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Una Bitácora Cubana (III)

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1)Al momento de escribir estas líneas se confirma el viaje del presidente Barack Obama a Cuba, el próximo marzo. Será el primer presidente norteamericano en ejercicio en visitar la isla desde Calvin Coolidge, en 1928.

Ha afirmado, en su cuenta de Twitter: “viajaré a Cuba para avanzar en nuestros progresos y esfuerzos que puedan mejorar la vida de los cubanos”. Agregó que “aún existen divergencias” con La Habana, que se abordarán en el encuentro. “EE UU siempre apoyará los derechos humanos en el mundo“, añadió.

Para Peter Hakim, quien estuviera al frente del Diálogo Interamericano entre 1993 y 2010 (un centro de estudios para Asuntos del Hemisferio Occidental, con sede en Washington), una visita exitosa ayudaría sin duda alguna a cimentar el progreso hacia los lazos normales y haría mucho más difícil  que se diera cualquier retroceso, tanto en los Estados Unidos como en la propia Cuba,  independientemente de cómo resulten las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016. De Hakim publicamos dos notas en América 2.1: El futuro está llegando: Observaciones y reflexiones sobre Cuba: Los problemas económicos” y “El futuro está llegando: observaciones y reflexiones sobre Cuba (2: Cuba y Estados Unidos)”.

El viaje de Obama a Cuba probablemente servirá para confirmar el error de algunos segmentos de la oposición al régimen que han pensado que los EE.UU por sí solos van a resolver el problema cubano. Durante años ha habido una dependencia mental en que «los americanos nos resolverán«. Esto ha sido un gran error político que ha creado una actitud de «esperar» en lugar de actuar pro activamente sobre la base de que solo nosotros los cubanos debemos/podemos resolver nuestro problema. Obama hace lo que hace por el interés nacional de los EE.UU., el cual no necesariamente tiene que coincidir con el interés nacional de la oposición cubana. De ahí que no es políticamente correcto ni realista reclamarle a los EE.UU. que actúen en nuestro interés. El gobierno cubano ha capitalizado políticamente esta dependencia de algunos segmentos de la oposición calificándolos de «agentes del imperialismo yanqui«. La normalización de relaciones Cuba-EEUU y el viaje de Obama ponen fin a esta dependencia y cada vez más la oposición será más independiente y consiguientemente podrá jugar un papel decisivo en facilitar los cambios y espacios necesarios para el bien común de todos los cubanos en un estado de derecho y libertades básicas.

La normalización de las relaciones EE.UU-Cuba le ha quitado al gobierno cubano el argumento de que la oposición no es independiente ni cubana como las palmas. En ese sentido, vale la pena tomar en cuenta lo que afirma Yoani Sánchez en una nota reciente publicada en 14ymedio: Cuando el avión presidencial toque suelo en la Isla, el discurso de barricada que tan hábilmente ha levantado el Gobierno cubano durante más de medio siglo sufrirá un golpe irreversible”. (…) “En la calle, la gente vivirá con entusiasmo ese acontecimiento inesperado. Para la población negra y mestiza, el mensaje es claro y directo en un país donde una gerontocracia blanca controla el poder. Quienes tengan una camiseta o un cartel con el rostro de Obama lo lucirán por esos días, aprovechando la permisividad oficial. Fidel Castro morirá un poco más en su custodiado refugio habanero. (…) No obstante, algo queda claro, más allá de la hojarasca del entusiasmo, el mandatario estadounidense no podrá cambiar Cuba y es mejor que ni lo intente, porque este entuerto nacional es nuestra responsabilidad. Sin embargo, su viaje tiene un golpe de efecto duradero y debe aprovechar la oportunidad para enviar un mensaje alto y claro frente a los micrófonos”.

Y como se señala en un editorial del New York Times: Mr. Obama’s short trip is unlikely to spark overnight reforms in Cuba. But it has the potential to do more to plant the seeds for transformational change than any of his predecessors ever achieved”.

Creo que nadie puede ver con malos ojos el objetivo de trabajar a favor de la mejora de la calidad de vida del pueblo. Lo que nos separa, lo que provoca divergencias dentro y fuera de nuestra patria es sobre todo el cómo, y la velocidad de los cambios que ello implica.

Partiendo de dicho reconocimiento, me encuentro entre quienes no dejarán de buscar caminos de encuentro, de empatía con las diversas sensibilidades opositoras. Nunca hay que evitar el diálogo entre demócratas, especialmente cuando los objetivos finales se comparten.

 

2)Publicamos en América 2.1 una nota del Diario Las Américas donde puede leerse: “Al cierre del mes de febrero Costa Rica espera completar la cifra de 2.000 migrantes cubanos salidos de su territorio por la vía de los vuelos directos a México y también por el destino El Salvador-Guatemala”.

 Ante la gravedad de la crisis migratoria, la nota muestra una vez más el contraste en la actitud responsable del gobierno costarricense, con la inhumanidad del amigo de los Castro, Daniel Ortega, el presidente de Nicaragua.

 

3)Acaba de concluir la segunda ronda de negociaciones entre la secretaria de comercio de los Estados Unidos, Penny Pritzker, con  el ministro de Comercio Exterior cubano, Rodrigo Malmierca. Pritzker recalcó que Washington espera que La Habana haga su parte para facilitar lo que todos coinciden en considerar una“oportunidad histórica que hay que aprovechar. Malmierca respondió una vez más que “el embargo estadounidense es el principal obstáculo al acercamiento económico que debe allanar el camino a la normalización de relaciones políticas emprendida hace poco más de un año.” Este bolero lo conocemos muy bien. Cada parte señala su postura de arranque para negociar.

Rafael Rojas, en un artículo publicado en Prodavinci (“La flexibilización del embargo y sus enemigos”) y reproducido en América 2.1, destaca que la postura del régimen siempre ha sido esa:Washington, dicen, debe eliminar el “bloqueo” sin esperar nada a cambio. Pero es que son el propio gobierno de Raúl Castro y su cancillería los que han ofrecido revisar “el modelo” y “corregir todo lo que haya que corregir” y “conversar sobre todos los temas”. Lo que han entablado Estados Unidos y Cuba es una negociación y en toda negociación se cede. Si el gobierno cubano hubiera querido que la apertura del sistema no formara parte del intercambio debió haber hecho reformas económicas y políticas mucho antes del restablecimiento de relaciones.”

Lo que es ya un hecho es que en 2015, el Departamento de Comercio emitió 490 autorizaciones para hacer negocios en Cuba, por un volumen de negocios de 4.300 millones de dólares. El incremento fue de casi el 30% frente a años anteriores, según Pritzker. Y la tendencia continúa: en los 40 primeros días de 2016, ya van emitidas 28 autorizaciones, por un valor de 300 millones de dólares.

Otro hecho incontestable: la flexibilización norteamericana debe venir acompañada de una respuesta similar, no simplemente verbal y cosmética, del gobierno cubano. El gobierno estadounidense tiene razones para pensar que de ser cierto, lo veremos en los debates del cercano VII Congreso del partido comunista cubano. Malmierca ha asegurado que así será, porque las reformas económicas emprendidas por Cuba fueron decididas mucho antes del 17 de diciembre de 2014 —de hecho se acordaron en buena parte en el Congreso anterior, en 2011— y abrieron, dijo, “un camino sin retorno” para la isla. En el nuevo Congreso supuestamente se elaborará un plan de desarrollo económico hasta 2030.

Pedro Campos, en una interesante nota publicada en 14ymedio, afirma: “Nadie podría descartar que detrás de la resistencia republicana en el Congreso a levantar el bloqueo-embargo pueda estar primando evitar que sean Obama y los demócratas los que se anoten el triunfo de dar el tiro de gracia al comunismo en Cuba que puede significar el levantamiento del entuerto y reservarlo para ellos una vez en la Casa Blanca.”

 Y continúa Campos:Fue el republicano Richard Nixon quien inició el deshielo con China. La política de acercamiento a la URSS, que muchos consideran el principio del fin del comunismo en Europa fue obra de otra administración republicana, la de Ronald Reagan. Nixon visitó Pekín, Reagan, Moscú. Quizás la visita a La Habana la quieran reservar para otro republicano y por eso se afanan en entorpecer la del actual presidente.

 Anteriores gobiernos republicanos intentaron acercarse al de Cuba. Fue la administración de George W. Bush la primera en levantar algunas restricciones del embargo-bloqueo relacionadas con la venta de alimentos.

 El establishment estadounidense en su conjunto, desde hace algún tiempo, viene tomando conciencia de que la política de embargo-bloqueo debería ser cambiada por diferentes razones y gobernadores, senadores y representantes republicanos de estados con potenciales intereses inversionistas en Cuba han estado detrás de todos los movimientos para levantar algunas prohibiciones.”

 

4) Al menos la prensa oficial cubana todavía muestra un respaldo oficial al cada vez más tambaleante régimen venezolano. Ante un aniversario más del fracasado golpe militar en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992, pudo leerse en Granma este titular:  “Maduro enaltece significación del 4F”.

 En una excelente nota que publicamos en América 2.1, titulada “Cuba, el 4F y el oportunismo”, Armando Durán recuerda los cambios de los Castro frente al poder en la vecina Venezuela. Vale la pena recordar el texto del mensaje de solidaridad que Fidel Castro le enviara a Pérez luego de la intentona militar, donde tomara parte –a pesar de lo que la prensa ha vendido, y la mitología que se ha querido crear, no era uno de sus cabecillas más importantes- Hugo Chávez Frías. ““Estimado Carlos Andrés”, comenzaba el mensaje personal de Castro, difundido por toda la prensa oficial de la isla, “Desde horas tempranas del día de hoy, cuando conocimos las primeras informaciones del pronunciamiento militar que se está desarrollando, nos ha embargado una profunda preocupación que comenzó a disiparse al conocer de tus comparecencias por la radio y la televisión y las noticias de que la situación comienza a estar bajo control. En este momento amargo y crítico, recordamos con gratitud todo lo que has contribuido al desarrollo de las relaciones bilaterales entre nuestros países y tu sostenida posición de comprensión y respeto hacia Cuba. Confío en que las dificultades sean superadas completamente y se preserve el orden constitucional, así como tu liderazgo al frente de la heroica República de Venezuela. Fraternalmente, Fidel Castro Ruz.”

 Así siempre ha sido Castro. El oportunismo es una de sus marcas de fábrica. Recomiendo, a quien no la haya leído, la nota de Armando donde nos muestra cómo fue el paulatino cambio de timón del tirano con respecto a la situación de la democracia venezolana, y el descubrimiento que hizo de cómo podía convertir al militar golpista devenido presidente en el apoyo fundamental al régimen comunista.

Por cierto, una pregunta que viene a cuento: ¿será verdad que la nueva visita del papa Francisco a Cuba, de corta duración, y cuyo motivo publicitado era encontrarse con el patriarca ortodoxo ruso, Kiril, también significó la participación de la Iglesia Católica en conversaciones sobre la salida negociada de Maduro del poder en Venezuela, algo que cada día que pasa más venezolanos desean?

Marcelino Miyares – América 2.1

23 de febrero de 2016.

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