Un día como hoy se firmó el Acta de la Independencia de Venezuela. Así es que estamos en otra conmemoración más de este mes de Julio. Faltan otras, como la del nacimiento del Libertador Simón Bolívar el próximo 24 de los corrientes y paremos de contar. Lo cierto es que Julio tiene una trascendencia importante en la historia del país.
No olvidemos que la Independencia de los Estados Unidos de América se firmó un 4 julio y algunos especuladores afirman que la nuestra no se firmó el mismo día porque el Acta no estaba definitivamente lista. No lo creo, pero ha dado lugar a muchos comentarios de aquel tiempo. En todo caso empezó de manera definitiva y radical la lucha por la Libertad y la independencia de la Corona española. Fue una guerra larga y dura cuyo desenlace es conocido y ha sido estudiado profundamente dentro del país y en el mundo entero. También determino la liberación de la Nueva Granada, de Ecuador, del Perú y la fundación de Panamá y Bolivia, por motivaciones diferentes. Pero allí están. El ideal de la Gran Colombia, por razones que no es del caso explicar aquí de alto contenido humano y político, no fue posible mantenerlo. La Nueva Granada se aferró a la denominación y hoy es la gran República de Colombia, nuestra vecina y hermana.
Hago esfuerzos para no repetir incidentes y enfrentamientos humanos entre los libertadores de variada naturaleza y origen, pero el balance total es muy favorable, por donde se le mire, a esos grandes hombres probados en la guerra y en la paz.
En el caso venezolano sentimos la angustia de un relativamente largo proceso de deterioro y hasta de pérdida de la independencia. Además de Cuba que mantiene control, más que una simple influencia, en áreas básicas del poder público, ahora se suman países caracterizados por el enfrentamiento y encubierto a todo lo que el Occidente democrático significa. Están presentes. Las interesa una estrecha relación política y económica con un país que además de su posición geográfica es rica en recursos de todo tipo. Son variados lo intereses que los animan, pero todos tiene el mismo objetivo. Ya no se trata solo de un peligro inminente. Es una realidad que avanza con un régimen convertido en aliado de esos propósitos de entrega y una oposición, que con excepciones importantes, se agota obsesivamente en la lucha electoral por las primarias y las eventuales elecciones presidenciales del año próximo.
Seguiremos muy pendientes de cuanto sucede. En este momento estamos en alerta permanente. Para gente como nosotros se acerca la hora de definiciones muy firmes y definitivas con el ánimo de contribuir de manera eficiente con la liberación nacional.