La contaminación en China provocó 670.000 muertes prematuras en 2012
La nube tóxica que envuelve las grandes urbes chinas, y muy en especial Pekín, a consecuencia de la contaminación medioambiental se cobró 670.000 vidas sólo en 2012, según se refleja en un estudio que revisa al alza las estimaciones anteriores que hablaban de entre 350.000 y 500.000 víctimas anuales.
La investigación, realizada por científicos de dos universidades chinas arropadas por diferentes instituciones medioambientales, pretende poner un precio al combustible sólido que se consume en el gigante asiático según el perjuicio que produce a la salud y al medio ambiente: según el profesor asociado de la Universidad Tsinghua, Teng Fei, esos daños suman a cada tonelada de carbón un coste de 260 yuanes, unos 34 euros.
El científico aseguró que las partículas contaminantes que se emiten al medio ambiente, en particular aquellas inferiores a los 2.5 microgramos (conocidas como PM2.5) estuvieron directamente vinculadas a 670.000 muertes prematuras en 2012 desencadenadas por enfermedades coronarias y diferentes tipos de cáncer y dolencias pulmonares.
Eso implica, en gasto sanitario, un coste de unos 166 yuanes por cada tonelada de carbón, una cifra muy superior a los actuales 5 yuanes por tonelada que el Gobierno de Pekín aplica como impuesto a las industrias que emplean este tipo de combustible. Si, además, se añaden los gastos ocasionados por el daño ecológico a los recursos acuíferos, los hundimientos de minas y los fallecimientos y enfermedades de mineros, el coste se eleva en otros 94 yuanes por tonelada, unos 12 euros más.
«Con las tasas ambientales actuales y los impuestos de entre 30 y 50 yuanes por tonelada, los actuales precios del país fallan enormemente a la hora de reflejar los verdaderos costes», afirmó Teng en declaraciones recogidas por el diario de ‘Hong Kong South Morning China Post’.
Con este informe, los científicos resaltan el aspecto económico de un problema que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la población, hasta el punto de provocar manifestaciones de protesta en todo el territorio. Según Li Guoxing, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pekín, el impacto real de la combustión de carbón en el medio ambiente sigue siendo infravalorado dado que en el actual estudio no se incluyen los gastos médicos asociados a todas las enfermedades vinculadas a la polución. «El coste en términos de salud se basa sólo en las cifras de muertes prematuras, dadas las limitaciones de nuestro banco de datos», señaló.
Cumbre de la APEC
Pekin acoge estos días la celebración de la Cumbre de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) envuelta en una nube tóxica: los niveles de contaminación son tan altos que, con motivo de las visitas internacionales (que incluyen a Barack Obama) las autoridades han ordenado la suspensión temporal de actividades de toda industria situada en un radio de 200 kilómetros en torno a la capital y han restringido el tráfico, uno de los grandes problemas de una urbe con 22 millones de habitantes.
Según la Organización Mundial de la Salud, los niveles de contaminación de octubre (cuando la industria retomó al unísono las actividades tras varios días de parón motivado por una fiesta nacional y se comenzó a encender el sistema de calefacción, alimentado por carbón) fueron en ocasiones 40 veces superiores a lo considerado como seguro.
En 2012, según el estudio, unos 157 millones de chinos residían en áreas donde la concentración anual de partículas PM2.5 -consideradas cancerígenas- era superior a los 100MCG por metro cúbico, 10 veces la recomendación de la institución mundial. La investigación supone un nuevo esfuerzo de los expertos chinos por alertar sobre el uso de combustibles sólidos, que supone el 70% de la energía en China y que pone al país a la cabeza de la contaminación mundial.
Eso no impide, sin embargo, que las autoridades de Pekin pretendan albergar los Juegos Olímpicos de Invierno en 2022. Con motivo de la presentación de su candidatura, el Gobierno chino ha prometido implantar un plan para reducir los niveles de contaminacion entre 2017 y 2022, según informó el responsable local Wang Hui. «Hemos pedido cooperación a las principales provincias y distritos del norte de China y movilizaremos todos sus recursos para limpiar el aire y rebajar el índice de lectura de calidad del aire», explicó. «Nos aseguraremos de que en 2012 la calidad del aire de Pekín sea la mejor para los atletas que vengan a competir».