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Los líderes europeos, de acuerdo en que Von der Leyen repita como presidenta de la Comisión Europea

António Costa y Kaja Kallas completan el reparto de nombramientos que será oficial el día 27

Von der Leyen, Costa y Kallas: 3 piezas que encajan para el sudoku de los altos cargos de la UE

  KAJA KALLAS Y URSULA VON DER LEYEN

 

Después de la avalancha de especulaciones que han estado surgiendo en los últimos meses, este martes se vio claro que por debajo de las turbulencias prevalece un consenso claro en torno a los nombres de los que van a ocupar los cargos principales de la UE, con la popular alemana Ursula von der Leyen a la cabeza para ejercer un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea y el socialista portugués António Costa como presidente del Consejo Europeo. La popular maltesa Roberta Metsola seguirá como jefa del Parlamento Europeo durante la próxima media legislatura y la primera ministra de Estonia, la liberal Kaja Kallas, como jefa de la diplomacia en sustitución de Josep Borrell.

Entre los dirigentes que se pronunciaron a la entrada de la reunión no hubo ninguno que mostrase la menor contrariedad hacia la selección de nombres que se ha venido formando y algunos incluso hicieron hincapié en que en estos momentos no hay ninguna alternativa por lo que hasta la presidenta del Parlamento, que participaba también en el inicio de la reunión como es tradición en los consejos europeos, dio a entender que la Eurocámara «ya está preparada» para ratificar el nombramiento de Von der Leyen para un segundo mandato si como ahora parece claro se aprueba formalmente en la cumbre de la semana que viene. Ha habido reuniones de los dos negociadores socialistas, el alemán Olaf Scholz y Pedro Sánchez, con el abanderado de los liberales, Emmanuel Macron. Entre los tres suman sendas derrotas en las elecciones europeas. También se han reunido por separado con los populares, una novedad en este proceso ya que, pese a que la militancia de los candidatos siempre se ha tenido en cuenta, hasta ahora nunca se había llevado a cabo este proceso con tanta carga política partidista.

La cena informal que había convocado el actual presidente del Consejo, Charles Michel, tenía algún componente delicado puesto que inicialmente el belga no quería que Von der Leyen participase en la reunión, ya que se tenía que debatir sobre su futuro. Pero la presidenta de la Comisión reclamó su condición de miembro del Consejo Europeo y le ha forzado a extenderle una invitación, aunque solo estuvo en el inicio de la reunión. Este era probablemente el último zarpazo en la disputa que han mantenido los dos durante prácticamente toda la legislatura y en la que el belga ha salido perdiendo claramente. No repetirá en el cargo y sus pretensiones de última hora para convertirse en Alto Representante no han tenido ningún efecto.

Apoyo de Montenegro

Hasta el actual primer ministro portugués, Luis Montenegro, apoyó la candidatura de su predecesor en el cargo, António Costa, a pesar de que él había sido el líder de la oposición cuando el socialista fue primer ministro, lo que ha dejado en nada las peripecias jurídicas que llevaron en su día a su dimisión. Según varias delegaciones socialistas, existe la convicción «transversal» de que estos asuntos que sobrevuelan la figura del portugués son irrelevantes.

El primer ministro croata, Andrej Plenkovi, había sugerido la posibilidad de dividir en dos el mandato temporal del cargo de presidente del Consejo, como se hace en el Parlamento, pero no parece que la idea haya avanzado ya que este puesto se creó precisamente para evitar la falta de continuidad que se producía cuando la ejercían por rotación cada seis meses. Y además, los socialistas han reaccionado diciendo que entonces también querrían que se divida el mandato de la presidencia de la Comisión, para que hubiera durante dos años y medio un presidente de izquierda.

Ha habido reuniones de los dos negociadores socialistas, el alemán Olaf Scholz y Pedro Sánchez, con el abanderado de los liberales, Emmanuel Macron

Kallas por su parte se ha destacado en la escena internacional desde la invasión rusa de Ucrania como una voz potente y clara que contrasta con la política de Josep Borrell, que en las formas ha mantenido el discurso oficial, pero se ha dejado influir frecuentemente por ciertos gobiernos, empezando por el de Pedro Sánchez.

Ha habido propuestas exóticas como la de incluir en el reparto otros cargos más o menos conexos, como el del secretario general de la OTAN que se ha de decidir este año o incluso el de la presidencia del BEI, pero han sido rechazadas. De modo que las cosas parecen quedar meridianamente claras para el Consejo de la semana que viene, en el que todo esto será formalmente aprobado para la renovación de Von der Leyen en el pleno del Parlamento del mes que viene.

 

 

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