Cultura y ArtesSeries y TV

Isabel Coixet: ‘Pan y rosas’

Apple Original Films unveils trailer for “Bread & Roses” - Apple TV+ Press (UK)

 

 

Entre las joyas ocultas que el mundo de las plataformas se empeña en no publicitar, se encuentra este contundente documental: Bread and roses, en Apple TV, realizado por la cineasta afgana Sahra Mani, que fue presentado en el Festival de Cannes de 2023.

La salida del Ejército americano de Afganistán en 2021 tuvo unas consecuencias previsibles: los talibanes volvieron al poder con renovados bríos y sed de venganza. Una vez más quienes pagarían los platos rotos de este desgraciado conflicto fueron las mujeres. Pan y rosas está compuesto por vídeos captados por tres mujeres (una estudiante, una dentista, una funcionaria) directamente in situ. La película es un retrato potente, conmovedor y rotundo de una revolución clandestina. En la intimidad de los hogares, lo abyecto, el horror adquiere otra dimensión. Sin derramamiento de sangre, sin armas, sólo lágrimas, las de las mujeres que de la noche a la mañana se convirtieron en marginadas sociales, a las que se les prohíbe salir solas, estudiar, conducir, elegir su propia ropa, cantar y, en la última y obscena vuelta de tuerca, hablar entre ellas.

 

Me pregunto una vez más por qué todas las mujeres del mundo, como preconiza la Nobel encarcelada en Irán, Narges Mohammadi, no nos movilizamos contra lo que en muchos países es ni más ni menos que un ‘apartheid’ de género

 

Vemos a estas mujeres recomponerse, reflexionar, rechazar la situación, organizarse en las sombras, crear consignas, lanzar manifestaciones. En sus rostros se lee una determinación absoluta. Desafían constantemente un sistema que las oprime, las margina y las teme: quizás ahí esté la clave. Un régimen que se empeña en reducir a la mitad de su población en zombis anestesiados y obedientes tiene por fuerza que temer lo que esos millones de mujeres pueden hacer. En el documental sentimos dolorosamente cómo cada una de las acciones de estas mujeres puede costarles la vida, pero ahí están, prefiriendo luchar por un futuro soportable antes que subsistir en un mundo arcaico que las condena a estar muertas en vida. Si hay algún colectivo en el mundo que merezca ser calificado de heroico es éste. Viendo esta película me preguntaba una vez más por qué todas las mujeres del mundo, como preconiza la Premio Nobel encarcelada en Irán, Narges Mohammadi, no nos movilizamos para que al menos se reconozca que lo que está ocurriendo en muchos países es ni más ni menos que un apartheid de género.

Al estar el metraje compuesto por imágenes tomadas in situ, con teléfonos móviles en la más absoluta ilegalidad, la calidad de imagen no es perfecta, pero cualquier secuencia de Pan y rosas tiene más fuerza e impacto emocional que todas las películas de superhéroes de Marvel juntas porque su fuerza no está en la forma, sino en la admiración que despierta la resiliencia de estas tres protagonistas, y de todas las personas que las siguen en su lucha. En el anonimato, ellas avanzan, continúan una lucha valiente, algunas abandonan el país, otras no tienen otro remedio que quedarse. Esta película recuerda al mundo que en 2024, a 7000 kilómetros de Europa, millones de mujeres arriesgan su vida cada día para hacer valer el derecho a vivir como seres humanos. Como una de ellas dice en el filme, «la historia recordará cómo la comunidad internacional ignoró a las mujeres afganas». Y a las iraníes, y a las yemenitas, y a las…

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba