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El PSOE lamenta el «vapuleo» de Feijóo a Sánchez: «Hemos perdido, ha sido un desastre»

Moncloa enmudece y presumen de la «tranquilidad» del presidente mientras dirigentes del PSOE lo ven «desquiciado»

El PSOE lamenta el «vapuleo» de Feijóo a Sánchez: «Hemos perdido, ha sido un desastre»

 

Hubo sorpresa y no fue la esperada. Lejos de lo previsto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostró su lado más agresivo en el único cara a cara con Alberto Núñez Feijóo dentro de una campaña electoral inexistente por parte del PSOE. El debate electoral de este lunes en Atresmedia era por tanto la prueba de fuego con la que consumar la remontada iniciada hace diez días que ha permitido devolver al PSOE en la franja de los 28% de voto. Pero la última oportunidad fue un fracaso. Dirigentes del PSOE consultados por THE OBJECTIVE lamentan el «vapuleo» de Feijóo a Sánchez en el debate electoral que suscita el siguiente veredicto: «Hemos perdido, ya está. Ha sido un desastre». 

Una cita en la que era clave el tono con la que comparecía el presidente Sánchez y el perfil institucional y presidencial con la que los dos candidatos abordaran el intento de conquistar al votante de centro. El objetivo de Sánchez era frenar la fuga de votos al PP que hasta ebarómetro del CIS asciende al 9% de voto, en torno al millón de votantes. Pero la estrategia se frustró con un Sánchez «desquiciado» y «muy agresivo» al que Feijóo consiguió sacar de sus casillas, especialmente en la primera parte del debate, en los bloques de Economía y Política Social e Igualdad.

Los dirigentes socialistas consultados por este periódico lamentan las constantes interrupciones del presidente Sánchez que califican de «ruido excesivo», así como la intervención de un Feijóo que «ha estado mejor de lo que esperaba. Lo ha vapuleado» al evidenciar constantemente que «el sanchismo es no dejar hablar». Los socialistas más comedidos se limitan a restarle importancia a la contienda televisiva: «No creo que sume nada de esto hoy». La cuestión más compartida en el PSOE es que restará porque el resumen es «terrible».

Ferraz prefabricó dos mensajes en los que presumió de que «el presidente Sánchez ha dominado desde la tranquilidad la primera parte del debate sobre los bulos y fake news de la economía española». Haciendo gala del excusatio non petita, acusatio manifesto, fuentes del PSOE han insistido en el estado de ánimo argumentando que el bloque de los pactos «han sido un camino de espinas para Feijóo que el presidente Sánchez ha manejado el bloque con la misma serenidad que el primero, aunque con la indignación que comparten millones de españoles ante los pactos de la vergüenza».

Los pactos con «machistas y negacionistas»

Pero la agresividad y los nervios del presidente Sánchez estuvieron a flor de piel desde el principio del debate. Ni siquiera en el primer bloque de Economía cumplió las expectativas de Moncloa, que habían previsto sacar pecho por la buena gestión de los datos del paro, la recuperación tras la pandemia y los precios de la energía. «Que nos diga que la Economía va como una moto es una falta de respeto a los españoles», atizó en primer lugar Feijóo, negando la creación de empleo y cuestionando del crecimiento a costa del mayor nivel de endeudamiento de la zona euro.

Las constantes interrupciones de Sánchez motivaron los apercibimientos de los periodistas moderadores, Vicente Vallés y Ana Pastor : «Señor, Presidente, señor presidente…». Feijóo se mostró más calmado, socarrón en ocasiones, y solicitando constantemente a Sánchez: «¿Me permite hablar? Muchas gracias». El fracaso en el bloque económico no hizo más que apuntalar la fortaleza de Feijóo en el bloque de los pactos electorales, donde Feijóo le recordó sus indultos a los condenados por el Supremo en el 1-O, la derogación de la sedición y la reforma de la malversación para «una declaración de independencia sin violencia en nuestro país sea legal», y le acusó de gobernar con «el brazo armado de ETA». Sánchez le devolvió el golpe acusándole de «claudicar ante el machismo». 

El acierto delíder del PP fue poner encima de la mesa un papel para comprometerse a que gobierne la lista más votada. «Le vuelvo a reiterar: firmemos este pacto. Mi compromiso es que si usted gana le facilitare la legislatura», ofreció Feijóo. «Es que el PSOE va a ganar las elecciones», replicó Sánchez. «Entonces, firme este pacto», contrarrestó Feijóo. Sánchez balbuceó. Tocado y hundido. El líder del PP se creció al denunciar que lo que oculta el rechazo a pactar este compromiso es que el PP no pueda gobernar si gana las elecciones y se tengan que repetir las elecciónes. «Su objetivo no es que no gobierne Vox eso no le importa, su objetivo es que no gobierne el PP. Es que no tiene otro».

Un asunto sobre el que insistió en el minuto de oro de cierre del debate. «Quiero ser presidente del gobierno de España pero no de cualquier forma», prometió Feijóo reclamando «una mayoría fuerte sin necesidad de contar con los extremos» que «saben bloquear pero no saben gobernar». Frente a su promesa de ser «un presidente fiable», el miedo alentado por el presidente del Gobierno: «Nos jugamos que España avance o retroceda en un túnel tenebroso. El 23 de julio nos estamos jugando la democracia. Le pido que vote con confianza, con esperanza y que vote al PSOE». Desde el PSOE el veredicto final era desolador: «Sánchez, K.O».

 

 

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