Putin aprueba reestructurar otra vez la deuda millonaria del régimen de Cuba
El régimen de Cuba confirma que no paga las deudas que contrae ni con sus estrechos aliados.
Vladimir Putin aprobó el lunes la modificación de los acuerdos de créditos entre Moscú y La Habana que otorga a Cuba mejores condiciones para el pago de una millonaria deuda, así como su reestructuración.
De acuerdo con la agencia EFE, el documento que avala la decisión presidencial fue publicado en el portal de información legal del Gobierno ruso.
Los protocolos aprobados por Putin, estrecho aliado de La Habana, se refieren a los acuerdos de créditos estatales para Cuba otorgados entre 2009 y 2019 para la compra de hidrocarburos.
Según el viceministro de Finanzas de Rusia, Alexéi Sazánov, la deuda contraída por Cuba en el marco de los acuerdos cuya reestructuración fue aprobada, asciende a 277.2 millones de dólares.
Las facilidades otorgadas a La Habana incluyen la posibilidad de saldar la deuda en rublos, postergar el plan de pagos de 2023-2027 al período 2028-2040 y modificar el cálculo de las tasas por la demora de los pagos.
Rusia considera que la ayuda al régimen de Cuba, dirigida a garantizar su abastecimiento de crudo, fortalecerá las posiciones políticas de Moscú en América Latina, pese a que esos suministros hoy apenas existen y la Isla vive su peor crisis eléctrica desde 2022, con apagones simultáneos en hasta el 44% del territorio nacional e incrementos de los precios de la gasolina por encima del 400%, así como la dolarización parcial de su venta.
En abril de 2023, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, visitó Cuba y, según el periódico ruso Kommersant, anunció que Moscú y La Habana casi habían completado el acuerdo sobre los términos bajo los cuales se reestructuraría la deuda de la Isla con el Kremlin. A la altura de febrero de 2022, esa suma ascendía a 471 millones de dólares, según ese reporte.
En agosto de ese mismo año, Moscú concedió al Gobierno de Cuba la prórroga hasta 2040 de los pagos de un préstamo para la construcción de una central eléctrica que nunca vio la luz, y sobre cuyo destino La Habana nunca ha rendido cuentas.
La Habana debía pagar intereses de ese préstamo por un monto de aproximadamente 1,4 millones de euros. Inicialmente, esta suma debía pagarse antes del 28 de febrero de 2022, pero fue diferida para que sea saldada el 15 de junio de 2025.
Según ese acuerdo, el monto de intereses que Cuba debió pagar a partir del 1 de marzo de 2021 hasta finales de 2022, equivalente a unos 2,2 millones de euros, podría comenzar a honrarse a partir del 15 de junio de 2028 y ser completado a mediados de diciembre de 2040.
En cuanto a la deuda principal, así como una serie de pagos diferidos e intereses capitalizados que La Habana debió pagar comenzando en enero de 2023, para ser honrada en su totalidad a finales de 2027, también fue desplazada a entre junio de 2028 y diciembre de 2040.
Además, también la devolución de ese préstamo se hará en rublos, pues anteriormente se trataba de una suma en euros.
En 2015, Moscú firmó un acuerdo con La Habana para proporcionarle un crédito estatal a la exportación de hasta 2.200 millones de euros. Esos fondos serían destinados, según fue reportado entonces, a proyectos de construcción de unidades eléctricas en las centrales térmicas cubanas Máximo Gómez, en Mariel, y Ernesto Guevara, de Santa Cruz del Norte, indicó la agencia rusa Interfax.
Una unidad de potencia de 200MW se construiría en la primera, y otras tres de igual potencia en la segunda. La implementación del proyecto por la parte rusa correría a cargo de la empresa Inter RAO – Export, líder del sector en la nación euroasiática.
Los términos iniciales del préstamo asumieron su uso entre 2016 y 2024. La Habana lo pagaría en diez años, con los primeros desembolsos al año del lanzamiento de las unidades de energía, que según el acuerdo original, sería a más tardar el 1 de febrero de 2025.
El préstamo se otorgó con un interés del 4,5% anual. Sin embargo, desde entonces no ha habido informes del inicio inmediato del trabajo en el proyecto.
La prensa oficial cubana no menciona este tema, pese a que se trata de una nueva deuda que se suma a los miles de millones que debe el Gobierno cubano, que pocas veces honra los préstamos que recibe.
En 2022, la prensa oficial rusa reveló que Moscú había prestado a La Habana 2.300 millones de dólares entre 2006 y 2019 para financiar importantes proyectos de energía, industria metalúrgica y transporte.
En febrero de 2022, horas antes del inicio de la invasión de Ucrania, la Duma (cámara baja de la Asamblea federal de Rusia) ratificó un proyecto de reestructuración de la deuda de 2.300 millones de dólares, que el presidente de esa entidad negoció en un viaje a La Habana.
Según la Duma rusa, ese proyecto «prevé la reestructuración de la deuda de Cuba con Rusia, en el marco de cuatro acuerdos de préstamos intergubernamentales».
Los reportes de entonces indicaron que desde 2020 el Gobierno cubano dejó de pagar la deuda y solicitó a Moscú revisar las condiciones del crédito. En respuesta a esta petición, el 11 de junio de 2022 Vladimir Putin ratificó los protocolos para enmendar los acuerdos firmados y aplazar los pagos.
En 2014, Putin había condonado el 90% de la deuda de La Habana de tiempos de la URSS, ascendente a 35.000 millones de dólares, de los cuales el régimen de Raúl Castro solo tendría que devolver 3.500 millones.