Claves de las elecciones legislativas anticipadas: Francia inicia este domingo un cambio histórico
Los franceses decidirán si dan al partido de Le Pen la mayoría simple o absoluta, cohabitando institucionalmente con Emmanuel Macron
Marine Le Pen y Jordan Bardella
Francia inicia el domingo el gran cambio histórico del modelo político que ha funcionado desde hace cincuenta años. Dentro de quince días, los equilibrios tradicionales habrán cambiado radicalmente, incluso el modelo nacional e institucional podrá sufrir cambios imprevisibles.
Este domingo, se vota en la primera vuelta electoral. Los resultados, a las ocho de la tarde, serán un primer retrato robot de la nueva Francia política.
Estimaciones y sondeos anuncian una mayoría relativa o absoluta de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen. Como segunda fuerza se cotiza el Nuevo Frente Popular (NFP) que agrupa a todas las izquierdas, La Francia Insumisa (extrema izquierda), el PS, el PCF y los Verdes. Por separado, las izquierdas correrían al riesgo de relativa desaparición parlamentaria. Unidas, están divididas, con programas no siempre compatibles. Varios pequeños partidos de centro derecha, fieles a Emmanuel Macron, se cotizan como tercera fuerza política nacional. Separados, no existirían. Unidos son víctimas de la impopularidad devastadora del presidente de la República.
Los Republicanos (LR, derecha tradicional) corren el riesgo de unos resultados devastadores para la familia política que fundó el Régimen y fue mayoritaria durante varias décadas. Los herederos del general Charles de Gaulle, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy están literalmente hundidos. Los más optimistas aspiran a la refundación. Quedan, todavía, una ultraderecha muy minoritaria y varios grupúsculos que no llegan más allá del 1% al 4% de las intenciones de voto en la primera vuelta.
En la primera vuelta se han presentado 4.000 candidatos, aspirando a conquistar algunas de las 577 circunscripciones. A la segunda y decisiva vuelta, el domingo día 7 de julio, con el resultado definitivo, Francia habrá consumado un cambio histórico.
En la primera vuelta, los franceses indican sus grandes preferencias. En la segunda, se elige a las familias que gobernarán durante cinco años. Entre la primera y la segunda vuelta se consuma un recentraje o matización.
Cohabitación
En esta ocasión, la matización es muy simple: los franceses decidirán si dan al partido de Marine Le Pen la mayoría simple o absoluta para gobernar, cohabitando institucionalmente con Emmanuel Macron.
Se trata de una novedad histórica y capital.
Entre 1986 y 1988, François Mitterrand, presidente socialista, se vio forzado a cohabitar con Jacques Chirac, primer ministro conservador, que tenía la mayoría parlamentaria. Entre 1993 y 1995, Mitterrand se vio forzado a cohabitar con Édouard Balladur, primer ministro conservador, que tenía la mayoría parlamentaria. Entre 1997 y 2002, Chirac, presidente conservador, se vio forzado a cohabitar con Lionel Jospin, primer ministro socialista, que tenía la mayoría parlamentaria.
La cohabitación prevista entre Macron y el partido de Le Pen enfrenta dos visiones antagónicas que rozan lo incompatible
A partir del 8 de julio, todo parece indicar que Macron, presidente centrista, se verá forzado a cohabitar con Jordan Bardella, primer ministro anunciado si se confirma el triunfo de la extrema derecha de la familia Le Pen.
Se trata de un cambio histórico y radical. Entre Mitterrand, Chirac, Balladur, Jospin, había grandes diferencias entre izquierdas socialistas y derechas tradicionales. La cohabitación prevista entre Macron y el partido de Le Pen enfrenta dos visiones antagónicas que rozan lo incompatible sobre el futuro de Francia, el futuro de Europa, y el futuro de la Alianza Atlántica. La UE y la OTAN sufrirán directamente el cambio francés.