Chitty La Roche: Sin constitucionalismo no habrá paz
¿Qué pasará el domingo 28 de julio del 2024? Nos preguntan en la calle los amigos, la familia, lo alumnos, los compañeros de ruta política y no solo nos interrogan, sino que traen al diálogo sus aprehensiones y sus convicciones para ampliar todavía más, el debate ciudadano.
Paralelamente, me encontré en el CCCT a un amigo muy vinculado al gobierno y me insistió en que Maduro ganaría, “por las buenas o por las malas” y mencionó el discurso de Padrino López allá en Carabobo, como la línea que a todo evento seguiría la FANB y todavía acotó, que en las mesas de votación y en el CNE de Elvis Amoroso, todo estaría dispuesto para declarar a Maduro triunfador.
Al amigo enchufado le respondí que, a ese plan macabro, solo le faltaría un componente muy importante; gente, porque lo que se veía es una avalancha de votos a favor de Edmundo y el hartazgo del país que quiere cambiar a como de lugar la manera y los actores que lo han conducido por un cuarto de siglo, cuya única e innegable resulta era una revolución de todos los fracasos.
Ya veremos me dijo, al tiempo que seguía su camino y yo el mío. Pienso que, en efecto, la tentación de interrumpir los comicios que el chavomadurismomilitarismocastrismoideologismo, sabe perdidos y por una gran diferencia, encuestas a la mano, obrará en algunos, pero, no es tan sencillo ni traería como consecuencia, la resignación y el silencio de ese pueblo obstinado de pasar trabajo, de una pobreza suturada a él y a su familia, de la concientización del pueblo convencido de que no hay mañana si pierde esta oportunidad.
Internacionalmente, la expectativa crece y el entorno manifiesta su preocupación ante la contumacia en el discurso amenazante y díscolo de los dignatarios de un régimen que ha perdido el respeto de propios y extraños. De nada valió el esfuerzo de Petro ni el de Lula, las advertencias de Boric quien, por cierto, ha sorprendido por su postura recia de talante democrático. El coloso del norte, pragmático, espera, sabedor que las sanciones no han significado nada y que su influencia no turba los espíritus de la camarilla que gobierna, impúdica y cínica, aferrada a su impunidad.
El asunto es pues, si la elección que tendrá lugar el 28 de julio próximo servirá para dirimir una controversia entre la continuidad del fracaso o la opción del remplazo por una nueva clase política, distinta y con el compromiso de revisarlo todo para regresar al estado constitucional, a la paz y al progreso.
Todos deben tomar conciencia de lo que está en juego y que no es otra cosa que la paz social y el destino de la patria que hoy languidece en manos de quienes la saquearon, burlaron y humillaron. Cada uno que actúe de acuerdo con su deber y, entretanto, sigue definiéndose el destino de un país que no mereció el imperio de la demagogia, la corrupción, la ineptitud y especialmente, la irresponsabilidad.
¡Todo dentro de la Constitución y nada fuera de ella!