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Cuba como puerta de entrada del ciberespionaje de Rusia en América Latina

Hay un área de los acuerdos entre La Habana y Moscú que pasa desapercibida: la penetración tecnológica a través de la digitalización.

 

Miguel Díaz-Canel visita el pabellón de la firma cubano-rusa Voltah-Aicros en FIHAV 2024.

Miguel Díaz-Canel visita el pabellón de la firma cubano-rusa Voltah-Aicros en FIHAV 2024. Aicros / X

 

 

Entre los numerosos anuncios de acuerdos, negocios y convenios de colaboración entre Moscú y La Habana que han sido dados a conocer en los últimos años, destacan la rama energética y metalúrgica, el transporte y el turismo. Pero una zona apenas se menciona: la penetración de las empresas informáticas rusas en la Isla.

sottovocelas firmas de desarrollo informático, en especial las de ciberseguridad de Rusia, han comenzado a poner sus ojos en Cuba con dos propósitos, a juzgar por sus propias declaraciones: exportar software y aplicaciones para implantar sus tecnologías en nuevos mercados, desplazando a las de Occidente, y buscando alcanzar a países de América Latina a los que tienen poco acceso.

El Consejo Ruso de Asuntos Internacionales preparó un estudio, titulado «Exportando soluciones tecnológicas rusas a América Latina: resultados y perspectivas», en el que delineó la función de Cuba en ese propósito. 

Como parte de la investigación, Alexander Volkov, director general y gerente de mercados internacionales de la firma GenIT Co. —que se dedica al desarrollo de software y automatización de cadenas minoristas federales y otras empresas en Rusia y los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que integran varias naciones exsoviéticas—, bosquejó cómo Cuba sirve a los propósitos de Moscú en ese campo.

De país amigo a trampolín

De acuerdo con Volkov, la elección de América Latina como mercado de destino para el producto informático ruso no fue «por casualidad».

«En América Latina existe una demanda de soluciones tecnológicas independientes de los fabricantes estadounidenses y de otros países occidentales y, en consecuencia, una tendencia hacia la diversificación del panorama informático de las empresas», señala.

Volkov reconoce que la frecuencia de fugas de datos personales y la detección de puertas traseras (backdoor) que permiten la penetración de las redes por agentes externos, hace que la seguridad de datos sea prioritaria para los países de la región. El empresario asegura que esa fragilidad se debe a «la adquisición de productos de algunas empresas en Estados Unidos y Europa», aunque no explica cómo la implantación de software ruso inmunizaría a los países de destino de esa interferencia.

«En 2023, GenIT Co. ingresó por primera vez al mercado latinoamericano, en particular, a Cuba. Cuba fue elegida por varias razones. En primer lugar, los cubanos están cultural e históricamente cerca de nosotros, lo que ha facilitado el establecimiento de contactos. En segundo lugar, este país coopera activamente con otros Estados de la región, lo cual es necesario para una mayor penetración en los mercados vecinos», admite.

«En tercer lugar, en Cuba existe una demanda de equipos tecnológicos y software para el mercado interno en el nivel básico de la demanda. Esta solicitud es bastante fácil de satisfacer sin la participación de especialistas costosos y altamente calificados, especialmente dado el pequeño tamaño del mercado y la disponibilidad de nuestros propios recursos humanos», añade.

Pero hay un factor que Volkov menciona que podría saltar al primer lugar de su lista: «A su vez, el resto de los países de la región tienen mucho miedo de las sanciones secundarias debido a la cooperación con las empresas rusas, pero están dispuestos a trabajar con las empresas cubanas, no importa si se trata de una empresa mixta o de una entidad jurídica completamente cubana. (…) Por lo tanto, vale la pena trabajar con Cuba, es necesario crear una oficina de representación e ingresar al mercado latinoamericano a través de la mediación».

¿Qué es GenIT?

La firma rusa GenIT, creada en 2018, se presenta como un integrador de sistemas que automatiza empresas, integra servicios comerciales y desarrolla software personalizado. Su producto estrella, la solución de integración para medianas y grandes empresas, opera en más de 25.000 infraestructuras de las mayores firmas de Rusia, que lo usan para su intercambio de datos.

De acuerdo con sus desarrolladores, Red Mule opera como sustituto de populares herramientas internacionales, como Apache Kafka, IBM WebSphere, Microsoft BizTalk, la plataforma MuleSoft Anypoint, OpenESB, Oracle ESB, entre otros. Su uso en las mayores empresas federales de Rusia lo convierte en un elemento central del sistema informático nacional.

GenIT, residente del Centro de Innovación de Skolkovo, parque tecnológico de la región de Moscú conocido como «el Silicon Valley ruso», es parte del tejido de ciberseguridad lanzado por el Kremlin y que desde 2013 fue incluido en el programa gubernamental de desarrollo económico y economía de la innovación.

La empresa asegura tener, según Volkov, «colegas que viven en países latinoamericanos de forma permanente y representan los intereses de la empresa».

La versión para América Latina y también países angloparlantes de Red Mule ha sido bautizada Voltah. Volkov reconoce abiertamente la razón de esa denominación: «El lanzamiento de la marca Voltah separada tenía como objetivo garantizar que el origen ruso de la empresa no pudiera afectar a los clientes potenciales en otros países».

La conexión cubana del software ruso

¿Con quiénes trabaja en Cuba GenIT? ¿Dónde está su «cuartel general» en la Isla?

Según Volkov, la Universidad Tecnológica José Antonio Echeverría de La Habana (CUJAE) fue el punto de entrada al sistema institucional cubano, dado que «tiene programas educativos en ruso, lo que también tiene un efecto positivo en la interacción y el trabajo en equipo. Los graduados de estos programas, el personal capacitado, está listo para apoyar los productos rusos en otros mercados y está abierto a iniciativas de investigación y desarrollo».

Pero es el denominado Parque Científico Tecnológico de La Habana, localizado en la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), el punto crítico del intercambio. En noviembre de 2024, durante la celebración de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2024), empresarios y funcionarios rusos asistentes visitaron la institución, según reportes institucionales en los que se mencionó el interés en impulsar la colaboración bilateral, pero no de penetrar los mercados de países vecinos usando a Cuba como trampolín.

No obstante, el principal punto de partida de estos contactos se remonta a febrero de 2024, cuando se creó oficialmente una asociación estratégica entre Moscú y La Habana, a partir de la firma de un acuerdo sobre el derecho a distribuir y dar soporte de software en la región.

A Miguel Díaz-Canel se le presentó durante FIHAV 2024, asegura Volkov, «un nuevo proyecto para crear una plataforma Rusia-Cuba para la introducción de las tecnologías digitales en la República de Cuba. El acuerdo sobre la creación se firmó pocos días después, en presencia del viceprimer ministro de la República de Cuba, Ricardo Cabrisas, y el viceprimer ministro de la Federación de Rusia, Dmitry Chernyshenko».

La alianza Voltah-Aicros

El Ministerio de Comunicaciones (MINCOM) de Cuba patrocinó lo que viene a ser la alianza más visible entre GenIT y empresas cubanas: la firma estatal Voltah-Aicross, con la cual la empresa federal rusa busca ocultar su identidad. Curiosamente, el agente cubano de la alianza, Aicros, pertenece al Ministerio de la Construcción (MICONS).

Surgido en 1966 como el modesto Departamento de Cálculo y Matemática Aplicada del MICONS, que evolucionó tres años después al Centro de Matemática Aplicada y Computación de la Construcción (CEMACC), para en 2004 acabar convertido en la Empresa de Informática y Automatización para la Construcción (Aicros), sus décadas de experiencia y su función civil serían valores atendidos por Moscú para proyectar sus propósitos.

El pasado 26 de octubre, la entidad cubana anunció la alianza en su perfil de X, apuntando que Aicros es desde esa fecha el «distribuidor oficial en América Latina de la plataforma rusa de integración de datos». 

Según Volkov, que denomina a este proyecto Plataforma Rusia-Cuba para la Introducción de Tecnologías Digitales, la cual cuenta con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Digital de Rusia, a través suyo «las soluciones tecnológicas nacionales de GenIT y las empresas asociadas rusas podrán implementarse en los mercados de América Latina. La plataforma posiciona a Cuba como un polo de entrada a través del cual se pueden distribuir productos a otros países de la región».

El 4 de noviembre, en el marco de la inauguración de FIHAV 2024, Miguel Díaz-Canel visitó el pabellón de la empresa

«Se supone que la Plataforma también brindará servicios para apoyar a las empresas rusas y brindar un soporte integral, incluida una explicación de los detalles de la localización de productos para el mercado latinoamericano, teniendo en cuenta la política regulatoria y las regulaciones de cada país, así como los mecanismos para la interacción financiera; por ejemplo, cómo transferir ganancias a Rusia», aclara Volkov.

El empresario ruso celebra la voluntad de los desarrolladores cubanos de crear productos propios. En específico, menciona una versión de la aplicación Yandex Taxi creada en la Isla y basada en el servicio de reservas de taxi en línea más grande de Moscú y otras ciudades de Rusia, que utilizan unas 200 compañías que operan aproximadamente 20.000 taxis.

Curiosamente, en septiembre de 2024 las autoridades de Georgia, exrepública soviética que no es parte de la CEI, pero utiliza software ruso, denunció que el operador de la aplicación Yandex Taxi en ese país transfirió datos personales ilegalmente a Rusia.

Volkov celebra además que desde Cuba «también se están creando aplicaciones para la compra de bienes de China y Estados Unidos con entrega, como resultado de lo cual las sanciones y la logística son menos visibles para el usuario final». Lo anterior, en referencia a las tiendas online promovidas por el régimen cubano y en las que hacen compras los emigrados para sus allegados en la Isla.

«Para las empresas rusas, Cuba es un aliado confiable en la lucha contra las sanciones de Estados Unidos. Este país no teme a las nuevas restricciones, por lo que está dispuesto a una cooperación mutuamente beneficiosa con Rusia y las empresas rusas», reafirma el empresario ruso.

Pero advierte: «Es necesario ingresar al mercado cubano lo antes posible. (…) Las empresas españolas y canadienses están ocupando activamente su nicho, su presencia se siente en la región. Quien logre entrar primero se hará con una gran parte del mercado».

Pero el parecer GenIT tendría ventaja política. Según Volkov, su empresa «está profundamente inmersa en el sistema de interacción entre las empresas cubanas y las autoridades que brindan apoyo a los empresarios. Por ejemplo, muchos temas con el Ministerio de Comunicaciones de Cuba mencionados anteriormente se discuten con mensajeros, y los acuerdos se alcanzan de la misma manera: en el formato de comunicación operativa directa. Esta comunicación es de gran importancia para las empresas: el apoyo del Gobierno cubano significa que todas las acciones y decisiones no se llevan a cabo con el objetivo de extraer beneficios a corto plazo, sino que están dirigidas a la cooperación estratégica a largo plazo».

Advierte además que «solo las empresas con participación estatal tienen derecho a celebrar contratos de importación, los cuales, en consecuencia, son responsables ante un ministerio competente en particular. Como resultado, se forma una ventaja importante: los organismos administrativos y estatales actúan como garantes del cumplimiento de las obligaciones. Por ejemplo, si hay algunas dificultades con los pagos, este tema se discute en grupos de trabajo con la participación de representantes de las autoridades de ambas partes».

El pollo del arroz con pollo

¿Cuáles son los países de América Latina a los que apunta el interés de Moscú? Volkov no tiene reparos en adelantar esa información.

«Se pueden distinguir cinco países que se caracterizan como los más grandes, los más desarrollados y los mercados más solventes. En primer lugar, estamos hablando de Brasil, con el mercado más grande de la región, donde hay un auge de startups fintech. El trabajo con este país se construye en una vía separada, en el marco de la cooperación con el Parque Tecnológico de Sorocaba, en el Estado de São Paulo, donde se concentran 40 empresas de tecnología de la información».

«En México, las tecnologías financieras, de ciudades inteligentes, el Internet de las Cosas, los gemelos digitales, también se están desarrollando activamente; es decir, se está produciendo una transformación total de la industria. El resto de los países son ArgentinaChile y Colombia«.

Volkov afirma que el mercado latinoamericano «puede girar hacia las soluciones tecnológicas rusas: la cuestión es si se aprovecharán estas oportunidades», puesto que «el principal problema de los productos de software domésticos en el mercado latinoamericano es la falta de localización. Pocas empresas llegan realmente a la etapa de adaptar sus soluciones a las necesidades del mercado. La razón de este inconveniente es que, a diferencia de los competidores occidentales, como Microsoft u Oracle, las empresas rusas a menudo no se centran en el mercado internacional a la hora de crear sus productos, sino que intentan exportar soluciones listas para usar hechas originalmente para la venta en Rusia».

Y aquí viene lo esencial: «El sector más prioritario, del que se debe hablar en primer lugar, es la seguridad de la información, ya que es imposible construir otros procesos sin un cifrado y una protección fiables de los datos personales. (…) Es con este propósito que nuestros colegas cubanos están creando el Centro para la Seguridad de la Información, en el que también participa la Plataforma Rusia-Cuba».

Por ello, señala el empresario, el Ministerio de Comunicaciones de Cuba hizo una propuesta para crear un Centro Nacional de Ciberseguridad. A esta iniciativa están invitadas las empresas rusas. «GenIT y sus asociados están abiertos a la cooperación no solo comercial, sino también académica y de investigación», adelanta.

En vista de la atención que ha dedicado el régimen cubano a la vigilancia de la sociedad y al control de las redes, la alianza con Moscú no deja de lado aprovechar su amplia experiencia en la cibervigilancia del disenso, para lo que hasta ahora la cooperación con Pekín ha sido esencial.

Pero la penetración informática de Rusia va más lejos, e implica al acceso a datos valiosos de los emigrados cubanos y sus familiares en la Isla, entre otros de valor para labores de inteligencia. Por ello, los lazos con el aparato represivo de La Habana son parte de la proyección de Moscú. A ello estará dedicada la segunda parte de este reporte.

 

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