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Operación cerco a Zapatero: el PP lanza una ofensiva por su papel cómplice en Venezuela

El silencio del expresidente sobre las dudas acerca del resultado electoral contrasta con el de los países, incluido España, que le piden a Maduro las actas de la votación

José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolás Maduro, durante un encuentro en el Palacio de Miraflores REUTERS

 

semana después de las elecciones de Venezuela José Luis Rodríguez Zapatero sigue en silencio. No se ha pronunciado aún sobre lo ocurrido tras la autoproclamación de Nicolás Maduro como presidente de la república ni tampoco sobre las dudas que la comunidad internacional tiene sobre el recuento de votos. Sospechas que alberga hasta el Grupo de Puebla –formado por representantes de la izquierda iberoamericana–, bajo cuyo manto viajó hasta Venezuela. El que fuera inquilino de La Moncloa entre 2004 y 2011 no ha secundado esa petición de explicaciones sobre el recuento, protagonizando así un papel incómodo para el PSOE e «indignante» para el Partido Popular (PP).

Por eso, desde la dirección del PP se está diseñando una operación para cercar al expresidente, pieza clave para Pedro Sánchez y artífice de buena parte de la movilización que obró el giro radical hacia la izquierda en las elecciones generales de hace un año, lo que permitió a Sánchez seguir en la Moncloa. Aquel regreso a la primera línea política para contribuir a la remontada socialista –a la que las encuestas daban claramente por detrás de la derecha– se alargó después en otros procesos electorales, aunque lejos de aquel sorprendente resultado del 23-J. Entre medias, Zapatero no ha abandonado nunca su íntima relación con Nicolás Maduro. Un papel de intermediario o facilitador de diálogos entre el régimen chavista y la oposición, que nunca ha dado grandes resultados.

Ese rol, el expresidente se subió a un avión días antes de las elecciones, ha sido bendecido por el gobierno venezolano como líder de la misión de ‘observadores chavistas’. Un supuesto papel neutral que en el Partido Popular creen que ha sido «indecente», según apunta una persona cercana a la dirección nacional. Se refiere, en concreto, a la negativa del expresidente a acudir a socorrer a la comitiva de parlamentarios del PP –eurodiputados, diputados y representación oficial del Senado– que llegaron el viernes 26 de julio a Caracas invitados a acompañar a la oposición en un día tan señalado. «Cuando aterrizamos en Caracas, nos requirieron los pasaportes y nos llevaron a un pequeño despacho donde nos leyeron una orden de expulsión.

Tras reclamarla por escrito y no obtener una respuesta, fue Esteban González Pons el que exigió la presencia de Zapatero, como jefe de los observadores internacionales. Pero le dijeron que no, que el señor Zapatero no podría venir», explica a ABC Juan José Matarí, uno de los senadores presentes en aquel despacho y presidente de la comisión de Asuntos Iberoamericanos de la Cámara Alta. Tampoco el cónsul español, el único que les asistió en ausencia del embajador, pudo darles ninguna pista del paradero del expresidente.

«El cónsul era poco más que una estatua. Yo creo que realmente nadie consultó a Zapatero, pero que él sabía perfectamente de nuestra presencia –lo habíamos reclamado antes de salir– y prefirió no ayudar a sus compatriotas. Tendría mejores cosas que hacer», señala Matarí, quien desvela un detalle que da algo de luz a todo este asunto. «Yo creo que al PSOE nunca le gustó que María Corina Machado participara por videollamada en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos y nos invitara a acudir a Venezuela durante las elecciones. Nunca le gustó y tuvo que participar de todo ello con desgana, pero luego se ha demostrado que no ha hecho nada desde el Gobierno para lograr que estuviéramos allí», apunta al ser preguntado por la deportación.

«Algún día se descubrirá qué le ata a Maduro»

Zapatero, apunta, «es el elemento central de toda la relación del Gobierno de España con Venezuela desde hace muchos meses. Alguna vez se descubrirá que hace allí y qué le ata tanto al Gobierno de Maduro. Algún día se sabrá por qué el Gobierno de España es tan cómplice y tan remiso a hacer una crítica. Siempre con cuidado para que no se enfade esta gente».

La ausencia de Zapatero en el aeropuerto de Caracas fue la gota que colmó el vaso para el PP, que desde ese momento se puso manos a la obra para cercar su figura. En la sede de la calle Génova empezó a diseñarse un plan para poner en el foco al expresidente, pues entienden que tanto él como el Gobierno deben dar explicaciones por su presencia en Venezuela y, sobre todo, por su silencio cómplice. Incapaz de pronunciarse durante toda una semana. «Se ha convertido en el embajador de Maduro en Europa y eso es un problema para el PSOE», señala una de las personas más cercanas al círculo íntimo de Alberto Núñez Feijóo.

De todas las acciones que el PP pondrá en marcha para cercar a Zapatero, la más próxima –«las más importante», indican fuentes populares– es la comparecencia confirmada de José Manuel Albares en la comisión de Exteriores del Senado, prevista para el 13 de agosto. «El Gobierno debe posicionarse y decir con quién está, si con el régimen chavista de Maduro, apoyado por Sumar, Podemos, EH Bildu y Zapatero, o con la transparencia y los derechos humanos», señala Alicia García, la portavoz en el Senado.

Allí, el ministro de Exteriores deberá responder por su papel en la deportación de los políticos del PP y también por el desempeñado por el expresidente que, según anunció Esteban González Pons, deberá también comparecer en comisión, aunque en su caso en el Parlamento Europeo.

«Exijo a Maduro una prueba de vida del español José Luis Rodríguez Zapatero, desaparecido desde hace una semana. Voló a Caracas y no ha regresado. Guardó silencio ante la detención y deportación de compatriotas parlamentarios, ante un golpe de Estado y ante el terrorismo de Estado. Temo que se haya desorientado». El mensaje publicado el pasado jueves por González Pons encierra ironía, pero va más allá, poniendo de manifiesto la supuesta parcialidad que denuncian en el PP.

«El señor Zapatero no sabemos en calidad de qué fue a Venezuela, no sabemos quién le mandó, quién le pagó el viaje, si ha ido a blanquear lo que está haciendo Maduro, a cuyo régimen ha defendido en multitud de ocasiones. El Gobierno debe explicar cuál es el cometido de Zapatero allí y, sobre todo, por qué no sale de su silencio», señaló este viernes Ester Muñoz, vicesecretaria de Sanidad del PP.

Para tratar de esclarecer todas estas incógnitas alrededor de la figura de Zapatero, los populares han registrado dos baterías de preguntas tanto en el Congreso como en el Senado. Cuestiones que buscan que el Gobierno dé luz a las tinieblas que ahora mismo envuelven al expresidente. «¿Está de acuerdo el Gobierno con el apoyo de un expresidente socialista a un dictador como Maduro, que ha llegado a amenazar a su país con ‘baños de sangre’ si no gana las elecciones?¿Informa el expresidente Zapatero puntualmente al Gobierno de España de sus múltiples viajes a Venezuela?», inquieren varios senadores en la batería de preguntas registrada en la Cámara Alta.

Otra de las cuestiones ahonda en una situación que ha llamado la atención incluso en la esfera internacional, pues Zapatero no se ha unido a la petición del Grupo de Puebla para que se publiquen las actas de las elecciones, a pesar de ser su líder en Caracas. Un reclamación que ha sido objeto de una declaración conjunta este fin de semana del Gobierno de Sánchez junto a Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Polonia y Portugal. «¿Qué opinión le merece al Gobierno de España este rechazo a la transparencia y a la democracia de un referente socialista?», preguntan.

Desde el Senado, coinciden además en algunas cuestiones que también se lanzan al Ejecutivo en el Congreso: «¿Utilizó Zapatero medios oficiales del Estado para viajar a Venezuela? ¿Qué servicios de la embajada española en Caracas utilizó el expresidente durante su estancia como observador autorizado por Maduro?».

«Me parece insultante la actitud del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero dándole cobertura al régimen de Maduro», señala Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, desde donde se hace hincapié en las relaciones del dirigente socialista con el actual Ejecutivo a cuenta de este viaje a Venezuela. «¿Cuándo informó el expresidente Zapatero al Gobierno de que había sido autorizado para participar como observador electoral en las elecciones? ¿Ha mantenido el ministro de Exteriores algún diálogo o conversación el 28 de julio y los días siguientes con el expresidente Zapatero referida a la actitud que debería tomar España en relación con las elecciones?», cuestionan los diputados del PP al Gobierno, que mantiene en los últimos días una distancia prudente con Zapatero que llama la atención y que es un síntoma más de su controvertida.

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