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Beatriz Pineda Sansone: “La paz es el camino”

Mahatma Gandhi, diálogo y resistencia pacífica - Fundación Torres y Prada

                                 

 “No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.

Gandhi

 

Mahatma Gandhi vivió en un período de grandes transformaciones a nivel mundial. Nació en 1869 en la India, una nación bajo el dominio colonial británico. Su vida coincidió con una época de creciente nacionalismo indio y de luchas por la independencia en diversas partes del mundo.

La India bajo el dominio británico era una sociedad marcada por profundas desigualdades sociales y económicas. Los británicos habían impuesto un sistema de castas, discriminaban a los indianos y explotaban sus recursos naturales. Gandhi fue testigo de primera mano de estas injusticias y se sintió llamado a luchar por la liberación de su pueblo.

El hinduismo, la filosofía no violenta y la búsqueda de la verdad (satya) fueron elementos fundamentales en el pensamiento de Gandhi, profundamente arraigados en su fe hindú.

Gandhi leyó la Biblia y se inspiró en las enseñanzas de Jesucristo sobre el amor al prójimo y la resistencia pacífica.

El pensamiento de Henry David Thoreau plasmado en su  ensayo titulado «Desobediencia civil» influyó en Gandhi, quien adaptó sus ideas a la realidad de la India.

Gandhi desarrolló un conjunto de técnicas de resistencia no violenta, a las que llamó satyagraha (fuerza de la verdad). Estas técnicas se basaban en la convicción de que la verdad y la justicia prevalecerían si se luchaba por ellas de manera pacífica.

Las principales técnicas fueron: desobediencia civil. Esta consiste en la negativa a cumplir leyes consideradas injustas, como una forma de protestar pacíficamente. Un ejemplo famoso es la Marcha de la Sal de Gandhi.

Gandhi utilizaba las huelgas de hambre como una forma de presionar al gobierno y llamar la atención sobre las injusticias.

El boicot consistía en negarse a comprar productos británicos o a colaborar con el gobierno colonial.

Gandhi organizaba marchas, mítines y otras formas de protesta pacífica para expresar el descontento de la población.

Los seguidores de Gandhi se negaban a cooperar con las autoridades coloniales, pero sin recurrir a la violencia. La no violencia era el principio fundamental de la satyagraha. Gandhi creía que la violencia solo generaba más violencia y que la fuerza de la verdad era más poderosa. Por lo tanto, la búsqueda de la verdad era otro pilar de la satyagraha.

Gandhi enseñaba que era importante amar incluso a los enemigos y tratarlos con respeto, inclusive cuando estaban cometiendo injusticias.

Mahatma Gandhi fue un gran defensor de la no violencia y dejó un legado de frases célebres que inspiran hasta el día de hoy. Algunas de sus citas más conocidas sobre este tema:

«La no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad». Esta frase resume la esencia de su filosofía, enfatizando el poder transformador de la acción pacífica.

«Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego». Esta frase es una crítica contundente a la violencia, demostrando que la venganza solo perpetúa el ciclo de odio.

«Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia». Esta cita revela la naturaleza transitoria de los logros obtenidos a través de medios violentos.

«No hay camino hacia la paz: la paz es el camino». Esta frase sugiere que la paz no es un destino al que se llega, sino una forma de vivir y una actitud hacia la vida.

«La violencia es el miedo a los ideales de los demás». Esta cita profundiza en las raíces psicológicas de la violencia, vinculándola al miedo y la intolerancia.

«La pobreza es la peor forma de violencia”. Esta frase destaca la conexión entre la violencia y las injusticias sociales, como la pobreza y la desigualdad.

Los métodos de Gandhi tuvieron un impacto profundo en la lucha por la independencia de la India y han inspirado a movimientos de resistencia no violenta en todo el mundo. Su legado sigue siendo relevante en la actualidad, en un mundo que busca soluciones pacíficas a los conflictos.

 

Mi nombre es Beatriz Pineda Sansone. Nací en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. De niña era inquieta, llena de arrojo. Admiraba a nuestro Arturo Uslar Pietri, quien conducía el programa televisivo Valores Humanos. Su ejemplo ha sido mi norte. Gracias a mis hijas he realizado grandes aventuras a favor de los niños. Creé el Taller Literario Infantil Manzanita que devino en Fundación en 1985. Más tarde, con motivo del nacimiento de un nuevo diario en Maracaibo, fundé Azulejo, el periódico de los niños del diario La Verdad –primera etapa-. Extendí el Programa La Hora del Cuento a centros de arte, museos, universidades, colegios y McDonald’s Padilla de la ciudad con el fin de cultivar en los niños el amor por la lectura, y todas sus destrezas cognitivas, afectivas y psicomotoras.

Más tarde, en 1996, obtuve el título en Filología Hispánica con el premio Summa Cum Laude en la Universidad del Zulia. Cursé estudios de postgrado (2000-2003). Me convertí en articulista de los diarios venezolanos Economía Hoy, Panorama y El Universal.

Soy autora de: Las Memorias del Maestro Ramiro (1979); Desde otro rayo (1992). Universidad del Zulia; Los ojos de la montaña (2011). Entrelíneas Editores, España; La Hora del Cuento. Enseñar a razonar a los niños a través de la lectura de cuentos (2015). Ediciones de la Torre, España; El Principito y los Ideales. Defensa de la libertad, del amor y del razonamiento (2017). Editorial Verbum, España; La Aventura nunca imaginada de un lápiz (2018). Fundación editorial el Perro y la Rana. Venezuela; Una niña de mi edad (2019). Editorial Tandaia, España. Malika, la más pequeña de la manada (2021). Europa ediciones. Roma.

En la actualidad desarrollo una intensa labor a favor de la lectura a través de las redes sociales: @beapinpaz.escritora, los chats Aventuras Literarias y Café Lectura. 

 

Beatriz Pineda Sansone: Lo importante es la educación – América 2.1

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