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Muere Silvio Berlusconi a los 86 años

El ex primer ministro de Italia ha fallecido en un hospital donde permanecía ingresado por una infección pulmonar derivada de la leucemia que padecía

Silvio Berlusconi, ex primer ministro de Italia, ha muerto a los 86 años de edad al cuarto día de estar ingresado en el hospital San Rafael de Milán a causa de la leucemia que padecía desde hace más de un año. Su estado de salud se agravó en las últimas horas y esta mañana corrieron al centro de salud sus hijos y su hermano, lo que hizo temer un inminente fatal desenlace.

Se acaba así una era de la política italiana. Silvio Berlusconi presidió cuatro gobiernos y fue gran protagonista de la vida política italiana durante tres décadas. Para los italianos, será difícil imaginarse la política sin la presencia de Berlusconi. Era considerado el «architaliano» por excelencia, es decir, el personaje que tenía algunas de las virtudes y también los defectos del italiano.

Desde que comenzó su actividad como empresario de la construcción y de inmediato en la creación de la televisión privada, su nombre ha estado en todos los medios italianos. Y desde que descendió a la arena política, tras el derrumbe del sistema política por el proceso contra la corrupción denominado «manos limpias», en 1992, el nombre de Berlusconi ha estado casi diariamente en boca de todos los italianos. Le hizo también especialmente popular el ser presidente del Milan, logrando que fuera uno de los equipos más galardonados del mundo.

De ahí su éxito en el mundo de los negocios y también en la política. Fue perdiendo paulatinamente protagonismo con la edad. El partido que fundó, Forza Italia, llegó a obtener el 30% de los votos, hoy cuenta con el 8% de consenso, y sigue siendo un partido fundamental en la coalición de las derechas en la formación del Gobierno de Giorgia Meloni.

Lucha hasta el final

Una gran contribución de Silvio Berlusconi al sistema político italiano, siempre muy fragmentado, fue lograr que hubiera un sistema bipolar, que se mantuvo hasta que su partido perdió fuerza y llegó el Movimiento 5 Estrellas, que con su populismo cambió en la última década la política italiana. El exprimer ministro, conocido por su fuerza de voluntad, luchó hasta el final. La última vez que apareció en público lo hizo en video, para mostrarse a sus seguidores, desde el hospital de San Rafael de Milán, donde había ingresado el 5 de mayo, por una neumonía a causa de la leucemia que padecía desde hace más de un año.

El exprimer ministro envió un videomensaje grabado a la Convención de su partido Forza Italia, que reunió en Milán a tres mil dirigentes y militantes. El magnate de la televisión privada, un maestro de la imagen, supo captar el interés no solo de su partido, sino de todo el país. Para ello, rodeó al evento de un tono casi mesiánico. «He vuelto. Estoy aquí en camisa y chaqueta para vosotros después de un mes», fueron las primeras palabras de su discurso, mostrándose como un líder político y no como el anciano aún convaleciente en el hospital. Era un Berlusconi visiblemente frágil y cansado, pero en el apartamento que tiene reservado en el hospital San Rafael, que contribuyó a edificar, montó un escenario casi como si estuviera hablando desde su mansión de Arcore, en Milán. En el set aparecían el escritorio, la bandera de Italia, dos ejemplares de su libro, un vaso de agua medio lleno y folios en blanco aún por escribir. No podía faltar el maquillaje cinematográfico que Il Cavaliere ha usado desde su juventud, sobre todo cuando empezó a tener arrugas y se hizo el trasplante de pelo, un maquillaje que ahora exagera en extremo.

 

El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, y la líder del partido Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, asisten a su mitin de campaña de cierre de coalición en Roma en septiembre de 2022. EP

 

«Forza Italia es la espina dorsal de la mayoría gubernamental», dijo Berlusconi. El momento de éxtasis de Il Cavaliere llegó cuando consideró a los militantes de su partido «los santos laicos de los italianos», evocando al filósofo, historiador y político Benedetto Croce: «Forza Italia es para nosotros como una religión laica, la ‘religión de la libertad’ de la que hablaba Benedetto Croce, una religión del corazón y de la mente. Nadie podrá vencernos y veréis que los italianos nos considerarán sus santos laicos, los santos de su libertad y bienestar». Con un esfuerzo conmovedor que producía cierta angustia al ver su fatiga, Berlusconi concluyó así su discurso: «Estaré con vosotros, con el mismo entusiasmo y compromiso que en 1994 [año en que descendió al ruedo político], porque el futuro pertenece a nuestras ideas, el futuro debe garantizarnos la verdadera y completa libertad. Un fuerte, fuerte, fuerte abrazo para todos». Los asistentes a la Convención lo aplaudieron puestos en pie al tiempo que gritaban «Silvio, Silvio».

En su partido, quedó muy claro el fuerte mensaje que quiso lanzar Silvio Berlusconi: Lucharé hasta el final. Tras su ingreso en el hospital, cuando se definió su estado de salud como muy grave y se temía lo peor, dentro de Forza Italia se planteó el problema de la sucesión, aunque no en voz alta para que no trascendiera a la opinión pública. Con su mensaje a la Convención, en gran debilidad física por su enfermedad, el fundador de Forza Italia mostró que pensaba continuar con la batalla política. En realidad fue su despedida y casi un testamento político. Berlusconi deja intactos los problemas de su partido. Nunca pensó en su sucesión. Los militantes de Forza Italia estaban convencidos de que Il Cavaliere de Arcore no abdicaría jamás y moriría con las botas puestas. Así ha sido.

 

El ex primer ministro italiano es fotografiado mientras un traductor repite los comentarios del ex presidente estadounidense George W. Bush en la ceremonia de inauguración del Centro Presidencial George W. Bush en Dallas, Texas, en 2013. REUTERS

 

Tras conocer la noticia de su fallecimiento, que se produjo a las 9.30, son innumerables las reacciones, no solo en el mundo político, sino prácticamente en todos los sectores de la sociedad italiana, porque Silvio Berlusconi marcó a Italia durante medio siglo: como empresario, magnate de la televisión y en las últimas tres décadas como líder político.

El ministro de Defensa, Guido Crosetto, fundador de Hermanos de Italia con Giorgia Meloni, ha manifestado: «Se acaba una era. Es un dolor grande, enorme. Deja un vacío enorme porque fue grande.. Lo quería mucho. Adiós Silvio».

También quienes lo combatieron en la oposición destacan que su muerte repercute en todo el país, porque se acaba una era. Así lo ha expresado la líder del Partido Democrático Elly Schlein: «Con él se acaba una era. Ante la desaparición de Silvio Berlusconi, queremos transmitir toda nuestra cercanía al dolor de su familia, de sus seres queridos y de todo Forza Italia. Una era termina con la muerte de Silvio Berlusconi. Todo nos ha dividido y nos separa de su visión política, pero queda el respeto que humanamente se le debe a quien fue protagonista de la historia de nuestro país». Así lo afirmó en una nota la secretaría del PD, Elly Schlein.

Por su parte, Enrico Letta, exprimer ministro y exlíder del partido Democrático, destaca que la muerte de Berlusconi implica a todo el país: «Es un momento que involucra a todos. Berlusconi hizo la historia de nuestro país. Su fallecimiento marca uno de esos momentos en los que todos, cercanos o lejanos a sus elecciones, se sienten involucrados», escribió Enrico Letta en Twitter. Asimismo, Carlo Calenda, líder centrista de Azione, elogia su coraje: «Luchó contra la enfermedad hasta el final con un coraje increíble. Expresó mis condolencias y Acción a la familia y comunidad de Forza Italia, por la muerte de Silvio Berlusconi. Descanse en paz».

 

 

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