España: ‘Rojicomplejines’
Sánchez podía haber ganado el debate, aun perdiéndolo, cuando Iglesias, el admirador de Otegui, el financiado por Venezuela y por Irán (ojo con repetir el beso baboso de Breznev y Honecker: en Teherán los ahorcan por menos), el empeñado en resucitar la Guerra Civil, el émulo grotesco del Subcomandante Marcos, mostró todo el odio y el desprecio que los comunistas bolivarianos sienten por los socialdemócratas europeos cuando recordó la cal viva de los muertos del GAL. Si en ese momento Snchz le contesta que quedan rotas todas las relaciones con Podemos como partido irremediablemente totalitario, guerracivilista y socio de los etarras asesinos de tantos socialistas, y que desde el lunes se rompían las alianzas municipales en toda España, Sánchez se queda con el partido y con muchos votantes perdidos. Pero el rojicomplejines respondió a la de cal viva con la de arena muerta: siguió mendigando el voto con la cara aún caliente del bofetón. Y recibió otro.
Sánchez ya pudo dar la de cal cuando Iglesias lo chuleó por la tele adjudicándose la Vicepresidencia y los ministerios importantes de ese futuro Gobierno que Él, Iglesias, iba a permitir, por sonrisa del destino, que presidiera de adorno el pobre Snchz. Pero también entonces dio la de arena y fingió tomarse a broma algo muy serio: el plan podemita de devorar al PSOE dentro o fuera de un Gobierno de Frente Popular Separatista. Lo que vio la gente es que, por tocar poder, Snchz se arrastraría… y no lo tocaría.
Gracias a Rivera, Snchz ha tenido otra oportunidad, pero el problema del PSOE, el que le impide llegar al Poder, lo explicaba ayer muy bien Santiago González: prefiere pactar con un amigo de la ETA o la ETA misma antes que con el PP, que sigue con Eguiguren -de gorrino- en vez de volver a Redondo Terreros. Mientras siga vivo el guerracivilismo de Zapatero, el PSOE no llegará a un gobierno fruto de alianzas democráticas. Será engullido por el totalitarismo de izquierdas, incluido el separatista. Ayer, el rojicomplejinismo de Snchz, versión progre del maricomplejinismo del PP, vivió un momento especialmente grotesco: Carmena, temiendo un ataque de dignidad de Snchz, dijo que Podemos debería votarlo. Ferraz enloqueció. A las dos horas, rectificó compungida, con una nota de tres líneas, o sea, un tuit. Pero Snchz, el rojicomplejines, sigue esperando.