Obama hablará con Raúl Castro de los “obstáculos” en DD HH en Cuba
La lider de las Damas de Blanco, Berta Soler, muestra la carta de Obama – Ernesto Mastrascusa EFE
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha comprometido ante la disidencia de Cuba a que durante su visita a la La Habana hablará con su par cubano, Raúl Castro, sobre los “obstáculos” en materia de derechos humanos que padece la isla, una de las cuestiones más espinosas en el proceso de normalización de relaciones iniciado hace poco más de un año.
“Comprendo completamente los obstáculos que los cubanos de a pie afrontan a la hora de ejercer sus derechos. Como he hecho en el pasado, trataré estas cuestiones directamente con el presidente Castro”, promete Obama en una carta enviada a las Damas de Blanco. La misiva está fechada el 10 de marzo, pero la organización disidente femenina, Premio Sajarov 2005, la publicó la noche del domingo en su página web. Fuentes de la Casa Blanca confirmaron este lunes su autenticidad.
“Estados Unidos cree que nadie, ni en Cuba ni en ninguna otra parte, debería sufrir acoso, arrestos o agresiones físicas por el mero hecho de ejercer el derecho universal de hacer escuchar su voz”, continúa Obama, que reitera su intención de reunirse con “miembros de la sociedad civil” durante su histórica visita a la isla, el 21 y 22 de marzo, para “saber más de sus preocupaciones”.
Al anunciar el viaje de Obama a Cuba —el primero de un presidente estadounidense desde 1928—, la Casa Blanca aseguró la intención del mandatario demócrata de reunirse con la disidencia durante su estancia en La Habana.
“Estados Unidos siempre defenderá los derechos humanos y los valores universales que apoya en todo el mundo”, reitera Obama en su carta, en la que reconoce el trabajo de las Damas de Blanco, una de las organizaciones disidentes con más proyección internacional. “Su trabajo ha ayudado a arrojar una luz sobre la continuada denegación de las libertades básicas en Cuba (…), Ustedes son una inspiración para los movimientos de derechos humanos de todo el mundo”, afirma el presidente estadounidense.
En entrevista con la cadena CNN en Español, Obama insistió este lunes en que su política hacia Cuba «no ignora las violaciones de derechos humanos» y afirmó que su gobierno ha hablado «con franqueza» de esta cuestión con sus interlocutores cubanos. «Durante mi visita, tengo la intención de reunirme con disidentes, con críticos del Gobierno cubano (…) ese era parte del acuerdo para viajar y reunirme también con Raúl Castro», reiteró Obama. «Seguimos presionando para asegurarnos de que con el tiempo ampliamos la libertad de expresión, de reunión y la religiosa en Cuba», agregó.
La cuestión de los derechos humanos en Cuba es uno de los principales obstáculos en el proceso de normalización de relaciones con La Habana iniciado el 17 de diciembre de 2014. El tema crispa tanto al Gobierno cubano como a los que, dentro de EE UU, se oponen al acercamiento a la isla aludiendo a la falta de avances en esta materia pese al deshielo.
Nada más conocer la intención de Obama de viajar a Cuba, el senador cubanoamericano y candidato presidencial republicano Marco Rubio, que se opone al acercamiento con La Habana, urgió al mandatario a “reconsiderar” sus planes, entre otros, por la “ausencia de reformas significativas” por parte del Gobierno de Raúl Castro, sobre todo en materia de derechos humanos en la isla.
Según la organización opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), en enero se registraron 1.414 detenciones por motivos políticos. Se trata, dijo su director, Elizardo Sánchez, de “una de las cifras más altas, para un mes, de las últimas décadas, solo superadas por las ocurridas en noviembre de 2015”. La organización denunció también que algunos de los 53 presos políticos liberados con ocasión del anuncio de la normalización de relaciones habían vuelto a ser detenidos, hecho que lamentó públicamente el secretario de Estado, John Kerry, durante una reciente audiencia en el Congreso.
La conversación es complicada. Hace casi un año, el 31 de marzo de 2015, altos representantes cubanos y estadounidenses se reunieron en Washington para establecer las “pautas” y metodología para mantener un “sustancial” diálogo sobre derechos humanos que sea, según estipuló Cuba, “diferenciado”, es decir, en paralelo a las conversaciones bilaterales en temas como comercio, telecomunicaciones o migración que se mantienen desde el 17-D. Sin embargo, desde esa primera reunión no se ha vuelto a saber más de esta agenda. Se esperaba que fuera relanzada con una visita de Kerry a Cuba previa a la que realizará Obama. Pero el jefe de la diplomacia estadounidense finalmente viajará junto al presidente a la isla, con lo que no ha podido adelantar camino en esta espinosa materia.
Consultada sobre la evolución de este diálogo “diferenciado” en derechos humanos, una portavoz del Departamento de Estado se limitó a contestar la semana pasada a este periódico que Washington “espera acordar con Cuba discusiones bilaterales sobre derechos humanos en las que atendamos estas cuestiones”, sin especificar si existe un calendario fijado para ello.