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Massa recorta distancias con Milei tras acorralarlo en el último debate presidencial

«Había una intención de provocarme», dice el líder de La Libertad Avanza y aún favorito para los comicios del domingo

Los candidatos a la presidencia de Argentina, Javier Milei y Sergio Massa, durante el último debate presidencial AFP

 

Los analistas políticos suelen decir que, en un debate presidencial, existen en verdad dos: el que se ve en directo y el del día siguiente, que abarca lecturas y análisis tanto de la prensa como de los equipos de campaña. Y, en la mañana posterior al tenso intercambio televisivo entre el actual ministro de Economía argentino Sergio Massa y el economista Javier Milei, el escenario era claro: el desempeño del líder de La Libertad Avanza (LLA) no había estado a la altura de las circunstancias y el diputado se vio acorralado por el candidato oficialista, pese a que Milei contaba con fuertes herramientas para arrinconar a su oponente electoral. La estrategia más eficiente de Massa fue dar a entender –sin decirlo explícitamente– la posibilidad de un desequilibrio mental por parte del flamante político.

Acusaciones de ruido

Si algo queda claro en las últimas apariciones televisivas de Milei –bastante escasas en comparación con el ritmo que venía manteniendo al inicio de la campaña– es que el ruido le molesta. Dos semanas atrás, en una entrevista televisiva, el candidato de LLA se enojó con los presentadores porque el ruido ambiente no le permitía expresarse correctamente.

Este lunes, tras el debate presidencial y luego de leer las duras críticas de la prensa, Milei no tardó en explicar en la emisora argentina Radio Mitre: «Había una clara intención de Massa de provocarme». Y acto seguido, puso como ejemplo la tos: «Cuando yo estoy haciendo el cierre, están todos tosiendo. Hubo un cambio de último momento y pusieron de mi lado a la gente de él. Entonces, cuando yo hablaba, todos tosían para perturbarme».

Impacto en las urnas

Pese a la ventaja de Massa en el debate, los analistas no creen que eso implique una victoria asegurada en la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar el próximo domingo 19 de noviembre. No obstante, podría haber alguna variación en los votos de los indecisos. Hasta el pasado fin de semana, la mayoría de los sondeos daban como ganador al líder de LLA por una ventaja de menos de 6 puntos. La consultora Aresco posicionaba a Milei con un 52,4% y a Massa con un 47,6% y Management & Fit otorgaba una intención de voto de 51,9% y al segundo de 48,9%.

Sin embargo, en la mañana del lunes algunas consultoras ya hablan de una reducción de la diferencia entre ambos. E, incluso, hay quienes dan como futuro presidente argentino a Massa. Es el caso del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) que ubica al actual funcionario como ganador con un 46,7% y en un segundo puesto a Milei, con un 45,7%.

Personalidades a favor y en contra

En un momento en el cual la situación de Milei dista mucho del escenario posprimarias, cuando el candidato gritaba empoderado «la casta tiene miedo» e incluso aseguraba que tenía muchas posibilidades de alcanzar la Casa Rosada en primera vuelta, el economista ha recibido el apoyo de figuras internacionales. A través de una carta, el expresidente chileno Sebastián Piñera, el exmandatario Mariano Rajoy –junto a otros seis expresidentes–, y el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa se posicionaron en favor del candidato.

Es «un candidato nuevo en política, con quien sin duda tenemos muchas diferencias, pero que cree en las ideas de la libertad», sostuvieron en una misiva firmada también por el nuevo aliado de Milei, el expresidente Mauricio Macri. El cantante Andrés Calamaro es otro de los que expresó su apoyo al candidato.

Días atrás, Massa había recibido, mediante un comunicado, el apoyo de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Michelle Bachelet (Chile), los premios Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Rigoberta Menchú y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quienes llamaron a «poner freno» a las «posturas antidemocráticas».

La opinión internacional está tan dividida como la de los argentinos. Los resultados se verán en las urnas el próximo domingo cuando, luego de tres meses de acercarse a votar, los argentinos conozcan por fin quién será su nuevo presidente.

 

 

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