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El Garrick Club de Londres abre sus puertas a las mujeres tras 193 años de exclusividad masculina

La larga tradición de exclusión en la emblemática institución británica ha sido objeto de intensos debates y controversias durante décadas

  •                                   Uno de los salones interiores del club Garrick de Londres ABC

En un giro histórico para una de las instituciones más emblemáticas del corazón de Londres, el Garrick Club ha anunciado la admisión de las primeras mujeres en sus casi dos siglos de existencia: las actrices Judi Dench y Siân Phillips. Esta decisión marca el fin de una larga tradición de exclusión que ha sido objeto de intensos debates y controversias durante décadas.

Fundado en 1831 como un refugio para actores y mecenas de las artes, el Garrick Club ha sido durante mucho tiempo un bastión de la masculinidad en el establishment británico. El club lleva el nombre del influyente actor y dramaturgo del siglo XVIII, David Garrick, y desde su inicio ha sido un lugar donde figuras prominentes del derecho, la política, las artes y los medios de comunicación se han congregado para socializar y conversar sobre los temas que mueven los hilos de la sociedad.

Durante años, el Garrick Club ha mantenido una política de exclusividad masculina que ha generado críticas y presiones para adaptarse a los tiempos modernos. La controversia sobre la admisión de mujeres se intensificó con el paso del tiempo, impulsada por demandas legales y un creciente llamado a la igualdad de género en todas las esferas de la sociedad británica. Emily Bendell, directora ejecutiva y fundadora de una reconocida marca de ropa interior, fue una de las voces prominentes que desafió esta política, argumentando que era discriminatoria y contraria a los principios de igualdad y derechos humanos.

La controversia se intensificó aún más a principios de ese año cuando The Guardian publicó los nombres de algunos de sus miembros más destacados, arrojando luz sobre la prominencia y la influencia de aquellos que pertenecen a esta exclusiva institución. Entre los nombres revelados se encontraban el director ejecutivo de la Royal Opera House, los reconocidos actores Benedict Cumberbatch y Damian Lewis y el periodista de la BBC John Simpson, quien expresó un fuerte apoyo a la apertura del club a las mujeres. Esta revelación provocó reacciones encontradas dentro y fuera del club, amplificando el debate sobre la igualdad de género y la pertinencia de mantener políticas de exclusión en instituciones tan influyentes en la sociedad británica contemporánea.

 

Entrada al Garrick Club de Londres ABC

 

 

El cambio histórico se concretó durante la reunión general anual del club el lunes, donde se anunció que dos destacadas actrices británicas con una larga trayectoria en el teatro, el cine y la televisión, Judi Dench y Siân Phillips, son las primeras mujeres en ser admitidas como miembros distinguidas, según informó The Guardian, que recoge que el anuncio de los nombres al inicio de la reunión provocó algunos aplausos entre los miembros del Garrick. Alrededor del 60% ya habían votado en mayo a favor de admitir mujeres, revirtiendo así la tendencia de consultas anteriores.

Un paso importante

El proceso de admisión de Dench, de 89 años, y Phillips, de 91, se realizó bajo la regla 15 de los estatutos del club, que permite al comité general elegir hasta cuatro miembros cada año en reconocimiento a su relevancia pública. Aunque estas dos actrices han sido las primeras, se espera que otras mujeres de renombre sigan sus pasos en los próximos años, aunque el proceso de admisión puede llevar tiempo debido a la complejidad y las normativas establecidas por el club, cuya decisión de abrir las puertas a las mujeres no sólo redefine su identidad, sino que también influye en los debates más amplios sobre la igualdad de género y la inclusión en la sociedad contemporánea.

La medida de admitir mujeres en el Garrick Club ha sido celebrada por muchas voces como un paso significativo hacia la inclusión y la igualdad en el Reino Unido, pero el debate sobre si los clubes privados deberían adaptarse a los valores contemporáneos o mantener su derecho a la asociación exclusiva sigue sobre la mesa. «El Garrick es simbólicamente muy importante. Estoy encantada de que hayan comenzado a aceptar mujeres como miembros», manifestó Mary Ann Sieghart, autora de ‘The Authority Gap: Why Women Are Still Taken Less Seriously Than Men’ (La brecha de autoridad: por qué las mujeres todavía son tomadas menos en serio que los hombres).

Hace 13 años, el actor Hugh Bonneville propuso a su compañera Joanna Lumley como miembro, pero la decisión de escribir su nombre en el libro de nominaciones desató tanta ira entre algunos que la página fue arrancada. Además de los insultos vertidos, un miembro decretó que «las mujeres no están permitidas aquí y nunca lo estarán», unas palabras a las que ahora se ha llevado el viento.

 

 

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