Ciencia y TecnologíaGente y Sociedad

Paula Gordaliza, matemática: «No nos dejemos llevar por visiones catastrofistas de la IA. Confiemos en el género humano»

Paula Gordaliza utiliza las matemáticas para crear una sociedad más justa. ¿Cómo? Abriendo el 'estómago' de los algoritmos para evitar que se alimenten de datos contaminados. Un enfoque pionero que le ha valido el premio Vicent Caselles de la Fundación BBVA y la Real Sociedad Matemática Española.

Paula Gordaliza, matemática: «No nos dejemos llevar por visiones catastrofistas de la IA. Confiemos en el género humano»FUNDACIÓN BBVA.

Los algoritmos parecen cajas negras porque nos dan soluciones, pero de una manera opaca y sin una trazabilidad clara. Mi reto es abrirlas», explica Paula Gordaliza, de 29 años, doctora en Matemáticas por las universidades de Valladolid y Toulouse. «Los algoritmos no son racistas o sexistas. Lo que pasa es que se entrenan con grandes bases de datos. Si contienen sesgos o son de mala calidad, las respuestas de la IA pueden discriminar a las personas en función de su raza, sexo, ideología… Es lo que intento evitar con mis investigaciones en aprendizaje automático», añade.

Prueba del interés que han suscitado son siete publicaciones de impacto y el Premio Vicent Caselles 2023, otorgado por la Fundación BBVA y la Real Sociedad Matemática Española. «El hecho de que se utilicen algoritmos a la hora de acceder a un trabajo, un crédito o un tratamiento médico le genera inquietud a buena parte de la población. Y seguirá siendo así mientras no existan garantías de un funcionamiento justo, honesto y robusto de dichas tecnologías», sostiene.

Precisamente, la Fundación BBVA ha publicado un estudio de opinión en 18 países. La mayoría de los ciudadanos confía en la ciencia para hacer frente a los grandes desafíos del siglo.

Pero las expectativas varían: mientras que una gran parte considera que la energía solar o la biotecnología mejorarán sus vidas, las expectativas son más bajas respecto a la inteligencia artificial. «El miedo a la IA está muy vinculado a la automatización de tareas y a una posible pérdida de empleos. Cada cambio de paradigma en los sistemas de producción genera rechazo. Pero lo que han traído es más bienestar. El empleo se reorienta, la jornada se acorta, se favorece la conciliación… Los jóvenes debemos estar preparados para los cambios, pero sin dejarnos llevar por visiones catastrofistas.

Confiemos en la inteligencia colectiva del género humano», opina Gordaliza, que compagina su labor investigadora con la de profesora ayudante doctora en la Universidad Pública de Navarra. «Mi interés por las matemáticas viene desde pequeña y se lo debo a mi padre, que es catedrático, y nos planteaba en casa divertidos acertijos. Tenemos matemáticos de primer nivel, pero las condiciones económicas en la universidad son precarias y los plazos para lograr una estabilidad, muy largos».

 

 

Botón volver arriba