Democracia y Política

Felipe González sobre Podemos: «La alternativa bolivariana sería una catástrofe»

El expresidente del Gobierno Felipe González ha reconocido este miércoles que existe un malestar social «mundial» por incremento de la desigualdad pero se ha mostrado preocupado por la respuesta a este problema. «La alternativa bolivariana sería una catástrofe sin paliativos. Si llega, yo tendré el consuelo de decir que yo ya lo dije», ha dicho el expresidente ante lo que entiende como una «moda».

En ese momento, ya al final del acto de presentación del ‘Informe sobre la democracia en España’, de la Fundación Alternativas, una persona de entre el público le ha pedido a voces desde el fondo del auditorio de Caixaforum en Madrid que hiciera «un poco de autocrítica».

Durante la presentación de dicho informe, González ha señalado que se vive un nuevo tiempo debido a la implosión de las redes sociales y de internet, aunque ha sostenido que más que fractura entre élites y ciudadanos -él ha dicho estar orgulloso de pertenecer a esa «casta» por lo conseguido durante su etapa en el Ejecutivo- existe un problema derivado de la «ausencia de referentes políticos».
Previamente, tanto el presidente de la Fundación Alternativas, Pere Portabella, como los coordinadores del informe, que lleva por título en esta octava edición ‘Democracia sin política’, habían señalado que uno de los principales problemas detectados en España es la «fractura entre elites y ciudadanos».

Portabella ha destacado la desafección ciudadana y la crisis del bipartidismo que ya se detectaba desde tiempo atrás, y para ello ha contrastado a los partidos clásicos con las nuevas formaciones como la liderada por Pablo Iglesias, que «utilizan códigos distintos, no son utópicos y quieren ya estar presentes y hacer política porque están movilizados y organizados».

La directora del Laboratorio de la Fundación Alternativas, Belén Barreiro, ha insistido en que la fractura entre ciudadanos y elites es tan importante como la que hubo en el pasado entre derecha e izquierda, de ahí que se haya pasado a la acción política y hayan surgidos nuevos partidos al calor de internet.

En este sentido, ha destacado que el informe de 2014 detecta que la penetración de internet entre el electorado de estos partidos todavía minoritarios es «mucho mayor» que en los partidos tradicionales. «Puede decirse que los partidos grandes se han quedado con una España analógica y los partidos pequeños con la España digital», ha añadido.

El periodista Joaquín Estefanía, en su calidad de director del ‘Informe sobre la democracia en España’, ha hablado de «bipartidismo tecnocrátido» tanto en España como en las instituciones europeas. «Los partidos centrales tienden a coaligarse independientemente de la necesaria competencia política, algo que ha abominado una parte de la población de todos los países en las últimas elecciones europeas», ha defendido.

Felipe Gonzalez 

González ha sido el último en tomar la palabra y lo ha hecho para recordar que no hay ningún país sin elites ni sin lo que él llama «crisis de gobernanza de la democracia representativa», un problema que es mundial porque, en su opinión, más que fractura entre elites y ciudadanos el problema es de «ausencia de referentes».

No obstante, el expresidente se ha mostrado contrario de salidas que ha resumido como «alternativas bolivarianas», en referencia a las políticas experimentadas en países latinoamericanos como Venezuela. «La paradoja -ha apuntado- es que la sociedad necesita una respuesta socialdemócrata porque hemos tocado fondo y nos vamos a llevar una larga temporada en el fondo, no veo ninguna expectativa para crear empleo de verdad».

La defensa de su generación política no ha impedido que González haya hecho un elogio, aunque con matices por la dificultad de discernir entre verdad y mentira, de las redes sociales y de la movilización a través de internet, algo que le permite mostrarse «esperanzado» porque se traslada en contestación social ante los «recortes de libertades» de los que ha acusado al Gobierno del PP.

«Hay algunas alegrías», ha comentado en alusión a la «resistencia generalizada y poco sectorial» ante esos recortes de libertades, una movilización como la que se lleva a cabo ante la «perdida de derechos de las mujeres» que es mayor y más continuada, en su opinión, que la que se aprecia ante los recortes de derechos en sanidad o educación.

 

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