Beatriz Pineda Sansone: La construcción de una sociedad más justa y espiritual
La tradición es un cuerpo de principios universales que se adaptan a diferentes culturas y épocas y no un conjunto de dogmas inmutables, expresó René Guénon, destacado pensador metafísico (1886-1951), en su obra Conócete a ti mismo. El autor propone un camino de conocimiento basado en la búsqueda de la «Tradición primordial», subyacente en todas las religiones y filosofías tradicionales transmitidas de generación en generación a través de iniciaciones. Guénon dedicó gran parte de su obra a explorar y defender la idea de una Tradición primordial. Esta tradición, en sí misma, es una sabiduría ancestral, que revela la verdadera naturaleza del cosmos y del ser humano. La sabiduría es idéntica al verdadero conocimiento interior.
Según Guénon, esta búsqueda es importante porque consideraba que la pérdida de contacto con la Tradición primordial era una de las principales causas de la crisis del mundo moderno.
El objetivo final de la enseñanza de Guénon es la liberación del individuo de la ignorancia y la ilusión, y su unión con la Realidad absoluta: el principio de todas las cosas, la fuente de toda existencia. Todo lo que existe, desde las partículas subatómicas hasta los seres humanos y los cosmos, es una manifestación o proyección de esta realidad última. El verdadero gurú o maestro se encuentra en el propio hombre y no en el mundo exterior. El conocimiento y el ser son una y la misma cosa. Lo que pertenece al alma, e incluso al espíritu, representa solo grados en la vía hacia la esencia íntima que es el verdadero Sí-mismo y que puede ser encontrado cuando el ser haya alcanzado su propio centro.
Otros autores como H. Hesse (1877-1962) y Saint-Exupéry (1900-1944), exploran el viaje interior del individuo para descubrir su ser auténtico. En Narciso y Goldmundo, Hesse presenta una visión más holística y unificada de la realidad, es decir, su concepción como un todo, distinto de la suma de las partes que lo componen, donde lo físico y lo espiritual se encuentran interconectados. Tanto Hesse como Saint-Exupéry en Piloto de guerra y El Principito invitan a la introspección y la búsqueda personal individual. Los tres autores critican, a través de sus obras, la sociedad moderna por su materialismo, racionalismo y alejamiento de los valores espirituales.
Guénon denuncia la decadencia de Occidente y la pérdida de valores tradicionales, mientras que Hesse y Saint-Exupéry retratan la alienación, el extravío y el vacío existencial en la sociedad moderna a través de sus personajes. Los tres autores enfatizan la importancia del autoconocimiento como camino hacia la verdad y la realización personal. Así expresó S. Exupéry en Piloto de guerra (1942): Soy el más fuerte si me encuentro a mí mismo. Si nuestro Humanismo restaura al hombre.
Guénon propone la búsqueda de la «Tradición primordial», una sabiduría universal presente en todas las culturas acostumbradas, mientras que Hesse y Saint-Exupéry exploran el viaje interior del individuo para descubrir su ser auténtico. Así tenemos la presencia del piloto en el desierto y su encuentro con el Principito -la infancia-.
Importancia del arte y la espiritualidad:
Guénon, Hesse y Saint-Exupéry reconocen el papel del arte y la espiritualidad como medios para trascender la realidad material y conectar con lo trascendente.
Tanto Guénon como Saint-Exupéry ven en el simbolismo y los rituales tradicionales vías de acceso al conocimiento espiritual, mientras que Hesse explora el poder transformador del arte y la naturaleza en el desarrollo personal.
Con relación a la búsqueda del conocimiento interior: los tres autores enfatizan la importancia del autoconocimiento como camino hacia la verdad y la realización personal.
Guénon ve en el simbolismo y los rituales tradicionales vías de acceso al conocimiento espiritual, mientras que Hesse y Saint-Exupéry exploran el poder transformador del arte y la naturaleza en el desarrollo personal.
Aprovecho la ocasión para invitar a mis lectores a leer las obras de los autores mencionados.
Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.
Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.
Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.
En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura.