Alberto Núñez Feijóo: «Me gustaría refundar un partido amplio de centro-derecha»
El presidente del Partido Popular pide un resultado electoral que «impida el bloqueo de Sánchez» y permita «parar el independentismo y el populismo en España». «Hay una parte de Vox más pragmática y liberal que tenemos que recuperar», afirma
Dos campañas electorales encadenadas por toda España pasan factura. Al candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno le gusta hacer deporte casi a diario cuando su agenda se lo permite. En las últimas dos semanas no ha habido hueco para ello. Alberto Núñez Feijóo (Os Peares, Orense, 1961) se sienta con ABC en Palma, sobreponiéndose a una lumbalgia que ya se ha dejado sentir. Aunque pocos conocen todavía el dato. Por delante los dos últimos días de campaña. El PP ve ya una meta que para Feijóo puede ser solo el principio.
—¿A estas alturas cuál sería un buen resultado? ¿Usted firmaría los 156 escaños que alcanzó José María Aznar en 1996?
—El centro-derecha hasta hace muy poco tiempo estaba unido. Ahora pasó una época con dos divisiones, Ciudadanos y Vox. Aspiramos a recoger la mayor parte del voto de Ciudadanos, pero sigue siendo un poco más complejo que entonces. El bloque del centro-derecha del PP y la derecha de Vox estamos sumando entre un 47% y un 49% de voto. Aznar y Rajoy sacaron menos de un 45% en sus dos mayorías absolutas. España quiere un cambio político. Si esa mayoría de la gente concentra el voto podríamos conseguir un resultado superior a los 150 escaños. Eso sería un buen resultado. Pero para eso necesitamos concentrar el voto.
—Su campaña está presentando al PP casi más que como un partido como un movimiento por el cambio…
—Sí…
—… sin una carga ideológica muy definida. ¿Es eso el PP para usted? ¿Qué tiene que ser el PP?
—El PP es, primero, la alternancia política posible en España. En mi opinión la alternancia imprescindible y necesaria. El PP supone la derogación del sanchismo en España. Hay socialistas no sanchistas, hay incluso gentes que votaron a partidos de la nueva política, y se han dado cuenta de que lo importante es la buena política, y también gente que se fue del PP y confió en Vox pero que ahora sabe que la única alternativa al sanchismo es unir sus votos en torno a la papeleta del PP, que representa la posibilidad de volver a un presidente del Gobierno de fiar y a un Gobierno de fiar. Y para eso tenemos que ampliar el espectro. Nuestro compromiso es el programa electoral. Y ahí somos un partido constitucionalista, un partido que cree en la democracia liberal, en la economía de mercado, un partido que defiende el buen funcionamiento de los servicios públicos, que sabe que la presión fiscal no puede subir de forma indefinida, un partido que quiere atraer inversión extranjera y que la inversión española se quede en España. Somos un partido de centro reformista. Centro-derecha reformista. Un partido de amplio espectro, lo que es el Partido Popular Europeo.
—¿Qué espera usted del PSOE tras el 23J? ¿Qué condiciones tienen que darse para esa mano tendida que viene ofreciendo?
—Necesitamos un resultado que acompañe. Un resultado que impida un bloqueo de Sánchez, que ya bloqueó dos veces España. La biografía política de Sánchez es el bloqueo. Quedó claro en el debate que no está dispuesto a dejar gobernar si pierde. Su objetivo es gobernar cueste lo que cueste. Si tenemos un resultado que supere el de PSOE y Sumar juntos, creo que lo va a tener muy difícil para seguir bloqueando. Y espero que haya algún movimiento dentro del PSOE en caso de que tenga esa tentación.
—¿Pero por qué el PP condiciona su actuación a lo que decida otro partido y ve mejor al PSOE que a Vox?
—Nosotros hemos dicho claramente que, si unimos el voto, si los votantes de Vox que se fueron vuelven al PP, el PP puede gobernar en solitario. En Vox hay dirigentes que lo fueron del PP y los votantes la mayoría fueron del PP. Es legítimo que el PP intente recuperarlos, que es lo que hicimos con Ciudadanos. Eso no debe molestar a Vox. Y lo que dije, y mantengo, es que después de un resultado electoral satisfactorio lo lógico es hablar con la segunda fuerza política para que te deje gobernar. Para que se abstenga en la investidura. Es un ofrecimiento claro que le hemos hecho al PSOE, sin trampa ni cartón. Yo he dicho que si él gana y no pacta con los independentistas me abstengo porque no quiero bloquear mi país. Pero es evidente que si el PSOE no quiera abstenerse en la investidura yo hablaré con Vox, por mucho que le moleste al PSOE.
—¿Está en el horizonte de su proyecto volver a integrar a parte de Vox, dirigentes incluidos, en el PP?
—No lo oculto. Creo que el PP tiene que volver a ser el partido amplio de centro-derecha reformista que ha tenido España. Cuando fue así nos fue bien. Mayoría absoluta Aznar y mayoría absoluta Rajoy. Cuando empieza a desintegrarse el centro-derecha viene el populismo y viene la izquierda. Y el independentismo. Para una nación es fundamental que en el Gobierno no estén aquellos que quieren destruir la nación. La refundación del PP la hace Aznar en la década de los 90. La impulsó en el 96 y la consolida en 2000. Eso se mantuvo unido. Y ahora me gustaría volver a refundarlo. Me gustaría volver a refundar un partido amplio de centro-derecha para frenar al independentismo y al populismo en España.
CATALUÑA
«Tipificaré el referéndum ilegal. Con Sánchez sería una opción con la que comprar el favor de sus socios»
—Entiendo con esto que hay algunas ideas y algunos dirigentes de Vox que tendrían cabida en el PP que quiere refundar. Pero entiendo que no todo. No todos los dirigentes y todas las ideas de Vox le valen. ¿Cuáles no le sirven?
—Me preocupa aquellos cuyo objetivo es mantener un partido en el arco parlamentario español con independencia de que se produzca la derogación del sanchismo. Es evidente que entre el PSOE y Vox hay muchísimas diferencias, pero hay una coincidencia de intereses temporal: los dos no quieren que el PP saque un buen resultado. Uno porque quiere gobernar y otro porque quiere ser determinante. Me preocupan los dirigentes de Vox antivacunas. Me preocupan los dirigentes de Vox que siguen obsesionados con negar la violencia machista. Me preocupan algunos dirigentes de Vox que tienen animadversión al Estado de las autonomías. Me preocupan los que niegan el cambio climático. Pero es verdad que hay una parte de Vox más constitucionalista, más pragmática y más liberal que nosotros tenemos que recuperar. Hace 15 meses que estoy en esta posición. Cogí un partido desunido, con una crisis interna muy importante. Y ahora hemos ganado las municipales y autonómicas y podemos gobernar España. Yo quiero ese PP. Un PP de amplio espectro. Ese es el PP que la gente espera.
—Además del cese del señor Tezanos, ¿qué más tiene en mente aprobar en su primer Consejo de Ministros? O en el segundo.
—Una reducción intensa de las estructuras ministeriales. Nos sobran un tercio de ministerios. Y la consecuente reestructuración de altos cargos y asesores del Ejecutivo. Vamos a hacer un Gobierno más eficiente y más barato. Vamos a aprobar la reducción del IRPF a rentas inferiores a 40.000 euros. Vamos a bajar el IVA al pescado, la carne y la conserva. Me gustaría introducir una reducción del IVA de las peluquerías. Es urgente también la ley orgánica para reformar el Consejo General del Poder Judicial. Es urgente una nueva ley de Vivienda. Es urgente derogar la ‘ley Bildu’, la mal llamada Ley de Memoria Democrática. Es urgente una nueva ley Trans para evitar hormonaciones e intervenciones quirúrgicas irreversibles en adolescentes. Y sumergirnos en el mundo de los fondos europeos, que no han llegado a la economía real.
—Va a tener que negociar en Europa unas nuevas reglas fiscales. ¿Contempla un ajuste severo?
—Es un ajuste que va a tener que hacer España esté el Gobierno que esté. Sánchez ha vivido con el oxígeno de la deuda. Nosotros vamos a intentar ver de todo el presupuesto del Estado qué cosas son prescindibles sin tocar los servicios públicos. Y ver cómo podemos mejorar los ingresos, no a través del aumento de impuestos, sino a través de cotizantes a la Seguridad Social. El objetivo son 22 millones de cotizantes a la Seguridad Social. Pero les digo una cosa, a los responsables de la Comisión Europea, que les he trasladado ya en las reuniones que hemos tenido. De la misma forma que ellos han dejado barra libre sin límite para endeudarse, yo no puedo aceptar que España tenga que hacer un enorme sacrificio en muy poco tiempo. Eso no es posible. Las autoridades europeas tienen que ser consecuentes con sus decisiones. No podemos pasar de ir a 180 kilómetros por hora a pegar un frenazo a 20, porque el coche revienta.
—Algo que no me ha dicho que tiene que hacer es un proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
—Ah, por supuesto.
—¿Marca algún horizonte temporal?
—Si hay un Gobierno sólido, de una pieza, entiendo que no deberíamos estar más de 90 o 120 días sin presentar el presupuesto desde que tome posesión. En ese plazo tiene que entrar un proyecto a la Cámara.
—En sus Pactos de la Moncloa habla de la cuestión territorial. ¿Qué espera de la situación en Cataluña y el País Vasco? ¿Qué hará usted si se vuelve a plantear un referéndum de independencia?
—El independentismo puede esperar de mí diálogo, pero no sumisión. El Estado está desprotegido por la eliminación del delito de sedición. Yo lo repondré y tipificaré el referéndum ilegal. Por tanto, conmigo un referéndum sería ilegal. Con Sánchez, en cambio, sería una opción más con las que comprar el favor de sus socios de gobierno. Yo no le debo más a ERC que a España y así se lo haré saber al independentismo. Colaboración, toda. Chantajes, ninguno.
—¿Qué tiene en mente con RTVE? Ahí hubo un pacto PSOE-PP.
—No, la actual dirección es el fruto de un engaño. Porque había un pacto, pero hicieron dimitir al que había sido elegido de forma consensuada y ahora está una dirección de RTVE de la que dudo de la legalidad de la situación. Pero esta es la forma del sanchismo. El sanchismo demoscópico, en el Tribunal Constitucional, en el CNI… es ocupar las instituciones desde el Gobierno.
—¿Va a mantener el Ingreso Mínimo Vital? ¿Tiene una senda prevista de subidas del SMI?
—Vamos a mantener ayudas y rentas de integración a los ciudadanos más vulnerables, los que más necesitan del Estado, y lo que vamos a hacer es mejorarlas para que lleguen a todos, porque la realidad es que muchos de los que han solicitado el IMV no lo están recibiendo. En cuanto al SMI, mi deseo es seguirlo subiendo y hablaremos con los agentes sociales para hacerlo con consenso y responsabilidad.
POLÍTICA ECONÓMICA
«Siempre hemos revalorizado las pensiones, alguna vez por debajo del IPC, fue el PSOE el que las congeló»
—¿Se revalorizarán las pensiones siempre y todas conforme al IPC?
—Ese es mi compromiso y así figura en el Pacto de Toledo. Insisto en que el PP siempre ha revalorizado las pensiones -algunos años por debajo del IPC y otros por encima- y el PSOE es el único que las ha congelado, con Zapatero como presidente y con el voto de Sánchez. Me sorprende que el debate sea en qué medida las ha subido el PP respecto al IPC, a pesar de la crisis, mientras el PSOE las congeló.
—¿Qué va a hacer en la cuestión de Marruecos?
—Marruecos es un socio preferente de España y mi intención es mantener una relación estable y fructífera, que beneficie a ambas partes desde el respeto mutuo. En cuanto a posibles acuerdos bilaterales, lo primero que intentaré hacer si soy presidente es conocerlo, porque increíblemente seguimos sin saber qué pactó Sánchez con Marruecos.
—Si pudiera hacer una inversión en infraestructuras, ¿cuál sería?
—Hay muchas infraestructuras pendientes, pero me gustaría referirme en primer lugar a las hídricas. La sequía es un problema de primera magnitud en nuestro país. Necesitamos un Pacto del Agua y más de 40.000 millones de euros de inversiones en los próximos años.
—¿Y el tren a Extremadura?
—Sin duda, otra de las prioridades pasa por corregir déficits históricos y de eso Extremadura sabe mucho. Se vendió como AVE un tren que no lo es y nuestro compromiso es invertir para corregir esta desigualdad. También pienso en otras comunidades con enormes déficits, como Cantabria o Murcia.