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Pedro Cateriano: «La reconstrucción económica del Perú fue posible gracias a las ideas que Vargas Llosa defendió con valentía»

El historiador y académico Alejandro San Francisco conversa con Pedro Cateriano, amigo del Nobel y autor del libro “Mario Vargas Llosa, su otra gran pasión”, lanzado recientemente, donde aborda el lado político del escritor fallecido el 13 de abril. «Vargas Llosa perdió electoralmente, pero ganó ideológica y políticamente», señala el biógrafo sobre la candidatura presidencial del laureado novelista.

Se trata del primer libro tras la muerte de Mario Vargas Llosa en abril pasado, obra que el biografiado alcanzó a leer. Su autor es Pedro Cateriano: Biografía política. Mario Vargas Llosa, su otra gran pasión(Planeta, 2025), 459 páginas. Como su título lo indica, aborda al escritor peruano, Premio Nobel de Literatura, a partir de sus convicciones y acciones en el mundo político, desde el joven revolucionario a un hombre liberal que era (o “que trato de ser”, como precisó en su discurso al recibir el máximo galardón de las letras universales).

Cateriano es abogado y especialista en derecho constitucional; fue diputado en 1990, por el Movimiento Libertad; más tarde fue ministro de Defensa y presidente del Consejo de Ministros (2015-2016 y 2020). Además, ha escrito los libros El caso García y Sin anestesia. Una década de lucha por la democracia. Compartió las pasiones de Vargas Llosa por la literatura y la política, también fue cercano en algunas actividades prácticas y es un conocedor aventajado del autor de La ciudad y los perrosConversación en la Catedral y esa notable autobiografía que es El pez en el agua, entre muchos otros libros.

La biografía política de Vargas Llosa es un libro fascinante, como lo fue su vida literaria y política. Además, es un libro muy bien informado, gracias a años de estudios, lecturas y conocimiento personal de Cateriano. Recién fallecido el 13 de abril de este 2025, poco después de cumplir 89 años, esta obra nos muestra que tendremos Vargas Llosa para rato. En la literatura, la política y la cultura.

-¿Desde cuándo estabas escribiendo este libro? Llama la atención que aparece apenas un mes después del fallecimiento de Mario Vargas Llosa.

-El libro lo he trabajado por partes durante varios años. Su impulso final ocurrió durante el retorno de Mario Vargas Llosa al Perú. Este hecho me permitió tener diálogos con él, para poder culminarlo. El libro se publicó y presentó en el Perú, antes del fallecimiento de nuestro premio Nobel. Él pudo leerlo.

-¿No te complicaba, a la hora de redactar, haber sido cercano a Vargas Llosa, tanto en el plano personal como el político y literario?

-Siempre es un riesgo escribir sobre un amigo o adversario, pero si se trabaja con apego a la verdad y rigor académico, ese gran riesgo disminuye notoriamente. Por esa razón mi trabajo está basado en una laboriosa investigación, que me ha servido para fundamentar mis afirmaciones.

También he sido consciente que escribir una biografía política acerca de Mario Vargas Llosa, implicaba entrar en un campo polémico.

-En cualquier caso, es un libro muy fundamentado, y si bien es una biografía política, logra acercarnos al escritor. Hay un capítulo completo, “Cartógrafo del poder”, dedicado a vincular la política con la amplia obra novelística de Vargas Llosa, además de algunos ensayos (y se podría haber agregado el discurso del Nobel, que es a la vez literario y político).

-Si bien el libro no pretende ser un estudio literario de Vargas Llosa, sino una aproximación a su evolución ideológica y política, así como su actuación en este campo, es imposible no efectuar una reseña de gran parte de su obra en la medida en que esta tiene un profundo y evidente espesor político. Ese es uno de los objetivos, que recoge el capítulo del libro, que fue uno de los fundamentos de la Academia Sueca cuando le otorgó el Nobel.

Ahora, con referencia al discurso de aceptación del Nobel, este ha sido citado en el capítulo «Compromiso con el Perú», porque uno de los aspectos más importantes fue la intensa vinculación de Vargas Llosa con el Perú.

-Creo que hay ciertas características muy claras en Mario Vargas Llosa, como intelectual y como hombre público. Ahí destacan la solidez de las ideas, la libertad de espíritu, pero también la valentía, pues muchas veces optó por posiciones de principios a pesar de que eran las menos convenientes, más todavía en el mundo cultural.

-Efectivamente. El hecho de haber postulado a la presidencia de la República, en uno de los momentos más críticos de nuestra historia republicana, porque el país se encontraba amenazado por el demencial ataque terrorista de Sendero Luminoso y el MRTA y además destruido económicamente como consecuencia de la hiperinflación que generó Alan García (más de un millón por ciento), prueban la valentía y el civismo con el que actuó.

-Hay un tema que es relativamente ambiguo, para interpretar el tránsito desde el socialismo al liberalismo. En la práctica, Vargas Llosa fue comunista en tiempos de Stalin en la Unión Soviética y ya había algún “testimonio de los disidentes que conseguía escurrirse entre las alambradas del Gulag”, como manifestó en su discurso de Estocolmo. En la práctica el caso Padilla, la invasión soviética a Checoslovaquia y “el aquelarre sanguinario de la revolución cultural china” sólo confirmaban algo que muchos sabían en su momento. En otras palabras, la condena a todo tipo de dictadura vendría con el liberal Vargas Llosa, que admira a la temprana dictadura de Castro y se aleja de él cuando estima que se había convertido “al modelo autoritario y vertical de la Unión Soviética”.

-Vargas Llosa debido a diversos hechos vinculados a violaciones de los derechos humanos, que ocurren durante los inicios la revolución cubana, lo hacen reflexionar y lo obligan a denunciarlos. Vargas Llosa creía en un «socialismo en libertad», para lograr la justicia social. Esta forma de pensar que fue una influencia de Sartre en él era totalmente opuesta a los métodos autoritarios y brutales que estaba llevando adelante la dictadura de Fidel Castro. Por esa razón, con la honestidad intelectual que lo caracterizó rompió con la revolución cubana, que acaso ha sido el fenómeno ideológico y político que más influencia ha tenido en Latinoamérica, pero también el más dañino y oprobioso.

-¿Qué vendría a ser esa “auténtica postura liberal” que mencionas? Vargas Llosa vuelve sobre ello en su última columna en El País, de España, cuando señala: “Nunca he dejado de decir mi verdad”. Eso tiene que ver también con la adopción de posturas por su contenido intrínseco, y no por la mayor o menor popularidad en un momento dado.

-Un «auténtico liberal» defiende la libertad en su contenido político y económico, porque la libertad es indivisible. Pero además un liberal condena a la dictadura como forma de gobierno, sea esta de derecha o izquierda, de civiles o militares. En este aspecto la postura de Vargas Llosa sobre las dictaduras ha sido lúcida y valiente, pero también incomprendida por los sectores de izquierda y derecha antidemocráticos, que defienden a dictaduras que violaron los derechos humanos.

-Un momento notable de la vida del escritor fue su ingreso a la política activa, nada menos que como formador de un movimiento político y como candidato a Presidente de Perú. ¿Lograste percibir algunas razones para la derrota electoral de Vargas Llosa en la elección presidencial de 1990? A los ataques de la prensa y la irrupción de Fujimori se suma que tal vez Mario no fue un gran candidato –en términos estrictamente electorales– como se suponía podría ser por su conocimiento universal y prestigio.

-En su libro El pez en el agua narra magistralmente su campaña presidencial. Modestamente yo relato e incorporo hechos que se conocieron posteriormente. Por ejemplo, cómo el gobierno de Alan García usó el Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) para interceptar las comunicaciones telefónicas y hacerle un reglaje político a Vargas Llosa y sus aliados. Esto lo investigó el Senado disuelto por Fujimori y el informe de esa comisión parlamentaria se mantuvo oculto.

-Me parece que se podría agregar una tercera pasión al escritor peruano: la cultura. No es lo mismo que la literatura, porque Vargas Llosa fue un intelectual (en cambio un gran escritor como García Márquez no lo era, como tú lo recuerdas en tu libro), como queda claro en sus posiciones públicas en diferentes temas; en sus comentarios literarios o de análisis de obras de pensamiento político o social (así lo muestra la lectura de Aron, Revel, Popper y Berlin, por ejemplo), y también en libros como La civilización del espectáculo y otras. La llamada de la tribu no sólo muestra su camino liberal, sino también su vocación por conocer y comprender las ideas de su tiempo.

-Sí, se podría agregar. Mi libro ha tenido como objetivo el ámbito ideológico y político.

-Con la perspectiva de varias décadas dedicado a la vida literaria, pero también política. ¿Estimas que Vargas Llosa logró mover a Perú hacia ideas del libre mercado y la democracia, o a ciertos sectores del mundo hacia ideas liberales?

-Sin duda alguna. Vargas Llosa perdió electoralmente, pero ganó ideológicamente y políticamente. La reconstrucción económica del Perú fue posible gracias a las ideas ideológicas que Vargas Llosa defendió y divulgó con valentía y honestidad intelectual.

Fujimori ganó las elecciones con el voto de la izquierda y el APRA, con un discurso estatista, populista y demagógico. Prometió no hacer ningún ajuste económico para detener la hiperinflación, que ocasionó la hecatombe económica del país. Luego en el gobierno cambió de parecer. Años después, porque la literatura fantástica es posible en la política peruana, Alan García fue reelegido y aplicó en su segundo gobierno muchas de las ideas económicas de Vargas Llosa, que antes había combatido.

-Finalmente, si pudieras recomendar unas dos o tres obras de Mario Vargas Llosa, ¿cuáles serían?

Conversación en la CatedralLa Fiesta del Chivo y El Pez en el Agua. Y para los jóvenes lectores que estén interesados en acercarse al pensamiento liberal La llamada de la tribu.

Académico Universidad de Tarapacá y coautor de Historia de Chile 1960-2010 (Universidad San Sebastián)

 

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