El Partido Comunista de Chile, molesto con Boric por pedir la democratización de Cuba
La organización firmó la pasada semana un acuerdo en la Isla con el PCC
MADRID/“No sé a qué se refiere el presidente, no sé qué es lo que ve él que hay que democratizar en Cuba”. La frase es de Boris Barrera, diputado del Partido Comunista de Chile y el aludido no es otro que su presidente, Gabriel Boric. En el seno del Gobierno no hay tensiones con el PC, afirma la ministra Camila Vallejo, miembro de ese mismo partido, pero los dirigentes de la organización no se han tomado bien las declaraciones del dirigente y no han dudado en hacérselo saber.
La polémica estalló el pasado 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, cuando el presidente chileno, reunido con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, habló de la Isla.“La situación es grave en Cuba, en donde hoy día se está pasando hambre y en donde es necesario de una vez por todas levantar el bloqueo unilateral, además de avanzar hacia la democratización dentro del mismo país”. Las palabras de Boric serían consideradas tibias por buena parte de la comunidad internacional, pero han bastado para enfadar a uno de los partidos de la coalición de su Gobierno.
“Cada país tiene el sistema político que quiere y que se autoimpone (…). Los cubanos se han dado de una manera democrática y soberana el sistema político que tienen”, espetó Barrero al presidente. A su opinión se unió, Luis Cuello, jefe de bancada de los diputados comunistas, que agregó: “El pueblo de Cuba tiene el derecho a determinar su propio sistema político”.
«Los cubanos se han dado de una manera democrática y soberana el sistema político que tienen”, espetó Barrero al presidente
El mismo viernes, en el Círculo de Periodistas de Santiago de Chile Lautaro Carmona y Bárbara Figueroa, presidente y secretaria general del PC, respectivamente, contaron a los militantes del partido su reciente paso por Cuba durante un evento en el que se recolectaron fondos “para apoyar a Cuba”. Carmona dijo que durante su paso por la Isla conoció “en primera persona los efectos del bloqueo criminal impuesto por Estados Unidos”.
Pero su viaje tuvo otro fin, la firma de un acuerdo de “intercambio y cooperación” entre los partidos comunistas de ambos países, rubricado en la isla por Roberto Morales, actual secretario de organización y política de cuadros del comité central del PCC. De su contenido aportó Carmona algunos detalles, entre los que destaca la “cooperación bilateral en el campo de la comunicación política digital, en especial el trabajo en las redes sociales (…) con el propósito de difundir información objetiva y verídica que se contraponga a las campañas mediáticas, adversas, desarrolladas por los medios de comunicación del imperialismo o sus afines”.
También está previsto el intercambio en “cuestiones de interés común” para reforzar la “amistad, la cooperación, el diálogo, el aprendizaje recíproco y la confianza política entre ambos partidos”, que incluye como temas y organizaciones prioritarias a los colectivos de jóvenes, feministas y sindicales.
Además, está presente el objetivo de “estrechar el mecanismo de consulta y coordinación para el apoyo mutuo para eventos internacionales, donde se requiera fijar posición de principios comunes. En especial el foro de São Paulo” y también “impulsar la cooperación bilateral en materia de formación política y de cuadros”, incluyendo la creación de “plataformas de cooperación económica”.
Así, las partes se comprometieron a respetar “las realidades específicas de Chile y Cuba” y “la no injerencia de los asuntos internos”
Así, las partes se comprometieron a respetar “las realidades específicas de Chile y Cuba” y “la no injerencia de los asuntos internos”, agregó en el acto, momento que aprovechó para lamentar las palabras de Boric. “Queremos que nuestro gobierno tenga una mirada más… Estuvimos con la embajadora de Chile allá… Claro, no es en la misma sintonía que tendría uno de los nuestros. Sin hablar mal de ella desde el punto de vista profesional. Pero hagamos que esto vaya apremiando, perseveremos, no desmayemos en eso. Esta es una misión política, revolucionaria (…)”, agregó el líder del PC.
“Si lo hacemos, vamos a sentir la sana satisfacción no solo de haber cumplido, sino de estar involucrados en una causa de marca mayor. Tenemos mucha cercanía (con Cuba), pero tenemos que llevar esto a movimiento, a movimiento de masas”, remachó.
A pesar de que Boric, que ha sido más duro en el pasado tanto con el nicaragüense Daniel Ortega como con el venezolano Nicolás Maduro –que lo ha tildado de “izquierda cobarde” por sus opiniones– fue comedido en sus observaciones, sus declaraciones han generado reacciones de todo el arco parlamentario. Entre la oposición, destaca la intervención de Guillermo Ramírez, del partido derechista Unión Demócrata Independiente, que aseveró: “Me alegro que el presidente hable de dictadura cuando habla de Cuba. En general la izquierda puede tener palabras duras contra Nicaragua y también contra Venezuela, pero les cuesta mucho hablar de Cuba, hay algo romántico ahí a lo que la izquierda no ha renunciado”.
«En general la izquierda puede tener palabras duras contra Nicaragua y también contra Venezuela, pero les cuesta mucho hablar de Cuba, hay algo romántico ahí a lo que la izquierda no ha renunciado»
Agustín Romero, del también opositor Partido Republicano, consideró por su parte que Boric “en vez de estar mirando hacia afuera tiene que preocuparse de lo que está pasando en Chile. Hoy día a los chilenos los están matando”.
La posición del presidente fue respaldada en general por la coalición de Gobierno, como dejó clara la postura del diputado de Convergencia Social, Gonzalo Winter: “La situación del embargo es inaceptable y también el modelo político cubano se aleja por completo de lo que yo entiendo por democracia”.
Maite Orsini, del también oficialista Revolución Democrática, remarcó que los cubanos “están dañados tanto por su propio Gobierno que les impide sus derechos civiles y políticos, como también por parte del bloqueo que EE UU ha sostenido durante demasiados años”.
La propia Vallejo, representante del PC en el Gobierno, rechazó que la situación pueda ir más allá y confirmó que el Ejecutivo respalda a Boric. “No es algo nuevo, no es algo desconocido para ningún partido oficialista y ha sido esa convicción y ese compromiso con las democracias, con los Derechos Humanos y con la integración de los países el poder mantener esa línea y esa consecuencia. Por lo tanto, si no fue un problema antes no tendría por qué serlo”, zanjó.