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Verano ‘sanchitrumpivariano’

El anuncio de que Sánchez va a proteger la democracia este verano es señal de que pretende desmantelarla

Con el eco del veranillo que se viene, –verbenas, gazpachos y olor a crema solar– y la bendita inconsciencia de julio, Moncloa pretende ajustarle las tuercas a la prensa y a los jueces, que son los dos poderes que le quedan a la democracia de mi Españita. Vamos, esperanzados, a los sanfermines y lo que viene después, y al volver Dios sabe qué país nos habrá dejado el gobierno ‘sanchitrumpivariano’, monstruo final de los populismos de Europa, mezcla de Venezuela, de la urna detrás de las cortinas de Ferraz y de Mar-a-lago.

Quince días les dio el sanchismo a los jueces para asaltarlos y haciendo la cuenta me sale que a la hora en que los doblegue, estaremos en la novillada del cinco de julio en Pamplona con la ropa blanca planchada para el chupinazo y los nervios del primer encierro agarrados en la barriga. Que las medidas contra jueces y medios de comunicación lleguen en pleno estío es prueba de la ocultación del crimen que se pretende.

El verano son locallejones oscuros de la política, tiempo de ajustes de cuentas, de tropelías y de reflejos de luna en las hojas centelleantes de las navajas. El verano es ocultación y premeditación del mangoneo que se pretende a espaldas de los ciudadanos. El siguiente pasito hacia el autoritarismo nos cogerá esperando la serie en el pico de Zurriola, escuchando el zortziko en los toros en Azpeitia y nos preguntaremos que cómo ha podido pasar. La vida consiste en que sucedan cosas que nos parecían mentira: los años, la juventud, la destrucción de las democracias liberales. Todo lo que creíamos que era para siempre. El asalto a los jueces nos cogerá comiendo un helado antes de los fuegos artificiales o bajando de correr las vacas del Pilón de Falces, con el alma ancha de jotas, de charangas y de amigos, y será el verano un otoño gigantesco, el padre de todos los meses de septiembre.

Apuñalarán el Régimen del 78 y habrán muerto los consensos y el Estado de Derecho, vaya usted a saber y estaremos pendientes de que no se nos llene de arena la toalla. Acaso nos despertemos en un mundo en el que los medios puedan tener que publicar a sus opinadores en una paridad entre izquierdas y derechas –¿pondrán a escribir a antisanchistas en sus medios afines?–.

Sé lo que haréis el próximo verano y, con los últimos compases del alarde de Fuenterrabía se consumará la maniobra de conquista del CGPJ según la cual el PP mantiene secuestrada la judicatura y por eso Sánchez va a secuestrarla él mismo. Justificar el asalto a los jueves en que el poder emana del Congreso que representa al pueblo, esto son sus santas narices, es el quicio de todos los autoritarismos, y lo veremos suceder mientras se seca el bañador. El anuncio de que Sánchez va a proteger la democracia este verano es señal de que pretende desmantelarla.

 

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