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¿Qué es el Proyecto 2025 y por qué Trump se distancia de él?

El plan, impulsado por un grupo político conservador, detalla reformas extremas del poder presidencial. La plataforma de campaña republicana coincide con algunas de ellas.

Kevin Roberts, wearing a dark suit and blue tie and speaking into a microphone at a lectern. The lectern says, “National Religious Broadcasters, nrb.org.”

Kevin Roberts, presidente de la Fundación Heritage, dijo que esperaba que el gobierno estadounidense adopte una era más conservadora.  Credit…George Walker IV/Associated Press

 

 

Donald Trump ha hecho todo lo posible por distanciarse del Proyecto 2025, un conjunto de propuestas políticas conservadoras para un futuro gobierno republicano que ha indignado a los demócratas. Ha afirmado que no sabe nada de esas propuestas, ni de las personas implicadas en su creación.

El propio Trump no estaba detrás del proyecto. Pero sí algunos de sus aliados.

El documento, sus orígenes y su interacción con la campaña de Trump han originado uno de los temas más debatidos de la campaña de 2024.

Esto es lo que hay que saber sobre el Proyecto 2025 y sus creadores.

El Proyecto 2025 fue impulsado por la Heritage Foundation y otros grupos conservadores afines antes de que Trump se presentara oficialmente a las elecciones de 2024. La Heritage Foundation es un centro de pensamiento que ha dado forma al personal y a las políticas de las administraciones republicanas desde la presidencia de Reagan.

El proyecto pretendía ser una serie de opciones para el gobierno de Trump o cualquier otra presidencia republicana. Es la última entrega de la serie Mandate for Leadership de la Heritage Foundation, que ha recopilado propuestas políticas conservadoras desde 1981. Pero ningún estudio previo ha sido tan amplio en sus recomendaciones, ni tan ampliamente discutido.

Kevin Roberts, director de la Fundación Heritage, que empezó a elaborar el último documento en 2022, dijo que pensaba que el gobierno estadounidense adoptaría una era más conservadora, y que esperaba que los republicanos la iniciaran.

“Estamos en el proceso de la segunda Revolución Americana”, dijo Roberts en Real America’s Voice, un canal de cable de derechas, a principios de julio, añadiendo que en la revuelta no habrá derramamiento de sangre si la izquierda lo permite”.

Un representante del Proyecto 2025 dijo que no hablaba en nombre de ningún candidato y añadió que “en última instancia corresponde a ese presidente, que creemos que será el presidente Trump, decidir cuáles recomendaciones pondrá en práctica”.

Gran parte de las casi 900 páginas del plan detallan reformas extremas del poder ejecutivo. Entre muchas recomendaciones, el Proyecto 2025 establece planes para criminalizar la pornografía, disolver los departamentos de Comercio y Educación, rechazar la idea del aborto como atención sanitaria y destruir las protecciones climáticas.

Señala a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, que incluye al Servicio Meteorológico Nacional, como “uno de los principales impulsores de la industria de la alarma sobre el cambio climático”. Y respalda el despliegue del ejército “para ayudar en las operaciones de detención” a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.

Más allá de las propuestas políticas, hay algo más que aparece una y otra vez en el documento: Trump y el gobierno de Trump, que se mencionan cientos de veces.

 

El Proyecto 2025 está dirigido por la Fundación Heritage. No procede directamente de Trump. Pero eso solo es una parte de la historia.

Partes del plan fueron impulsadas por personas que fueron los principales asesores de Trump durante su primer mandato y que muy probablemente desempeñarán funciones importantes si gana en noviembre.

Russell T. Vought, exdirector de presupuesto de Trump, dirigió una sección del Proyecto 2025 dedicada a las órdenes ejecutivas. Vought es el director de políticas públicas de la Convención Nacional Republicana, y el partido nacional está controlado por aliados de Trump. El partido adoptó el lunes una nueva plataforma política que refleja las prioridades establecidas en el sitio web de la campaña de Trump. Otra persona involucrada en el Proyecto 2025 es John McEntee, un exjefe de personal de la Casa Blanca que comenzó el intento sistemático de Trump de descartar a los funcionarios considerados como desleales en 2020.

El expresidente ha hecho todo lo posible para distanciarse del proyecto, incluso afirmando de manera falsa que no sabe nada de esas propuestas ni de las personas involucradas en él.

El viernes, Trump escribió en una publicación en sus redes sociales que no sabía nada del Proyecto 2025, y también afirmó que no estaba de acuerdo con algunas partes del mismo: “Algunas de las cosas que dicen son absolutamente ridículas y lamentables”. No especificó a qué puntos se refería.

El expresidente se ha mostrado históricamente desvinculado, incluso hostil, hacia cualquier tipo de planificación de la transición para un posible segundo mandato.

Pero no ha ocultado sus planes de recortar las protecciones de la función pública, realizar el mayor esfuerzo de deportación masiva de la historia, imponer aranceles radicales y atacar a sus enemigos utilizando los poderes presidenciales. Sus aliados han desarrollado una justificación jurídica para eliminar la independencia del Departamento de Justicia con respecto al presidente, y varios de sus asesores más cercanos están investigando a abogados considerados más propensos a adoptar teorías jurídicas agresivas sobre el alcance de su poder.

Algo de esto, aunque no todo, se puede encontrar en la propia plataforma política de la campaña de Trump llamada Agenda47. Es más escueta que el Proyecto 2025. Y aunque Agenda47 es la lista oficial de prioridades políticas de su campaña, el propio Trump rara vez menciona Agenda47 por su nombre en la campaña electoral.

En parte, Trump ganó en 2016 diciendo cualquier cantidad de cosas, algunas de ellas contradictorias, sobre políticas públicas, dejando que diferentes personas oyeran lo que querían en sus palabras. En consonancia con ese enfoque, la plataforma del Partido Republicano publicada el lunes presenta una agenda menos específica aprobada directamente por él y a la que se puede referir. La plataforma refleja una suavización sobre el aborto, un tema que considera como su mayor vulnerabilidad tras la decisión de la Corte Suprema de anular el caso Roe contra Wade.

 

Hay algunas diferencias entre los dos planes.

Una es sobre el aborto. El Proyecto 2025 adopta un enfoque agresivo para restringir el derecho al aborto, afirmando que el Departamento de Salud y Servicios Humanos “debería volver a ser conocido como el Departamento de la Vida” (nunca se le conoció por ese nombre) y que el próximo presidente conservador “tiene la responsabilidad moral de liderar la nación para volver a restaurar una cultura de la vida en Estados Unidos”. Agenda47, sin embargo, no menciona el aborto ni una sola vez.

La posición pública de Trump sobre el aborto ha cambiado regularmente. Cuando se postuló en 2016, prometió instalar a jueces que anularían Roe contra Wade. En el debate presidencial de este año, calificó de “gran cosa” la sentencia que la anuló. También dijo que el derecho al aborto debería decidirse estado por estado.

A pesar de las diferencias, existen numerosas similitudes. Una coincidencia: erosionar la independencia del Departamento de Justicia. Trump ha criticado con frecuencia la legitimidad de la investigación del departamento sobre los intentos de anular las elecciones de 2020. El Proyecto 2025 sostiene que el departamento sufre de hinchazón burocrática y debe ser refrenado, y que está repleto de empleados comprometidos con una “agenda liberal radical”. En cuanto a la inmigración, Trump no ha ocultado sus planes de realizar la mayor operación de deportación masiva de la historia. El Proyecto 2025, igualmente, sugirió la expulsión de todos y cada uno de los “infractores de la inmigración”.

La campaña y el Proyecto 2025 también exigen por igual acabar con los programas de diversidad, equidad e inclusión y con la “normalización tóxica de la transexualidad”, como la denomina el Proyecto 2025. En muchos mítines, Trump afirma que “mantendrá a los hombres afuera de los deportes femeninos”.

En política internacional, tanto Trump como el Proyecto 2025 hacen hincapié en una perspectiva proteccionista, a menudo denominada por la campaña como una política pública de “Estados Unidos primero”. Tanto las secciones del Proyecto 2025 como las de Agenda47 sugieren aumentar los aranceles a los competidores y la competencia con China.

Una de las propuestas del Proyecto 2025 de asignar más empleos federales a personas leales al presidente imita una política de la era Trump. El antecedente: durante su presidencia, Trump emitió una orden ejecutiva que facilitaba el despido de funcionarios de carrera y su sustitución por personas leales. Biden anuló la orden, conocida como Agenda F, pero Trump ha dicho que la volvería a promulgar si gana un segundo mandato. El Proyecto 2025 también pide que se restablezca la Agenda F.

 

La campaña del presidente Biden y sus partidarios han ligado el Proyecto 2025 con Trump, advirtiendo repetidamente que es su plataforma en la sombra y que evidencia un plan extremo para el segundo mandato. Lo han calificado de proyecto autoritario en una avalancha de comunicados de prensa, mensajes en las redes sociales y apariciones en televisión.

El Proyecto 2025 se ha abierto paso entre el gran público, suscitando críticas en programas nocturnos, pódcast y entregas de premios. Desde febrero, @BidenHQ, la cuenta de la campaña en las redes sociales, ha publicado cientos de mensajes sobre el Proyecto 2025, asociándolo con Trump. Según un responsable de la campaña de Biden, esta iniciativa ha tenido más interacciones que la mayoría de las publicaciones de la cuenta.

“El Proyecto 2025 debería asustar a todos los estadounidenses”, dijo Biden en un comunicado. “Le daría a Trump un poder ilimitado sobre nuestra vida cotidiana”.

A finales del mes pasado, John Oliver, el presentador de Last Week Tonight, dedicó un segmento de casi 30 minutos a criticar el Proyecto 2025 y diseccionar sus peligros; y recibió más de siete millones de visitas en YouTube. Taraji P. Henson, actriz y portavoz de la campaña de Biden, animó a la gente a votar contra los republicanos en un discurso centrado en el Proyecto 2025 que pronunció en los premios BET.

Los demócratas electos, sobre todo los de izquierda, han utilizado el proyecto para destacar los peligros de un segundo mandato de Trump. Congresistas liberales como Ayanna S. Pressley, de Massachusetts, han acudido a programas de noticias y audiencias del Congreso para destacar lo que, según dicen, es la plataforma tácita de Trump.

En una audiencia celebrada el 11 de junio, Pressley calificó el Proyecto 2025 de “manifiesto de extrema derecha” que “destruiría al gobierno federal tal y como lo conocemos”.

 

El año pasado, después de que el Proyecto 2025 cobrara fuerza en los medios de comunicación y la campaña de Biden lo incorporara como parte central de su mensaje, altos funcionarios de la campaña de Trump emitieron una declaración.

Los principales asesores de Trump, Susie Wiles y Chris LaCivita, dijeron en una declaración de diciembre que, a menos que lo indicara el personal de la campaña o el expresidente directamente, “ningún aspecto de los futuros anuncios presidenciales sobre personal o políticas públicas debe considerarse oficial”.

Wiles y LaCivita se han sentido frustrados por la cobertura de prensa sobre Proyecto 2025. Consideran que gran parte del documento puede ser perjudicial en unas elecciones generales. Están especialmente preocupados por todo lo que tenga que ver con las restricciones al aborto, una señal de que Trump está tratando de parecer más moderado sobre el tema a medida que su enfoque se desplaza de las preocupaciones primarias del Partido Republicano de su base al electorado más amplio en noviembre.

Tras la anulación de Roe, una decisión adoptada por jueces conservadores nombrados por él, Trump está cada vez más convencido de que las restricciones radicales al aborto son un veneno electoral. La nueva plataforma oficial del Partido Republicano, que Trump aprobó directamente, suaviza significativamente la sección del aborto en comparación con la plataforma del partido en 2016 y 2020.

Más allá del tema del aborto, muchos conservadores no cuestionan la naturaleza radical del Proyecto 2025 y aceptan la publicidad.

Steve Bannon, un cercano aliado de Trump, dijo a ABC News a finales de junio, antes de ingresar en una prisión federal para cumplir una condena de cuatro meses por desacato al Congreso, que el Proyecto 2025 “desmantelaría el Estado administrativo ladrillo a ladrillo”, mientras blandía una copia del informe.

 

Simon J. Levien es un reportero político del Times que cubre las elecciones de 2024 y es miembro de la promoción 2024-25 del Times Fellowship, un programa para periodistas en los inicios de sus carreras. Más de Simon J. Levien

 

 

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