“Un nuevo caso Caval”: las lecturas del oficialismo sobre la crisis desatada por los traspasos de dinero a la fundación de RD
En el entorno del gobierno advierten que lo que está pasando es una noticia en desarrollo y que hay que estar preparados para nuevas aristas. En lo inmediato, el escándalo dañó al círculo cercano del Presidente, dejó sin línea de crédito a la generación de recambio y prácticamente quitó el piso a un acuerdo para la reforma tributaria. Es un «misil a la línea de flotación del gobierno», sostienen.
Cuando la semana pasada estalló el caso de los millonarios traspasos de dineros de la Seremi de Antofagasta a la fundación Democracia Viva dirigida por militantes de Revolución Democrática (ver notaaquí), en el gobierno activaron un operativo para investigar todas las situaciones similares que pudieran existir con otras fundaciones a lo largo del país. También si se dieron casos similares durante el gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera.
El golpe en La Moneda, dicen, fue profundo. Las declaraciones del diputado y amigo del Presidente Boric, Gonzalo Winter, quien dijo que sería «positivo» que los militantes de RD involucrados dejaran el FA, fueron leídas en el oficialismo como un mensaje que venía con la firma del propio Mandatario y que reflejaba el enojo que la crisis dejó en el despacho presidencial.
En el oficialismo el ánimo es pesimista y hay conciencia de que esta es una noticia en desarrollo. También, que pueden venir nuevas aristas, incluso judiciales. Algunos advierten que este podría ser un nuevo «Caval», haciendo alusión al caso que le explotó a la ex Presidenta Michelle Bachelet en su segundo gobierno y que le impidió seguir desarrollando su programa como hubiese querido. Por eso, el jueves el presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, compartió con todos los partidos las medidas que están tomando.
Pese a eso, el ánimo no mejoró. Durante el fin de semana se le pidió la renuncia a la subsecretaria de Vivienda, Tatiana Rojas, y a pesar de los intentos de RD por sacar una declaración conjunta con todos los partidos oficialistas tras la reunión del jueves, la idea fracasó, dando luces del terremoto que ha provocado el caso en los partidos de gobierno.
El daño al círculo cercano del Presidente
En el oficialismo coinciden que esto se trata de un «misil a la línea de flotación del gobierno», ya que el caso no sólo afecta al partido probablemente más importante del oficialismo, sino que también al círculo cercano del Presidente y figuras claves para el gobierno.
Es el caso de la diputada Catalina Pérez, quien no sólo fue presidenta de RD, sino que es una de las principales figuras políticas del Frente Amplio en la Cámara de Diputados y defensora clave de la línea del oficialismo. En el Ejecutivo destacaban incluso su llegada a la vicepresidencia de la Cámara, cargo que debió congelar tras el escándalo.
En el oficialismo reconocen también que es imposible desvincular la crisis del ministro de Desarrollo Social y amigo íntimo de Boric, Giorgio Jackson. No sólo porque es el fundador de esa colectividad, sino porque fue él quien lideró las críticas a la clase política tradicional, asegurando incluso que tenían una «escala de valores y principios» distinta no sólo a la de la derecha, sino también a los partidos de la ex Concertación.
Jackson debió romper el silencio que había mantenido sobre el caso el viernes pasado. “Es doblemente grave para quienes hemos tratado de empujar por estándares más altos”, dijo.
Jackson ya venía cuestionado por su rol como ministro de la Segpres, y varios han apuntado que con esta crisis su permanencia en el gabinete se hace cada vez más insostenible.
Quien también forma parte del círculo cercano del Presidente es Miguel Crispi, otro de los fundadores de RD, y quien actualmente es jefe del segundo piso de La Moneda. Se trata de un puesto clave, ya que es ahí donde tradicionalmente se trabaja y se define la estrategia del gobierno. El desempeño de Crispi y su staff de asesores, sin embargo, ha estado en la mira del Socialismo Democrático, especialmente por los errores de gestión que ha mostrado el Ejecutivo.
Golpe a la línea generacional y la promesa de renovación
Con todo, la crisis también podría golpear a toda la línea generacional del gobierno, y el discurso de hacer política de una forma distinta.
En el Socialismo Democrático miran con preocupación cómo esta generación va a abordar la crisis, ya que aseguran, de seguir escalando, podría dejar en el suelo la única impronta que los seguía sosteniendo: la promesa de una renovación de la política y una manera distinta de hacer las cosas.
Una de las primeras que debió salir a hacerse cargo de la crisis, de hecho, fue la vocera Camila Vallejo, quién conformó la bancada feminista junto a Pérez en la Cámara cuando era diputada y lideró junto a Jackson el movimiento estudiantil en 2011.La ex diputada también tenía lazos con algunos miembros de la cuestionada fundación que recibió los fondos del Minvu.
Reforma clave en duda
La crisis también está generando efectos directos en las políticas impulsadas por el gobierno y podría significar un golpe para la reforma tributaria.
El pago de más de 400 millones de pesos a la fundación vinculada a RD explotó en medios del debate entre oficialismo y oposición para concordar un aumento en los impuestos a las empresas. Desde Chile Vamos se oponían a esta formula alegando precisamente que un pacto fiscal debe apuntar a mejorar y hacer más eficiente el gasto público.
A casi un mes de que se cumpla el plazo anunciado por Boric para ingresar la reforma, en la UDI ya anunciaron que el caso sólo reafirma la idea de que no se deben entregar más recursos al Estado vía impuestos.
“Para qué quieren más impuestos con este nivel de derroche”,dijo en El Líberoel jefe de bancada de la UDI, Guillermo Ramírez.
La reforma tributaria ha sido declarada por el propio gobierno como la reforma ancla para sacar adelante el programa que buscan implementar. Incluso han advertido que parte importante de las medidas dependen de su aprobación.
Quiebre oficialista
La crisis ha puesto en tensión además a los principales partidos oficialistas, en momentos en que el gobierno apostaba por lograr la máxima unidad tras la derrota en la elección de consejeros constitucionales.
El escándalo ha enfrentado por un lado a las dos colectividades más importantes del Frente Amplio: Revolución Democrática y Convergencia Social, los dos partidos ancla del gobierno.
El partido del Presidente, de hecho, ha sido uno de los más duros en cuestionar a sus socios de coalición. A las declaraciones de algunos de sus liderazgos como el diputado Winter se sumó una declaración de la colectividad en que se sostenía que “nuestras banderas por la máxima transparencia explican que ante situaciones que presenten un posible alejamiento de dicha ética pública seamos extremadamente tajantes en esclarecer todas las circunstancias y responsabilidades comprometidas, sin importar si se trata de una situación que afecta a personas de nuestro propio entorno político».
Por otro lado, el convenio entre la seremi de Vivienda de Antofagasta y la fundación Democracia Viva, también abrió un conflicto entre RD y el PS. Esto, luego que en RD intentaran liberar de responsabilidades a la ahora ex subsecretaria de la cartera, militante de ese partido, asegurando que sí había puesto en conocimiento de la situación al ministro Carlos Montes.
“La conversación que hemos manejado, que hemos conversado con la misma subsecretaria, es que cuando ella recibe la información lo conversa en el ministerio, con el ministro y también con todo su gabinete y empieza a recabar información con el Seremi«, dijo el presidente de RD, el senador Juan Ignacio Latorre.
La respuesta del PS no tardó en llegar, partido desde donde siguen con atención los pasos de RD y lo que creen será una serie de intentos por desvincularse lo que más puedan del caso, incluso a cuestas del ministro Montes.
Pese a los intentos de RD por blindar a Tatiana Rojas, finalmente el Presidente Boric le pidió la renuncia durante el fin de semana, en una muestra de los efectos que está teniendo el caso al interior del oficialismo.
Por lo pronto, la molestia que se ha instalado en el resto del FA con RD, especialmente en la colectividad del Presidente, Convergencia Social, tiró por el suelo las intenciones de Boric de crear un solo partido.