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UNA BITÁCORA CUBANA (CVII)

La petición de Naciones Unidas a Venezuela: un 28J «libre y transparente» │ Acceso a la Justicia

 

1Pedro Corzo: Todos somos Venezuela

Al momento de escribir esta Bitácora de agosto sigue la lucha cívica, democrática y no violenta de la oposición venezolana -una abrumadora mayoría de millones y millones de ciudadanos dentro y fuera del país- que tiene a la dictadura contra las cuerdas, a pesar de la renovada represión, de la violencia de todo tipo, de los insultos y mentiras que diariamente salen de la cúpula madurista.

Bien señala Pedro Corzo, en nota publicada en 14ymedio, que “todos somos Venezuela”. Eso se expresó en decenas de ciudades del mundo, en jornada convocada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia el pasado sábado 17 de agosto, y donde con serenidad, pero con decidida voluntad de no desmayar en su empeño, se ratificó el mensaje fundamental: Hasta el final.

En palabras del autor:

La estafa electoral Maduro y sus partidarios ya está bañada con la sangre de ciudadanos que exigían sus derechos y con el encarcelamiento de otros muchos”.

 

Esa es una sangre que lleva muchos años siendo derramada. Desde 1992, cuando el entonces teniente coronel Hugo Chávez junto a otros conspiradores intentaron un fracasado golpe de Estado, que cegó muchas vidas, incluso civiles. Los golpistas nunca se arrepintieron ni pidieron perdón.

 

Machado y González remontaron las decepciones con rigor, talento y devoción. Hicieron gala de un valor personal admirable porque se convirtieron voluntariamente en blancos de cualquier esbirro del Gobierno o de un fanático de este. Ellos insuflaron en sus partidarios la confianza perdida y la certeza de que el triunfo era posible, aunque combatieran contra ladrones y asesinos.

La oposición cumplió una campaña electoral totalmente atípica en nuestro hemisferio. Consumar los programas fue una complicada carrera de obstáculos para los convocantes y convocados. No obstante, todos vencían las dificultades, concurriendo masivamente a los actos de campaña tal y como hicieron ante las urnas el día de los comicios.

No hay dudas de que la oposición venezolana ha escogido el camino más difícil, que es inexorablemente el del deber. Los hombres y mujeres que la integran han enfrentado numerosas dificultades, particularmente sus líderes, quienes han asumido dignamente y con coraje los riesgos que les corresponden. (…)

Las dictaduras imperiales de Rusia, Irán y China, enemigos acérrimos de nuestros derechos, no se quedan atrás. Venezuela forma parte de su red de influencias y respaldarán siempre su autocracia.

Por nuestra parte, los que creemos fervorosamente en el usufructo de nuestros derechos, ciudadanos y Gobiernos, debemos respaldar hasta el final a los demócratas venezolanos. No debemos transigir. La libertad de todos pasa por la tierra del Libertador”.

 

Una gran verdad. Los cubanos debemos seguir la situación venezolana con ansias de victoria, porque la victoria de los patriotas venezolanos pavimentará sin duda alguna la futura victoria de los patriotas cubanos.

Ya el pueblo venezolano dijo basta. El 28 de julio el pueblo venezolano decretó la muerte del chavismo. Su victoria definitiva es esperada por ansias por todos los demócratas del mundo.

Hoy todos somos Venezuela.

 

El colapso económico de Cuba disminuyendo los valores con la crisis de monedas y el concepto de degradación | Vector Premium

 

2-A 71 años del 26 de julio: ‘el sistema cubano ha colapsado’

En nota publicada en “Diario de Cuba”, Cuba Siglo 21 realiza una radiografía estadística del desastre de la economía de Cuba. En un nuevo dossier, el economista Emilio Morales analiza el colapso del sistema impuesto a rajatabla por el régimen castrista en la Isla.

Y no hay mejor fecha para hacerlo que en el aniversario 71 del asalto al cuartel Moncada.

Veamos extractos de la nota, donde se describe con claridad la gravedad de la situación:

 

Morales afirma que la economía cubana se encuentra en una fase crítica debido a la drástica caída en más del 50% de sus principales fuentes de ingresos: exportación de servicios médicos, remesas y turismo. Para el autor, «este colapso financiero ha acelerado la cuenta regresiva del régimen de gobernanza».

La exportación de servicios médicos, principal fuente de ingresos del país, ha sufrido una caída del 78,12% desde su máximo en 2013, cuando alcanzó los 10.420 millones de dólares.

Las remesas, segunda fuente de ingresos, también han disminuido significativamente. En 2023, las remesas totalizaron 1.972,56 millones de dólares, una caída del 3,31% respecto a 2022 y del 46,93% en comparación con 2019, antes de la pandemia.

Morales atribuye el declive a la emigración masiva que se inició luego de la represión por las protestas del 11 de julio de 2021, que «no solo ha reducido las remesas sino también ha resultado en una significativa fuga de capital humano».

El turismo, una de las industrias más prometedoras de Cuba, ha fracasado en su recuperación postpandemia. Morales recuerda que en 2023 Cuba recibió 2.436.979 turistas, una cifra comparable a la de 2009, muy por debajo de los niveles esperados. En comparación, en 2023 República Dominicana sobrepasó los diez millones de turistas.

El economista apunta que «la situación se agrava con la disminución de turistas cubanos residentes en el exterior, un segmento clave para la economía del turismo cubano».

«La apuesta del régimen por atraer turistas rusos no ha compensado la pérdida del turismo europeo, afectado por el apoyo de (el Gobierno de) Cuba a Rusia en la guerra contra Ucrania. La llegada de turistas de los cinco principales emisores europeos (Italia, Francia, Alemania, España e Inglaterra) ha disminuido un 67,45% en los últimos cinco años», añade.

En opinión del autor del dossier, «el régimen cubano ha demostrado ser incapaz de implementar mecanismos efectivos para transformar la economía y superar la actual crisis multisistémica. La caída de las tres principales fuentes de ingresos en más del 50% refleja la disfuncionalidad total del régimen de gobernanza».

«Ni siquiera los gobiernos aliados del régimen están dispuestos a realizar un rescate económico a gran escala. Los modelos de gobernanza de Rusia, China o Vietnam no han sido adoptados, y la élite de poder en Cuba se mantiene resistiendo cualquier cambio», señala. (…)

«El Partido Comunista de Cuba (PCC) se encuentra sin cantera de reciclaje, con muchos militantes que ya no creen en el partido ni en su ideología», agrega. (…)

«Con la celebración del 71 aniversario del asalto al cuartel Moncada, Cuba se encuentra en una crisis humanitaria profunda, con el 89% de la población en la pobreza y 1,79 millones de ciudadanos que han abandonado el país en años recientes», dice el economista.

Morales concluye que «el sistema cubano ha colapsado. El estado cubano es disfuncional y está en bancarrota. El Gobierno cubano es mediocre y carece de liderazgo. La élite de poder cubana es impermeable a la crítica. Sin proceder a una transformación radical de algún tipo que la evite o aplace, la caída final, por una vía u otra, es inevitable».

 

 

La Cuba comunista está al borde del colapso – El Financiero

 

3 Cuba: Bienvenidos a San Nicolás del Peladero

En espíritu similar, Rafaela Cruz -siempre bienvenida a estas Bitácoras por su seriedad analítica- en nota publicada por Diario de Cuba, destaca que “Entre la pérdida de control, la desconexión de los militares del resto del aparato y la corrupción imparable, al castrismo le es cada vez más difícil esconder su descomposición”.

Descomposición. Palabra dura. Pero que describe con fidelidad -al igual que en la nota anterior de Emilio Morales- que el sistema castrista ha llegado a un nivel de colapso que lo hace que “esté llegando al llegadero”. Una palabra esencial en todo régimen autoritario es “control”. Y su pérdida, nos dice Cruz, es una auténtica pesadilla.

 

Pesadilla que es algo ya evidente en Cuba, que trastabilla titubeante como barcaza a la deriva «sin timón ni timonel».

La moneda nacional, antes uno de los principales engranajes del control estatal, cornea hoy salarios y jubilaciones con impiedad inflacionaria, mientras el Gobierno, impotente, mira al toro desde la barrera sabiéndose sin fuerzas para lidiar con un mercado cambiario que se revuelve a merced de testaferros traidores. (…)

No hay honor entre criminales.

Y cuanto más insignificante es la moneda nacional, más insignificante es esa empresa estatal socialista que la Constitución realza, pero la realidad aplasta, reblandeciéndose ese otro nexo de control del régimen sobre ciudadanos que alguna vez desfilaron en masa para no marcarse en la pincha.

La desconexión de los militares del resto del aparato ya no puede disimularse. GAESA es un insaciable agujero negro que descapitaliza al país aplicando el embudo —boca grande para su turismo y pequeña para todo lo demás—, una política impuesta desde un MINFAR que, física y literalmente, tiene a tiro al Palacio de la Revolución.

Bullying le hacen los militares al Partido, pues cuando las ideologías mueren, las armas gobiernan. Como abusón de recreo escolar, le agitan al PCC cada dolarito recibido de abuela de Miami, y allá van los civiles, con cara de quien no tiene otra opción, a imprimir pesos que alimentan una inflación más dolorosa que un forúnculo donde termina el sistema digestivo. (…)

Alejandro Gil —el ministro más importante en su momento— anda preso junto a su esposa y el testaferro con quien estaba canibalizando la más importante empresa agrícola del país, para sobre sus ruinas erigir un imperio enlatado de conservas vegetales y jugos de frutas. El castillo de naipes castrista se raja desde arriba. El cielo se va a caer…

Mientras, en la Perla del Sur no queda perla con cabeza. En Cienfuegos han robado desde el primer secretario provincial hasta el sepulturero de su ecléctico camposanto. Y allá fue Manuel Marrero a anunciar «sanciones acordes a la economía de guerra». ¿Irán a fusilar corruptos como los chinos? Nada resulta tan patético como los alardes de fuerza de un moribundo. (…)

Parece que a Alí Babá ya no lo respetan los ladrones. Tras décadas «resolviendo» para sobrevivir, el robo es idiosincrático; la hipocresía, tanto como el choteo, está incrustada en el ADN cubano. Daño antropológico. (…)

Hasta el PCC se está quedando sin gente… y posiblemente sin Maduro.

En medio de tanta rebambaramba, al castrismo nada le cuaja y le es cada vez más difícil esconder las úlceras supurantes de su descomposición. Esto se está cayendo a pedazos y, en honor a la verdad, los turísticos carteles de «Bienvenidos a Cuba» deberán pronto ser sustituidos por el más honesto: «Bienvenidos a San Nicolás del Peladero».

 

 

El declive del deporte cubano: París 2024 como síntoma de un sistema en crisis

 

4 – Cuba en París 2024: El naufragio

Si de algo se ufanó el castrismo, por décadas, fue de los logros deportivos. El régimen tenía una muy bien engrasada maquinaria de publicidad para ensalzar logros de atletas como logros propios de la revolución, como si los deportistas fueran meros robots, zombies adiestrados para servir al socialismo. Bueno, la actividad deportiva no podía escapar del desastre general. La actuación de la delegación cubana en recién concluidos los Juegos Olímpicos de Parí fue la peor de esas citas desde México-68.

Enrique del Pozo, en Diario de Cuba, nos informa con detalles de ese desaguisado. Cuba quedó en el puesto 32 del medallero, con solo nueve preseas.

Como es de esperar, el Gobierno celebra por todo lo alto, a pesar de que el objetivo inicial, quedar entre las veinte primeras naciones, quedó muy lejos. Típico lenguaje de burocracia socialista: regresan a la patria “con la satisfacción de haber competido con dignidad y apego a los valores de nuestro deporte”. Por supuesto, cualquier falla o problema es achacado al “bloqueo”.

Al castrismo lo que más se le ha bloqueado en estos más de sesenta años es la inteligencia.

Resume contundentemente Del Pozo: La baja cosecha de medallas (nueve en total: dos oros, una plata y seis bronces) es el resultado de la emigración de talentos, la falta de incentivos, los eventos deportivos suspendidos, las instalaciones destruidas, los campeonatos de corta duración, la ausencia de implementos y la desmotivación.

Sigue la nota:

“Las preseas de oro gan adas por el invencible luchador Mijaín López y el sorprendente boxeador Erislandy Álvarez, son una especie de pedazo de madera en el mar, al que se aferran los dirigentes después de otro naufragio nacional.(…)

La zozobra del llamado «buque insignia» (boxeo) con solo un metal dorado y las derrotas de dos púgiles bicampeones olímpicos (Julio César La Cruz y Arlen López), se unió a las actuaciones del judo y el atletismo, por primera vez sin medallas desde 1972 y 1964, respectivamente.

A pesar de todo, los atletas serán recibidos a su llegada al país como héroes. Y, si bien es algo justo por el sacrificio que hacen en medio de tantos problemas, duele saber que serán instrumentos de propaganda”.

 

Mientras, Michel Contreras, en Cubanet, titula: Final de triple salto: Cubanos 3 – Cuba 0

“No basta con descubrir el talento y hacerlo crecer física y técnicamente. Después de eso hay que garantizar que los atletas vivan una existencia decorosa”.

Porque, unido a lo señalado por Del Pozo, Contreras destaca un hecho insólito, así como triste:

“Tres atletas nacidos en Cuba se confabularon para copar el podio del triple salto olímpico, pero curiosamente ninguno lo hizo en representación de la comitiva insular”.

Destaca en la nota:

Como lo lee: el campeón Jordan Díaz compitió por España; el subtitular Pedro Pablo Pichardo defendió el pabellón de Portugal; y Andy Díaz, ocupante de la tercera plaza, estuvo en liza por Italia. La ironía no puede ser más fina: el único que saltó con la casaca de la Isla, Lázaro Martínez, acabó en el octavo peldaño de la clasificación.

 

Vale decir: sí hubo grandes actuaciones de atletas cubanos en París (y lograr un pleno de medallas en una competencia es cada día más difícil).

Lo lamentable es que este pleno de cubanos no fue compitiendo por Cuba. ¿Por qué? Obviamente, porque para poder desarrollarse, crecer como atletas, tuvieron que abandonar la Isla.

 

El primero es el más joven de los tres (23 años), y no faltan algunas voces que presagian que acabará rompiendo el viejísimo récord del mundo de 18.29 metros establecido en 1995 por el británico Jonathan Edwards. El muchacho desertó en España durante un evento en 2021 y lo entrena una leyenda que también nació en Cuba, Iván Pedroso.

Por su parte, Pichardo es el más veterano (31) y el que más historial acumula. Ha triunfado en Mundiales y Olimpiadas, detenta la marca cubana vigente, y su fuga se produjo en 2017, luego de sostener discrepancias con la federación doméstica. Todavía lo prepara su padre, algo que en su momento vetó el INDER.

Finalmente, Andy (28) también abandonó su país natal en 2021, y en Italia se ha convertido en personaje de la mano del otrora triplista Fabrizio Donato, tercer puesto en la referida justa acogida por la capital inglesa. (…)

 

“El punto es que no basta con descubrir el talento y hacerlo crecer física y técnicamente. Después de eso –y esto es lo que se olvida en un porcentaje aplastante de los casos–, cuando los atletas comienzan a reportar victorias hay que garantizar que vivan por encima de los estándares de una existencia decorosa. Eso, y permitirles ser ellos mismos, sin encorsetarlos como portavoces de ideas políticas.

Cuba, teniendo en sus actas de nacimiento a los tres medallistas del evento, no pueda blasonar de ninguna de sus preseas en la vitrina”.

 

Kamala Harris 'Scared as Heck' of Another Trump Presidency, Vows to 'Fight Back'

 

5LAS ELECCIONES DE EEUU. LAS DOS CONVENCIONES

 

En julio, se realizó la Convención del partido Republicano. Este jueves 22 de agosto concluyó la convención Demócrata. Los dos candidatos oficiales -y sus respectivos candidatos a vicepresidentes- han recibido el apoyo entusiasta de sus respectivos delegados.

La confrontación entre ambos partidos ha cambiado dramáticamente en estas últimas semanas, al retirarse la aspiración a ser reelecto del actual presidente, Joe Biden.

Un hecho cierto es que se enfrentan dos visiones de país absolutamente contrapuestas; Donald Trump seleccionó como vicepresidente a JD Vance, senador por Ohio, quien hasta ahora, con sus declaraciones y propuestas, le ha creado graves problemas a su candidato presidencial, en especial ante el voto femenino.

Por si fuera poco, la campaña republicana ha tenido que ajustar su estrategia ante el cambio candidatural demócrata; de centrar el mensaje en la vejez de Biden, ahora resulta que tiene enfrente a una dinámica y muy jovial candidata, Kamala Harris.

Harris escogió como candidato para vice al muy popular gobernador de Minnesota, Tim Walz, cuya misión primordial es clara: asegurar el llamado “muro azul”: Minnesota, Michigan, Wisconsin, Pennsylvania.

Debemos todos seguir con interés los desarrollos de las respectivas campañas. Una elección presidencial norteamericana es importante no sólo en el propio país, sino en todo el mundo. Obviamente, Cuba y su  lucha por la libertad no es excepción.

El mundo en 2024 está lleno de conflictos de todo tipo, con guerras en medio oriente y en Europa, con tiranías -como la rusa, la iraní, la china, la cubana, la coreana del norte, la venezolana, o la nicaragüense- dispuestas a seguir atacando el occidente y sus valores.

Gane quien gane, el próximo presidente -y su vice- deben asimismo restaurar la fe ciudadana en el país, en sus instituciones, en la democracia; deben ser un factor de unidad, no de división. 

 

Los entonces gobernantes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Cuba, Fidel Castro, hoy fallecidos. (Twitter)

 

6- Totalitarismo y autoritarismo: las diferencias entre los regímenes de Cuba y Venezuela

En estas últimas semanas, luego de las elecciones venezolanas del 28J, han surgido diversos análisis que buscan establecer posibles analogías entre ambas dictaduras. Si bien hay diferencias de todo tipo, que son obvias, Orlando Freire Santana, en Diario de Cuba, analiza la situación, y parte de una afirmación clara: Los dictadores de izquierda jamás conciben abandonar el poder. Para ellos, la historia se paraliza cuando se apoltronan en los palacios de gobierno.

Sería válido preguntarse si la dictadura chavomadurista puede ser considerada de izquierda; de hecho, el mismo uso de la tradicional dicotomía “derecha-izquierda” pareciera estar en desuso. Pero es importante mencionar que centros de poder socialista tradicionales, como el hoy de moda “Grupo de Puebla” (al igual que el llamado “Foro de Sao Paulo”), tradicional partidario del chavismo, rescataba el espíritu revolucionario del socialismo bolivariano, al menos hasta que Maduro perpetró ese atrabiliario, fallido y chapucero fraude electoral, que hoy casi todo el mundo critica.

Incluso partidos comunistas históricos, como el chileno o el uruguayo, siguen apoyando a Nicolás Maduro.

Pero ¿qué opina nuestro articulista?

“Los regímenes de Cuba y Venezuela militan en lo que pudiéramos calificar como la extrema izquierda latinoamericana. En el plano interno poseen varias características afines, como el desdén por la democracia y el apego desmedido al poder, mientras que en lo externo comparten la animadversión hacia el Gobierno de Estados Unidos, así como la prestancia gustosa a servir como peones de la geopolítica del Kremlin. No obstante lo anterior, es posible advertir importantes diferencias entre los sistemas políticos de La Habana y Caracas.

En Venezuela, a pesar de su gobierno de mano dura, se mantienen abiertos los canales de participación de la sociedad civil. El chavismo no ha podido destruir todas las prácticas e instituciones de la democracia representativa, como la prensa y los partidos políticos de oposición. Y la sociedad no ha ideado otra manera de conducirse que no sea mediante la elección directa al más alto cargo político de la nación, al estilo occidental. Aunque en ocasiones, como la más reciente elección presidencial, lo haga en medio de un proceso repleto de irregularidades —o fraude, como opina buena parte de la comunidad internacional— que acabó por proclamar la reelección del mandatario Nicolás Maduro. Así las cosas, asistimos en la nación sudamericana a un sistema autoritario de gobierno.

En Cuba, una vez que los barbudos de la Sierra Maestra se hicieron con el poder político de la nación, no solo se dedicaron a demoler las instituciones que existían, sino que edificaron otras que fungían como correas de trasmisión entre el Estado poderoso y las masas. Aquí el gobierno de mano dura respondía más a un entramado teórico e ideológico antes que a factores casuísticos o coyunturales. Se restringieron o eliminaron los espacios de participación de la sociedad civil, y las autoridades se esforzaron en trastrocar la subjetividad ciudadana en una operación en la que los conceptos de democracia y libertad fueron sustituidos por consignas utilitarias. El castrismo acabó por transformar la legitimidad democrática en legitimidad revolucionaria. Así las cosas, presenciamos en esta isla caribeña un sistema totalitario de gobierno. (…)

En este sentido, con frecuencia, toman en cuenta el criterio de los gobernantes acerca de los límites temporales de sus regímenes. Dos dictadores de derecha, Augusto Pinochet y Fulgencio Batista, se convencieron —o las circunstancias los forzaron a entender— de que sus mandatos podían estar acotados en el tiempo. Recordar el plebiscito que permitió Pinochet, que a la postre dio paso a la democracia en Chile, y el hecho de que Batista iba a abandonar el poder en febrero de 1959 para dar paso a la presidencia de Andrés Rivero Agüero. En cambio, los dictadores de izquierda, por lo general, jamás conciben abandonar el poder. Para ellos, la historia se paraliza cuando se apoltronan en los palacios de gobierno. (…)

No dudamos de que, en su fuero interno, Nicolás Maduro desee mutar las características autoritarias de su gobierno, y convertir a Venezuela en una especie de finca privada bajo un régimen de corte totalitario. Y menos aún dudamos de que el castrismo aspire a que su compinche de Caracas logre tan tremebundo objetivo.

Sin embargo, una cosa piensan las élites gobernantes de ambos regímenes, y otra el combativo pueblo de Venezuela, que en las calles muestra su adhesión a la democracia”.

Y la seguirá mostrando. Como dicen las palabras iniciales del himno venezolano “Gloria al bravo pueblo”. Y la lucha continúa ¡Hasta el final!

Marcelino Miyares, Miami, 23 de agosto, 2024.

 

 

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