Democracia y PolíticaEconomíaPolítica

Aun pagando la deuda crece el temor sobre futuros incumplimientos de Venezuela

pump jack oil fieldA medida que Venezuela queda más cerca de agotar casi todas las alternativas para cumplir con el pago de su deuda, algunos participantes del mercado petrolero evalúan seriamente las posibles implicaciones de un evento sin precedentes: el default de un gran productor de crudo

La estatal venezolana PDVSA debe desembolsar alrededor de 5.200 millones de dólares a tenedores de bonos en el 2016, buena parte en octubre y noviembre, una suma que según expertos será muy difícil de reunir, luego de que el Gobierno usó casi todas sus reservas disponibles en el pago de 1.500 millones de dólares en deuda que vencía esta semana.

Una cesación de pagos podría impactar a algunas de las exportaciones del país miembro de la OPEP al reducir su capacidad de importar crudo y combustibles usados para mezclar con su crudo extra pesado, de acuerdo a expertos y Fuentes. También podría degradar la calidad de su gasolina doméstica al limitar las compras de los componentes necesarios para formularla.

Mientras el riesgo de un incumplimiento aumenta tras demoras en los pagos de PDVSA a sus proveedores, algunas firmas que le venden productos han comenzado a usar intermediarios o a exigir precios más elevados ante el temor de acumular cuentas sin cobrar, de acuerdo a firmas que comercian con la estatal.

“Una posible moratoria de PDVSA es preocupante para todo el mundo”, dijo a Reuters una fuente de una petrolera estadounidense que compra a PDVSA. Y en caso de que la compañía venezolana logre reunir suficientes fondos para pagar a los bonistas, “no estará en condiciones de pagarle a sus proveedores”.

Las consecuencias de un incumplimiento para el suministro global de crudo, afectado por el mayor sobre abastecimiento en décadas, son difíciles de prever, aunque expertos están observando de cerca el deterioro de las finanzas de los países exportadores en busca de elementos que puedan alterar los mercados.

“Por supuesto, Venezuela lidera la lista”, dijo a Reuters esta semana Daniel Yergin, presidente de la firma de análisis IHS.

Disminución de los ingresos

Sin la importación de crudo ligero y diluyentes como la nafta que subieron a unos 110.000 barriles por día (bpd) en el 2015, PDVSA tendría dificultades para exportar un estimado de 235.000 bpd de sus propias mezclas pesadas de crudo, de acuerdo a cálculos basados en datos de volúmenes de ThomsonReuters, una situación que podría ayudar a aliviar el exceso de suministros globales.

Buena parte del estimado de 2 millones de bpd en exportaciones de Venezuela, una parte de ellos puestos como garantía por préstamos de largo plazo, posiblemente seguirá enviándose al exterior porque la totalidad de la producción de PDVSA no depende de importaciones y el país ha estado incrementando sus embarques a aliados políticos en la última década.

El envío de mezclas de crudo a Estados Unidos y Asia también podría mantenerse si los socios de PDVSA, que incluyen a la estadounidense Chevron, la rusa Rosneft, la española Repsol y la china CNPC, aseguran la provisión de diluyentes, tal como la petrolera venezolana ya les ha pedido.

Aún así, también es probable que una cesación de pagos reduzca la importación de componentes de combustibles, que han subido a unos 85.000 bpd debido al consumo creciente de gasolina de alto octanaje más barata mientras cae la producción doméstica.

Venezuela fue el tercer mayor proveedor de crudo a Estados Unidos el año pasado y el sexto comprador de combustibles estadounidenses de América Latina.

Si bien el pago pendiente de PDVSA de unos 3.300 millones de dólares en el cuarto trimestre parece estar más allá de sus capacidades, la moratoria aún está lejos de concretarse y el presidente de la compañía, Eulogio Del Pino, dijo esta semana que está tomando todas las medidas para evitar ese escenario.

Además, factores como la inesperada recuperación de los precios del crudo, ventas de activos, nuevos créditos o acuerdos de refinanciamiento han alejado más el evento de un default, de acuerdo a Benjamin Ramsey de JP Morgan.

En un reporte en el que dijo no estar viendo todavía la posibilidad de un incumplimiento en Venezuela, JP Morgan dijo, sin embargo, que las mejores intenciones de PDVSA “no pueden superar la dura y fría realidad de una disminución de sus flujos de caja”.

Los esfuerzos de refinanciamiento, incluyendo un canje de bonos a través de su fondo de pensiones, tienen poco progreso visible. Los dividendos esperados de su unidad estadounidense Citgo Petroleum junto con dinero procedente de la empresa rusa Rosneft, que aumentó su participación en una empresa mixta, no serían suficiente para llegar a octubre con los bolsillos llenos, dijo una fuente gubernamental.

Algunos proveedores de PDVSA ya están alejándose.

Una empresa comercial importante ha recurrido recientemente al uso de intermediarios locales en Venezuela para asegurar los pagos de sus suministros a PDVSA, ya que la venta directa, incluso dotándola de un crédito mínimo no son opciones válidas, dijo una fuente.

Este mes PDVSA no pudo otorgar dos licitaciones spot para comprar componentes de gasolina debido al alto precio las primas, un reflejo, lo que según una fuente que participó en la oferta, se debe a los crecientes riesgos de pago.

Para asegurar sus líneas de suministro permanezcan abiertas, PDVSA ha firmado acuerdos con Reliance Industries de la India y Rosneft para el intercambio de crudo por combustibles.

Los estrechos vínculos de PDVSA con CNPC y PetroChina Co (601857.SS) también podrían garantizar algunas importaciones, la cuales podrían ser insuficientes para asegurar todos los barriles necesarios, dijeron operadores.

Recursos Legales

A pesar de que cualquier respuesta legal a una cesación de pagos tendría que pasar a través de un tribunal externo para apuntar a los activos de PDVSA, las cláusulas incluidas en los contratos de bonos hacen que la empresa sea más vulnerable que el país por ante las acciones adoptadas por los acreedores para reclamar el dinero adeudado, según los abogados y expertos .

En medio de los casos de arbitraje en curso, en 2008 el tribunal le concedió al gigante petrolero ExxonMobil órdenes de congelación de bienes y fueron congelados temporalmente hasta $ 12 mil millones en activos en el exterior de PDVSA y $ 315 millones en una cuenta bancaria conjunta en Nueva York. Se realiza o través de un recurso jurídico extraordinario llamado «Mareva injunction» [1]que sorprendió a Venezuela.

A pesar de que la orden fue revocada más tarde, ese caso y otros que siguieron han expuesto las cuentas bancarias, los tanqueros, los cargamentos, los terminales externos y las refinerías de PDVSA a las acciones legales de los acreedores.

Recientemente PDVSA ha tomado medidas para protegerse, incluyendo el traslado de las cuentas bancarias en que recibe dinero de sus exportaciones del Banco Espirito Santo de Portugal al CITIC Bank de China.

Obtener una orden judicial para congelar una cuenta en China sería más difícil que obtenerla en los Estados Unidos. Algunas ventas de PDVSA también podrían ser protegidas si entrega los cargamentos en sus puertos en virtud de acuerdos de pago anticipado, por lo que las cargas serían de propiedad del comprador al salir de Venezuela, dijeron los abogados.

Después de la venta de instalaciones en Alemania, el Caribe y los Estados Unidos, el ex presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, le recomendó al gobierno en 2014 deshacerse también de todas las operaciones de Citgo para proteger a la empresa contra posibles acciones para apoderarse de sus activos, según un documento al que tuvo acceso Reuters.

Sin embargo, a pesar de que Citgo fue puesta a la venta, el intento fue abandonado en 2015 después de que Venezuela le ordenó recaudar $ 2.5 mil millones en préstamos y bonos en nombre de PDVSA.

Ver original en inglés en http://www.reuters.com/article/us-oil-pdvsa-debt-analysis-idUSKCN0W00DA

[1] «Mareva injuction» es una medida cautelar, ex parte, es decir sin notificación previa al demandado. Es un tipo de reparación interlocutoria diseñada para congelar los activos de un demandado, en las circunstancias apropiadas, en espera de la determinación de la reivindicación de un demandante. Su finalidad es evitar, tan pronto como se admite una demanda, que el demandado pueda transferir activos fuera de la jurisdicción del tribunal, con el fin de frustrar la eventual ejecución de una sentencia subsiguiente. La orden judicial debe su nombre al caso del Reino Unido 1975, Mareva Compañía Naviera SA vs Internacional SA Bulkcarriers.

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba