral cubano se encuentra así condicionado por la caída de la actividad y el aumento significativo de la inactividad, coincidiendo con una importante destrucción de empleo que afecta, sobre todo, al sector no estatal, que sigue sin remontar sus cifras en la economía. Esta imagen negativa del mundo laboral tiene su contraparte en la pésima situación económica, que lastrada por la ideología, no consigue superar el actual impasse«, zanja Elías Amor desde su blog.